Este es el motivo de que adelante mi buena noticia y muchos la reciban con tres días de anticipación. Pero es que me voy de puente. Allí donde voy a estar no cuento con el, ya imprescindible, Internet. Pero voy a prescindir de él.
A lo largo del año se van sucediendo puentes de todo tipo y con todas las denominaciones. El del día del trabajo (en el que no se trabaja), el de Semana Santa, el del Pilar, el de la “Inmaculada Constitución” y algún otro que nos saquemos de la manga.
El puente es un gran invento. Nos permite gastarnos la pensión recién cobrada, terminar de romper nuestros vehículos y hacernos “tropecientas” mil fotos ante el monumento o paisaje que hayamos elegido. A veces nos pasa como aquél alcalde que quiso poner un puente en su pueblo… aunque no hubiera río. Desgraciadamente los parados tiene un largo puente que no desean.
Bienvenidos estos días de descanso y relax. Espero que los noticiarios nos dejen también descansar de juicios, robos de pequeña, mediana o gran escala, títulos falsos y sonrisas, carcajadas, lágrimas y desesperaciones futbolísticas. (Esto último es más difícil).
Me he pertrechado de un par de libros, unas zapatillas deportivas y un chubasquero. Con todo esto podré sobrellevar las contingencias que se me produzcan en mi retiro Torrebenagalbeño. Volveré a mi dominó con mis amigos locales y descansaremos de nietos (o no) durante tres o cuatro días.
Que ustedes lo pasen moderadamente bien. Lo que es una buena noticia.
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