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Hace un tiempo, un alumno me escribió airado. Palabras más, palabras menos, decía que desconocía el motivo de su nota mínima, pues él había entregado el trabajo. Le comenté que la retroalimentación que podía revisar en el sistema señalaba claramente el motivo de la nota mínima.
Juzgo que, a bastantes ciudadanos, se nos va quedando cara de distopía, ataviada, en el caso de algunos, con cierto efecto de parálisis del buen juicio. Desea uno evitar la paranoia propia de los adictos a la conspiración (calificativo demasiado vago, que alude a planteamientos muy diferentes en verosimilitud e intensidad), pero la realidad se presenta, en estos tiempos, bastante espinosa para quien pretenda encararla mediante el análisis racional.
El final de las vacaciones puede ser un momento de ambivalencia. Por un lado, existe la nostalgia de los días libres, de la desconexión y la libertad de horarios; por otro, volver a la rutina diaria puede traer consigo una sensación de pesadez o incluso ansiedad. Sin embargo, la vuelta a la rutina no tiene por qué ser negativa. Con una planificación adecuada y una mentalidad positiva, este momento puede convertirse en una oportunidad para mejorar nuestra calidad de vida.
Las personas acosadoras suelen sorprenderte con halagos gratuitos y si no tienes un control firme son personas que entran en tu vida y te cuesta mantenerlas alejadas. Adoptan posturas cuestionables e indeseadas, cuando se trata de elogios, adoptan posturas disimuladas, hablan en susurros e indirectamente, y eventualmente pueden llegar al nivel de discursos públicos.
En 2023 se realizaron algo más de 15 millones de contratos en España. Muchos de los trabajadores comienzan con ganas en su nuevo puesto de trabajo, pero paulatinamente van perdiendo interés por diversas razones, entre las que se encuentra la falta de motivación, la desilusión ante las tareas que hay que realizar, una fuerte carga de estrés en su jornada laboral o descontento con su sueldo. En este tipo de trabajadores, el 'quiet quitting' es más común.
El principio de respeto brilla por su ausencia, en muchas situaciones en la vida real, clásicamente por el egoísmo, la falta de reflexión de una gran mayoría de personas, porque vivimos en una sociedad muy agresiva, bastante violenta, donde impera la actitud prepotente, en una parte de la sociedad.
Tenemos que buscar los vínculos de pertenencia, hacer memoria de los caminos recorridos hasta ahora, rehacernos con optimismo frente al destino del mundo cuajado de esclavitudes, con esa capacidad de mirar hacia los horizontes con buen ánimo y nívea actitud.
A menudo la novedad nos da miedo. Sin embargo, en cada despertar nos sorprende un infinito oleaje de abecedarios, que renuevan nuestra vida, aunque atravesemos por momentos oscuros y multitud de debilidades. Lo importante es no dejarse de asombrar.
En muchos momentos de la vida pergeñamos entidades peculiares de imprevisibles consecuencias. De sopetón, o bien a base de reiteraciones, no siempre somos conscientes de haber configurado estas realidades, en forma de actitudes, comportamientos e incluso estructuras organizativas. En la medida de su asentamiento en el funcionamiento comunitario, adquieren una cierta autonomía, vida propia.
'Caractitud' es una palabra compuesta ideada por Salvador Calva Morales para fusionar lo que engloban el carácter y la actitud como piezas claves de liderazgo, y fórmula de transición de las personas durante días de cambio en etapas históricas como la que estamos viviendo.
Supongo que coincidiremos en la impresión mañanera; al recorrer las pantallas parecen acecharnos por cada rincón los retumbos de lo más insospechado. Cuando no son disparos, crujen las trifulcas en los ambientes domésticos, las declaraciones intempestivas tampoco animan el cotarro, ni los desaires arropan al personal. Los conejitos alegres deben haberse escondido.
“Lo que el mundo realmente necesita es más poética de brazos abiertos, que política de persecución sistemática”.
Al menos vislumbro unas cuantas, pongamos cinco y entremos en consideraciones. Van desde el humor a las más altas cualidades, enfrascadas por lo general en un arduo enfrentamiento con las trapacerías urdidas a mansalva. Si no derrotadas en los ambientes exultantes, las apreciamos un tanto veladas en medio del bullicio.
Al bajar Zaratustra de la montaña, en su retorno al ámbito mundano habitual, en ese contraste; percibió a los hombres enajenados con respecto a sus auténticas circunstancias. Desprendidos de supuestas relaciones con la divinidad, habían reducido el sentido de su existencia a las meras fricciones cotidianas. Les reprochó la ligereza imperante, sin asomos de la búsqueda de rumbos adecuados a sus cualidades.
Cada instante tiene su singularidad de contrastes, y como tal, también su llave de tolerancia. No olvidemos que el futuro es nuestro y está ubicado en el ahora. Para empezar, hoy en día, tenemos que ser capaces de resistir frente al aluvión de crueldades que nos acorralan, pero también tenemos que activar el espíritu creativo, para poder salir de este ambiente de pobreza y desasosiego que nos inunda.
Cuando nos vemos privados paulatinamente de las explicaciones, de manera simultánea, se diluyen los razonamientos; las justificaciones o los proyectos del momento dejan de tener un sentido, pierden sus puntos de apoyo. Una persona puesta en esa tesitura percibe la pérdida de sus convicciones, sus luces e ilusiones pierden lustre, pasa a sentirse extrañada, no encontrará habitáculos entrañables.
Vivimos en una sociedad que deja mucho que desear, por causa de una parte de la población, que no se comporta correctamente con los demás. Parece que el respeto es un valor del pasado. El relativismo más absoluto campa a sus anchas. Se percibe un desprecio de la cultura y una infravaloración de los conocimientos y del esfuerzo y los méritos acumulados a lo largo del tiempo, en un considerable porcentaje de las personas.
Mirar en todo momento desde la poesía la compleja realidad, arribar a la conclusión de que no hay tema o circunstancia alguna que no pueda ser abordada desde ella, puede aparentar que se trata de una obsesión o de un estado insano del juicio; pero no es así, en realidad gira en torno a una situación que merece ser visibilizada para que sea cultivada, aprovechada y deje de ser estigmatizada.
Se constata y se hace cada vez más grave en el mundo la indecencia, el espíritu corrupto y la falta de conciencia, puesto que las condiciones en que se hallan un gran número de ciudadanos es cada vez más precaria, ofendiendo su dignidad innata y provocando multitud de conflictos. Una realidad injusta, a más no poder, que suele estar ahí, en cualquier esquina, tanto en Europa como en África, Asia y América.
Sobre la libertad se acumulan las impresiones procedentes de cualquier ángulo de apreciación. Los obstáculos para su ejercicio también proliferan de forma desigual en los diferentes sectores. Los impedimentos naturales representan un reto permanente para liberarse de ellos, aunque son recios los límites de nuestras posibilidades. Los comportamientos cotidianos nos abocan al conflicto de la diversidad de libertades deseadas por cada sujeto.
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