Siglo XXI. Diario digital independiente, plural y abierto. Noticias y opinión
Viajes y Lugares Tienda Siglo XXI Grupo Siglo XXI
21º ANIVERSARIO
Fundado en noviembre de 2003
Opinión
Etiquetas | Cristianismo originario | Actitud | Ataduras

La actitud de espera conduce a ataduras

Las personas no deberíamos exigir de nuestros semejantes aquello que nosotros mismos no estamos dispuestos a dar
Vida Universal
martes, 6 de marzo de 2018, 07:05 h (CET)
“Cuando esperéis algo de vuestro prójimo, que él debe hacer para vuestro beneficio, haceos la pregunta: ¿por qué no lo hago yo mismo? Quien por ejemplo espera de su prójimo dinero y bienes para que él mismo, que está en la comodidad, no tenga que trabajar, o quien espera fidelidad de su prójimo sin ser el mismo fiel, o quien aunque desea ser aceptado y acogido por su prójimo, no acepta ni acoge él mismo a sus semejantes, ése es egocéntrico y pobre en el espíritu”. Cualquier cosa que exijamos de nuestro prójimo es algo que no poseemos en el corazón. Es ilegítimo que por una actitud de espera se coaccione a los semejantes a realizar actos, declaraciones o comportamientos que por sí mismos no estarían dispuestos a hacer. “Cuando reconozcas tu actitud de espera en tus deseos para con tu prójimo, da rápidamente la vuelta y haz primero tú mismo lo que exiges de él. Pues cada coacción es una presión que a la vez produce coacción y contrapresión. Con tal comportamiento chantajista para con tu prójimo te atas a él y te haces tanto a ti mismo como a la persona que se dejó chantajear, esclavo de la baja naturaleza. Tales métodos de coacción como, por ejemplo “yo espero de ti y tú esperas de mí”, es decir que cada uno da al otro lo que éste le exige, llevan a ataduras. Y lo que está atado no tiene lugar en el Cielo. Esto significa que los dos que se han atado recíprocamente, volverán a encontrarse algún día, ya sea en una nueva encarnación o bien como almas en los planos de purificación.

Noticias relacionadas

El odio a Trump tiene elementos de despecho y rabieta adolescentes. Como si tuviéramos enfrente de nuevo a ese abusón de clase, a aquel amor que nos daba portazo de repente o al severo padre que nos castigaba sin paga. Trump es un tipo difícil de querer y fácil de odiar. Empiecen preguntando a su madre, mujer y amantes. 

Los acuerdos que adopta el odiado Gobierno sanchista con otros partidos políticos que también son españoles, al menos de momento, son refrendados siempre de forma satisfactoria (para ellos) por el CIS, y claro está que, aunque el CIS tenga unos resultados de sus encuestas que no aprueban las felonías de Sánchez, este irreverente CIS no puede decir otra cosa que no sea el dictamen que le llega del Jefe Supremo Sánchez.

Supongamos que, por un momento, esa verdad en la que siempre hemos creído, no lo es. Sencillamente, no existe. Es el resultado final de un pacto colectivo, voluntario o no, entre una serie de personas que normalizan una determinada visión, percepción o concepto. Una convención que se ha transmitido durante años, décadas o siglos, que pone de manifiesto, sin dudarlo, que la realidad se construye o se edifica por los propios seres humanos.

 
Quiénes somos  |   Sobre nosotros  |   Contacto  |   Aviso legal  |   Suscríbete a nuestra RSS Síguenos en Linkedin Síguenos en Facebook Síguenos en Twitter   |  
© 2025 Diario Siglo XXI. Periódico digital independiente, plural y abierto | Director: Guillermo Peris Peris
© 2025 Diario Siglo XXI. Periódico digital independiente, plural y abierto