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Los rendimientos de los bonos del Tesoro cayeron con fuerza en toda la curva, los activos de riesgo han repuntado y el dólar cayó frente a todos sus pares del G10 -incluidas la libra esterlina y el dólar canadiense, ambas monedas inmersas en dificultades a nivel local-. La mayoría de las divisas de los mercados emergentes también repuntaron gracias a las noticias sobre la inflación.
Las turbulencias en los mercados mundiales de renta fija se calmaron un poco tras conocerse los datos de inflación de EE.UU. y Reino Unido. La inflación mundial sigue siendo, en general, más alta de lo que les gustaría a los bancos centrales, pero por ahora no hay indicios de que haya retomado una tendencia alcista.
Después de jalear la elección de Donald Trump a comienzos de noviembre, los mercados comienzan a tomarse más en serio los riesgos que lleva aparejados la figura de Elon Musk. Así, el índice S&P 500 de la bolsa estadounidense pierde más de un 3% (a fecha 2 de enero de 2025) desde el 16 de diciembre. Por su parte, la acción de Tesla se deja un 18% después de dispararse más del 80% entre la elección presidencial y el 16 de diciembre.
El cambio de año no significa mucho para la evolución del ciclo económico. La tendencia de crecimiento mundial moderado, menor inflación y tipos de interés más bajos a partir de 2024 continuará en 2025. Esto permitirá a los bancos centrales seguir bajando los tipos de interés, a un ritmo que dependerá de los nuevos datos macroeconómicos.
Una de las políticas económicas más destacadas que se prevé que implemente Trump son los aranceles a la importación. Como ocurre con casi todo en economía, los efectos de esta medida a medio y largo plazo son difíciles de prever con exactitud.
El Banco Central Europeo (BCE) celebra mañana su última reunión del año y lo que está claro es que anunciará un nuevo recorte de los tipos de interés oficiales, el cuarto de 2024, pero es posible que no sea tan drástico como algunos sectores esperan.
El rally de fin de año está cobrando impulso y el DAX ha registrado sus mayores ganancias desde septiembre. Esta semana, el Banco Central Europeo (BCE) tiene la clave para determinar los próximos movimientos del mercado. Su decisión podría prolongar la subida o frenarla de golpe. Mientras el BCE prosigue su ciclo de bajada de tipos, la pregunta principal sigue siendo: ¿cuánto bajarán los tipos?
La política monetaria del Banco Central Europeo (BCE) se encuentra en el centro del debate económico de la Eurozona, especialmente en un contexto de claros signos de debilidad en el crecimiento. El PMI manufacturero de noviembre marcó una contracción significativa al caer a 45,2 puntos, con tres de las cuatro principales economías de la región en terreno negativo.
El IPC en España da señales de repunte, situándose en un 2,4% interanual en noviembre, según los datos adelantados del Instituto Nacional de Estadística (INE). Esto supone un aumento significativo frente al 1,8% registrado en octubre, impulsado principalmente por la subida de los precios de la electricidad y los carburantes, dos pilares del gasto familiar que afectan directamente a los bolsillos de los ciudadanos.
Tras la incontestable victoria de Donald Trump en las elecciones estadounidenses, si bien buena parte de la atención financiera e inversora se está centrando en el espectacular comportamiento de la bolsa norteamericana -y el pobre comportamiento de la española, liderada por el sector bancario-, entendemos que el movimiento de mayor calado a medio plazo lo estamos observando en la renta fija a ambos lados del Atlántico.
El precio del gas se asentará en los cuarenta euros el megavatio hora con la “única incertidumbre” de una hipotética bajada de las temperaturas en invierno. El principal driver del pool eléctrico encara el invierno con fundamentos bajistas.
Cuando acabe 2024 se habrán celebrado 76 elecciones generales en todo el mundo. Sin embargo, la de mayor trascendencia para la economía internacional será la presidencial que se llevará a cabo este 5N en EEUU. Es muy difícil hacer una previsión concreta de las consecuencias económicas de esta elección sobre la economía mundial. Y no sólo porque dependerá de quién gane, puesto que Harris y Trump llevan propuestas muy diferentes en sus programas económicos.
La economía española ha superado nuevamente las expectativas, logrando un crecimiento del PIB del 0,8% en el tercer trimestre de 2024 y un aumento interanual del 3,4%, consolidando su liderazgo en la eurozona frente a otras economías clave, como Alemania, que enfrenta una contracción.
La bajada de tipos de interés realizada en Europa tiene un claro beneficiado, en el ámbito de los mercados de activos: la renta fija y, más concretamente, la deuda pública en plazos cortos y medios. Lo esperable, a partir de aquí y en el caso de que continúe (como esperamos) este proceso de normalización monetaria, es una bajada paulatina de rentabilidades a lo largo de toda la curva de bonos, pero especialmente pronunciada en los tramos de cero a cinco años.
El precio del gas escalará hasta los 60 euros el megavatio hora ante un “temido” invierno gélido que agote las reservas gasísticas de Europa, lo que a su vez derivará en unos precios eléctricos situados alrededor de los 130 euros el megavatio hora, según ha explicado el director general de la consultora Tempos Energía, Antonio Aceituno.
Detectamos claras señales de dinamismo en el horizonte del sector del crowdfunding inmobiliario. Sin ir más lejos, la reciente decisión del Banco Central Europeo (BCE) de bajar los tipos de interés es una oportunidad tanto para ciudadanos como para empresas. Por parte del promotor que está buscando financiación para sus proyectos de vivienda, esta decisión del BCE supone un importante incentivo.
El euríbor a 12 meses ha cerrado el mes de septiembre por primera vez en mucho tiempo por debajo del 3%, lo que significará una bocanada de aire fresco para todos aquellos que tengan una hipoteca y les toque revisar próximamente. La buena noticia es que este no es un hecho casual y lo más probable es que veamos esta tendencia continuar.
En un contexto global, las acciones siguen alcanzando niveles máximos, a pesar de las tensiones geopolíticas y los problemas climáticos. A medida que los bancos centrales, liderados por la Reserva Federal, han comenzado a recortar agresivamente los tipos interés para mantener la estabilidad económica y evitar el aumento del desempleo, surge un nuevo temor: la formación de una burbuja.
Excelente dato de IPC adelantado de septiembre en España que, con un 1.5%, no solo resulta ocho décimas mejor que el anterior, sino que, además, rebaja cuatro décimas la previsión del mercado. En principio, este dato estaría recogiendo las mejoras en el precio de carburantes, energía y alimentos.
La caída del precio del petróleo conlleva una reducción del precio de la gasolina. Las fluctuaciones del precio de la gasolina generalmente están correlacionadas, a corto plazo, con la evolución de los gastos de consumo. La baja del precio del petróleo contribuirá a que los hogares aumenten su consumo.
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