Siglo XXI. Diario digital independiente, plural y abierto. Noticias y opinión
Viajes y Lugares Tienda Siglo XXI Grupo Siglo XXI
21º ANIVERSARIO
Fundado en noviembre de 2003
Ciencia
Etiquetas | Insectos | Investigación | Futuro | Energía

Producir biocombustibles gracias a los insectos

Estudio pionero revela como insectos presentes en nuestras casas pueden mejorar nuestro futuro
Jorge Poveda Arias
viernes, 2 de marzo de 2018, 00:13 h (CET)

020303wiki

Los típicos insectos diminutos y plateado-dorados que suelen encontrarse en los servicios de numerosas casas se incluyen dentro de la familia de los lepismátidos (Lepismatidae). Estos diminutos animales son unos insectos primitivos sin alas con el cuerpo cubierto de escamas, que suelen encontrarse en la oscuridad de nuestros baños pues necesitan de una alta humedad y temperatura ambiental para desarrollarse, además, se alimentan de una gran cantidad de materias diferentes, desde papel hasta mohos, pero pueden vivir hasta un año sin ingerir alimento alguno. Las especias más conocidas y distribuidas dentro de este grupo son los pececillos de plata (Lepisma saccharina) y el insecto de fuego (Thermobia domestica), el segundo algo más dorado y oscuro que el primero.


El insecto de fuego o termobia de las tahonas (nombre derivado de su predisposición a alimentarse de harinas y vivir cerca de hornos) puede crecer y desarrollarse fácilmente sobre papel, cartón y paja, aspecto que da una idea de su gran capacidad para alimentarse eficientemente de la celulosa presente en estos materiales, pues no hay otro nutriente disponible. Estos insectos son uno de los grupos más primitivos que existen en nuestros días, pues surgieron en la Tierra hace 420 millones de años, pero las investigaciones científicas nunca han prestado demasiado interés en ellos.


Una investigación llevada a cabo por el Departamento de Biología de la Universidad de York ha determinado el secreto de estos pequeños animales para alimentarse tan eficientemente de un compuesto tan indigerible como la celulosa. Lo logran gracias a un grupo de proteínas presentes en su intestino y con capacidad digestiva de carbohidratos, las cuales eran desconocidas hasta el momento. Estas nuevas enzimas sólo se habían descrito anteriormente en hongos, bacterias y virus, y se incluyen dentro de las denominadas como monooxigenasas líticas de polisacáridos (LPMO), capaces de romper macromoléculas tan duras y compactas como la celulosa.


Estudios posteriores de este grupo de investigación se están basando en la utilización de estas enzimas intestinales de los termobias para romper la celulosa presente en residuos vegetales, como por ejemplo restos de cosecha o de poda, en azúcares que sean directamente fermentados y transformados en bio-etanol, para su uso como combustible sostenible.


“La ciencia que no es divulgada hacia la sociedad es como si no existiera”


FUENTE: https://www.nature.com/articles/s41467-018-03142-x

Noticias relacionadas

Si alguna vez hubo una figura capaz de encarnar el espíritu de la alquimia en sus orígenes más oscuros y fascinantes, esa fue María la Judía. Enigmática y pionera, vivió entre los siglos I y III d.C., en la cosmopolita Alejandría, el epicentro intelectual de su tiempo. De ella se sabe poco con certeza, pero lo que ha trascendido a través de los siglos la sitúa como la “fundadora de la alquimia”.

El tiburón mako, también conocido como marrajo común o dientuso, puede llegar a alcanzar los 4,5 metros de longitud y vivir más de 30 años. Esta especie, que entre otras ubicaciones se puede encontrar en el golfo de Bizkaia, está clasificada actualmente por la Unión Internacional de la Conservación de la Naturaleza (UICN) como “en peligro de extinción”.

Aesara de Lucania, mujer de espíritu y letras, habitó en los albores de los siglos IV o III a. C., en una época en que las palabras de las mujeres apenas hallaban eco en el tumulto del mundo. Filósofa pitagórica, su nombre ha llegado hasta nosotros apenas sostenido por un fragmento de su obra "Sobre la naturaleza humana", rescatado por el doxógrafo Estobeo. Hay quien argumenta que el fragmento es una falsificación neopitagórica de época romana.

 
Quiénes somos  |   Sobre nosotros  |   Contacto  |   Aviso legal  |   Suscríbete a nuestra RSS Síguenos en Linkedin Síguenos en Facebook Síguenos en Twitter   |  
© 2024 Diario Siglo XXI. Periódico digital independiente, plural y abierto | Director: Guillermo Peris Peris
© 2024 Diario Siglo XXI. Periódico digital independiente, plural y abierto