Los smart buildings o edificios inteligentes se han convertido en uno de los temas de actualidad. La aplicación del Internet de las Cosas (IoT) en los sistemas de gestión de edificios está suponiendo un punto y aparte para el sector. La necesidad de dotar de inteligencia a los edificios tiene unos objetivos entre los que destaca el ahorro de energía, la seguridad, la fluidez de los desplazamientos, etc.
Según datos de ABI Research, en el año 2020 se estima que más de 8 millones de edificios en el mundo serán inteligentes. Esto significa que los edificios contarán con algún dispositivo Internet of Things en forma de tecnología, aplicación o servicio.
KONE ya incluye en su oferta de servicios el IoT, los ascensores inteligentes, revolucionando así el sector de la elevación, y contribuyendo a mejorar el desplazamiento de las personas en los entornos urbanos. En este sentido, y como uno de los actores principales del sector, explica como el Internet of Things está cada vez más presente en la sociedad.
El Internet de las Cosas está impulsando una nueva generación de edificios inteligentes que se adaptan mejor a las necesidades de los ciudadanos y de las ciudades del futuro. La interconectividad entre los dispositivos de los edificios inteligentes permite a los sistemas operativos proporcionar una información más precisa y útil que se puede analizar y posteriormente utilizar para ofrecer una mejor experiencia a los usuarios. Los ascensores KONE hablan permitiendo obtener una gran cantidad de datos que se pueden monitorizar, analizar y visualizar en tiempo real, a través de sensores instalados en los equipos.
“En KONE estamos liderando una nueva era. Nuestros ascensores inteligentes suponen sin duda un paso adelante hacia las ciudades conectadas, proporcionando a nuestros clientes y usuarios una mayor disponibilidad de los equipos, transparencia y seguridad, y haciendo de nuestras ciudades mejores lugares donde vivir” afirma Áurea Gómez, Directora de RRHH, Comunicación y Marketing de KONE.
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