El BCE está preparado para bajar los tipos de interés. La inflación ha bajado al 2,2%, mientras que los riesgos para el crecimiento van en aumento. Este jueves se espera una reducción de 25 puntos básicos en la tasa de depósito, que pasaría al 3,5%, sin indicaciones claras sobre lo que sucederá después. Es probable que el BCE enfatice su dependencia de los datos, ya que la inflación subyacente sigue en el 2,8%.
Todos los miembros de la junta, incluidos los conservadores como Joachim Nagel, apoyan esta decisión. Se espera que la presidenta Christine Lagarde subraye que la inflación se acerca al objetivo del 2%.
En cuanto al crecimiento, la eurozona necesita apoyo. El sector industrial sigue inmerso en una crisis, especialmente en Alemania, aunque no solo allí. Además, el crecimiento se desaceleró en el segundo trimestre: +0,2% trimestral frente al +0,3% en el primer trimestre, con una composición mediocre: esencialmente apoyo del gasto público, una - leve - caída en el consumo privado y una fuerte disminución en la inversión. Finalmente, aunque el desempleo sigue siendo muy bajo, ha comenzado a subir en algunos países, notablemente en Alemania y, en menor medida, en los Países Bajos, y el sentimiento empresarial sobre las perspectivas de empleo está empeorando.
A largo plazo, el BCE podría reducir los tipos aún más, hasta el 2,75% a principios de 2025, antes de posiblemente subirlos de nuevo a finales de 2026 si la inflación salarial vuelve a repuntar.
Comentario económico de Michel Saugné, co-CIO, La Financière de l'Echiquier (LFDE).
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