| ||||||||||||||||||||||
Es típico en Semana Santa consumir las monas de Pascua o las torrijas, pero ambas pueden hacerse deliciosas sin utilizar productos derivados de la explotación animal como son los huevos, lácteos y otros. Las monas de Pascua veganas puedes elaborarlas caseras o en mi caso, las compro en la panadería los manchegos del barrio de Marchalenes de Valencia, pues gran parte de lo que elaboran en la panadería excluye los productos de origen animal.
València Animal Save al igual que ocurrió en muchos otros lugares, realizó el pasado sábado una impactante performance sobre la cruel realidad que atraviesan todos y cada uno de los animales acuáticos para una alimentación antinatural y que de rebote está destrozando nuestros océanos en el caso de estas víctimas a las que se les dio voz apoyando las jornadas mundiales por el fin de la pesca en todas y cada una de sus sádicas formas.
Si hay un lugar escalofriante y oculto son los mataderos que cada día acaban con cantidades de seres sintientes para un momento de placer innecesario y cuya realidad está muy lejos de la que nos venden en anuncios que pretenden edulcorar la realidad y manipular nuestra conciencia, pues cualquier producto que venga de los animales conlleva la miseria, esclavitud y muerte de estos seres.
El pasado sábado, con las fallas ya comenzadas, activistas del colectivo antiespecista València Animal Save realizaron en la céntrica plaza de la Virgen un novedoso acto llamado contador humano simbolizando a los más de 3.000 animales que cada segundo mueren en la industria alimentaria tras una horrible "vida" de miseria impuesta y eso sin contar a las toneladas de animales marinos asfixiados lentamente y cuyas redes de pesca llenan de plásticos nuestros océanos.
Nuevamente activistas de València Animal Save salimos a la calle el pasado sábado para informar a la gente de la realidad que esconde el Holocausto animal, pues todo lo que viene de los animales está tremendamente oculto para que la sociedad no sea consciente del horror que perpetúa (inconscientemente en ocasiones) al financiar a la inhumana industria animal.
El pasado viernes, acabando una dura semana de trabajo en la limpieza de patios de colegio, aparecía al lado de una clase una paloma con dificultades para volar y que había que sacar de allí. Al ser una persona animalista que piensa en todo individuo como lo que es, me puse unos guantes y metí a la paloma en una caja y comencé a escribir y llamar a todo el mundo para ver qué hacer.
Si los mataderos, granjas, peleterías o laboratorios de sádicos experimentos con animales tuvieran paredes de cristal, el mundo se asombraría de hasta donde llega la miseria humana y el infierno de unos seres inocentes simplemente porque decidas elegir un producto y no otro, pues la demanda es la que por omisión permite lo que ocurre en todos estos perversos lugares.
El refugio El Rebrot de la Vida es una asociación de Catarroja con más de 10 años de existencia que ofrece una segunda oportunidad a animales en situación de maltrato y abandono, independientemente de su especie. Unos desconocidos han entrado hace unos días a sus instalaciones rompiendo la valla del refugio y se han llevado a cuatro cabras adultas a las que el refugio les había dado una segunda oportunidad lejos de la perversa industria de la explotación animal.
Durante el fin de semana se ha celebrado la feria medieval en Alfafar y la misma no ha avanzado desde los tiempos medievales, pues seguimos presenciando como despiadados ayuntamientos como este siguen permitiendo el uso de animales para el entretenimiento de la gente.
El colectivo antiespecista València Animal Save ha vuelto a salir a la calle para mostrar mediante carteles y pantallas vídeos relacionados con la explotación animal, especialmente en la alimentación u otros aspectos como la experimentación animal y la peletería.
Hace unos días observaba en un conocido supermercado valenciano el sello de bienestar Animal pegado en las narices de la gente que acudía a la carnicería del mismo, mientras yo compraba mis productos veganos, observé cómo la industria quiere aliviar malas conciencias hablando de bienestar animal en el mostrador de la carnicería o en las bandejas donde los animales ya están despiezados.
Primavera, rosa, clavel, amapola, narciso, jazmín, dalia, azucena, orquídea, pasionaria, alhelí, nomeolvides, geranio, belladona, tulipán, azalea, girasol, jacinto, magnolia, laurel, diente de león, crisantemo, siempreviva, gladiolo, alegría del hogar, flor de san juan, lirio, camelia, violeta, caléndula, loto, campanilla, azahar, trigo, margarita, para ti son los nombres de la muerte porque España te ha llamado Toro.
Hermanos Carrasco, responsables de la granja porcina de la Región de Murcia grabada en el programa Salvados, presentado por Jordi Évole, han sido juzgados este miércoles por las terribles imágenes de animales maltratados, en este caso cerdos.
El escándalo en la granja porcina Hermanos Carrasco que suministraba a El Pozo y que fue destapado por Jordi Évole y el equipo de Salvados junto a Igualdad Animal en 2018, finalmente será juzgado el próximo 24 de enero en el Juzgado de lo Penal número 1 de Lorca (Murcia).
València Animal Save es un colectivo antiespecista que realizó el pasado sábado su primera concienciación del año en la céntrica plaza de los Pinazo de Valencia. En la misma, pantallas y carteles mostraban duras imágenes de los animales utilizados para la alimentación u otros fines como la vestimenta, entretenimiento o experimentación animal.
Los tiempos cambian y la sociedad cada vez es más consciente de lo innecesario e inhumano que es criar masivamente millones de animales para conocer toda una vida miserable con todo tipo de prácticas crueles y el posterior asesinato después de un terrible viaje.
Activistas de València Animal Save realizaron el pasado sábado una línea silenciosa en la céntrica plaza de los pinazos de Valencia para dar voz a las diferentes especies de animales. El acto consistió en unas personas congregadas con carteles que mostraban diferentes situaciones que atraviesan los animales en la alimentación, vestimenta, entretenimiento o experimentación animal, mientras otras personas conversaban con la gente a cerca del veganismo.
El colectivo antiespecista Dénia Animal Save generó impacto en el paseo Germanías de Gandía el pasado sábado mostrando, mediante pantallas y carteles, la terrible realidad de animales destinados al consumo, vestimenta, experimentos u otros fines.
Hay gente que todavía no sabe que las personas veganas no consumimos miel. La miel es un producto que viene de las abejas para las abejas, y no tenemos ningún derecho a robárselo. Pero, además, como todo uso animal, la industria está basada en la crueldad y tiene gran impacto medioambiental.
El colectivo antiespecista València Animal Save realizó el pasado domingo una impactante performance en la plaza de la Virgen de Valencia para dar representación a todas las especies de animales y durante la misma, activistas con carteles y máscaras mostraron las diferentes situaciones por las que pasan.
|