Estamos tan absolutamente politizados que hemos llegado al punto absurdo y ridículo en el que casi todo lo que hacemos en nuestras vidas, alguien lo interpreta en clave política.
Desde acudir a una manifestación para reivindicar la prohibición de las corridas de toros, hasta el hecho de decantarse por una forma de alimentación determinada, a todo hay quien le aplica derivadas políticas aun cuando para el individuo sus motivaciones estén en un plano totalmente diferente.
Y en medio de esta vorágine de politización de la vida corriente, a una cantante, Marta Sánchez, se le ha ocurrido ponerle letra al himno de España.
Inmediatamente políticos de todos los bandos han corrido a dar explicaciones públicas sobre su posicionamiento ante tan importante evento. Algunos de los que se han posicionado a favor, lo han hecho para reforzar su postura en defensa de la Nación española como única y verdadera. Otros, han aprovechado esta coyuntura para volver a relacionar el amor a la patria con el facherío y con una España en blanco y negro que pertenece al siglo pasado.
Personalmente, no me parece ni bien ni mal que se le haya puesto letra al himno. Creo firmemente en la libertad de los individuos mientras el ejercicio de la misma no dañe a terceros.
Si una cantante quiere ponerle letra al himno, ¡me parece muy correcto que lo intente!
Lo que ya no me gusta tanto, es que se politice tanto este hecho, obviando lo que desde un principio debería ser fundamental en toda esta historia. ¡La calidad de la letra que ha escrito Marta Sánchez es una auténtica castaña! No me molesta el uso del himno en la forma artística que cada creador considere que quiere hacerlo. Pero como toda creación artística se expone a que yo, como público de la misma, la juzgue.
La letra que ha escrito Marta Sánchez para el himno de España, no hay por dónde cogerla. Si la leen atentamente verán parece más un ejercicio de poesía de un entusiasmado niño de 9 años que una letra escrita por una persona adulta que pretende estar haciendo música seria.
“Rojo, amarillo, colores que brillan en mi corazón y no pido perdón”
Me van a disculpar, pero tengo varios amigos con hijos en edad escolar capacitados perfectamente para escribir algo con mucho más trabajo creativo detrás del que tiene esto.
Si quieres crear una polémica poniéndole letra a un himno que es de todos, ¡hazlo! Tan mío es el himno de España como de Marta Sánchez. Pero ya que vas a hacerlo, al menos que sea en un ejercicio serio de trabajo y creatividad que dejar a la historia de la música española o que, al menos, no sonroje a todos los poetas que ha dado esta tierra y que sí han sabido y han querido poner su alma y su sudor en cada letra que han escrito.
Mi instinto patrio no se ve ofendido por estas acciones, los que realmente sufren son mis instintos musical y literario al escuchar esos versos tan simples y poco trabajados.
Y realmente, tal y como van las cosas, si ahora también nos quitan la música y la poesía para seguir jugando un poco más allá con la política, poco alivio del alma nos dejan ya para seguir adelante con nuestras vidas.
Respeto señora Sánchez, ¡respeto!
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