Supongo que coincidiremos en la impresión mañanera; al recorrer las pantallas parecen acecharnos por cada rincón los retumbos de lo más insospechado. Cuando no son disparos, crujen las trifulcas en los ambientes domésticos, las declaraciones intempestivas tampoco animan el cotarro, ni los desaires arropan al personal. Los conejitos alegres deben haberse escondido. El imperio de las INTEMPERANCIAS está empeñado en proponer su dominio absoluto, manteniendo ocultos los nombres de quienes salen beneficiados de sus manejos. Predomina la inteligencia obsesiva de esos aprovechados, se desentienden del resto de individuos que se atreven con otras aspiraciones.
Desdeñan las percepciones de gente diversa con otras miras hacia el horizonte limpio, o simplemente con maneras diferentes de pensar. Pero sobrepasan la actitud desdeñosa atravesando umbrales peligrosos conducentes a la enajenación. Enarbolan auténticas proclamas VICIOSAS sin ningún escrúpulo. Unos se limitan al engaño reiterado con trucos mañosos. Disconformes con esa pequeñez desaprensiva, adelantan sus requiebros por la vía de las maquinaciones organizadas de manera solapada. Al disfraz de los nombres empleados (Fundaciones, Asociaciones), añaden la fijación de comportamientos corruptos.
Si nos descuidamos acabaremos aturdidos por las parafernalias pergeñadas con malas artes, incluso dudaremos de la existencia de mejores posibilidades. Me adhiero a la frase poética de Walt Whitman: Disfruta del pánico que te provoca / tener la vida por delante. Traduciendo la incertidumbre y las penurias de la vida, las naturales y las de origen perverso, en la orientación diferente de la mirada. Porque aún podemos dirigirla hacia una APERTURA fascinante en la búsqueda de los horizontes fronterizos. En esa tesitura cabe hablar de ese disfrute de los momentos creativos, propios, intransferibles, con las ilusiones intactas.
Con el siguiente indriso me hago eco de la sugerencia:
LA ILUSIÓN
Si la evasión domina, no propicia Esa región de los sueños, que puja Por la versión que consiga el embrujo. La rebelión se impone para dar A la pasión una bella carroza, Sutil ocasión digna del disfrute. Esa inmersión fascina y consigue una Nueva visión, voz viva, la ilusión.
Fíjense que no he dicho nada de su duración; muchas sucumben en los primeros embates. Ese combate pone en liza las condiciones personales, las circunstancias ambientales y los anhelos desplegados en el frontispicio mental. Por lo tanto, el talante animoso exige un dinamismo atento a las evoluciones de los elementos mencionados, no para una mera contemplación, sino para una implicación activa. Aparte de los dones naturales, el BAGAJE disponible depende en gran parte de nuestras actitudes; para el cultivo adecuado de las cualidades personales, en la modelación de los ámbitos en los cuales nos desenvolvemos, así como en el bosquejo de los anhelos en consonancia con los horizontes intuidos.
¿Cómo las forjaría yo las ilusiones para que no sólo fueran duraderas, sino generadoras de consistencias gratificantes? ¿En qué medida dependen de los enfoques adoptados para cada planteamiento? No es posible hablar de fijaciones previas ante las inclemencias del paso del tiempo que todo lo modifican. Hemos de acostumbrarnos a las maneras del FUNAMBULISTA, a la puesta en juego del conjunto de factores implicados para mantenernos integrados en aquella proyección inicial. Las influencias ajenas, colaboradoras o perjudiciales, se ven obligadas a respetar ese momento intransferible de la actuación. El actuante puede, pero no debe abdicar de su protagonismo.
Si bien la resiliencia asoma cuando tratamos de mantener las ilusiones para los emprendimientos creativos; caben pocas dudas, la resignación y el conformismo ramplón sólo adormecen las actitudes individuales. Esa resistencia no puede reducirse a la pasividad, precisa de los recursos de mayor alcance para sobreponerse a los efectos demoledores procedentes del exterior. El REVULSIVO con suficiente potencia para salvar las situaciones pesarosas, se surte sobre todo del sobrevuelo imaginativo para conformar posibilidades nuevas con iniciativas sugestivas. Pero requieren también del incremento de las vibraciones personales basadas en aquella implicación comentada y sus respuestas coherentes.
Retomo de nuevo las expresiones de Walt Whitman cuando nos incita a seguir la estela de los poetas vivos. Eso del sino poético no implica únicamente una implicación literaria. Se hace necesario el peculiar sentimiento evanescente por su capacidad de superponerse a las cuitas cotidianas y sus virtudes para abrirse a los espacios menos visitados. No desde una palabrería hueca, al contrario, con palabras inductoras de actitudes soñadoras sí, pero entroncadas con la realidad de sus practicantes. No como una invitación a lecturas y comentarios, que también; nos incita más bien a posicionarnos como PRACTICANTES de esos talantes buscadores de las cualidades entrañables.
A los numerosos inconvenientes soportados no podemos oponerles el cargamento de las ilusiones, estas no son provisiones dispuestas para su almacenaje; son productos perecederos con un deterioro progresivo sin el alimento de su actividad. Para el mantenimiento de esa vitalidad con tintes poéticos, hemos de cambiar la orientación, el depósito en el almacén ya no sirve; nuestras atenciones han de dirigirse a la frescura de los MANANTIALES antes de que accedan los efectos contaminantes, desbrozando los entornos y dispuestos a beber con la sed imperiosa de sus emanaciones. El esfuerzo del explorador ansioso, deriva en las sensaciones gratificantes y buenas aportaciones a la comunidad.
El despliegue de razonamientos es de una complejidad arrolladora, puede engullirnos como un verdadero agujero negro y anularnos por completo. Frente a ese poder, el núcleo personal no es negociable, pero debe mantenerse en plena actividad disfrutando de sus cualidades potenciales, sin renuncias que no vienen al caso, ni remilgos innecesarios. Ese foco individual puesto en actividad entraña la satisfacción por la PRESENCIA personal, cuyas reverberaciones contienen rasos decisivos con amplias repercusiones.
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