En la teoría de negociación entran muchos principios donde podemos incluir a la estrategia, los intereses de todas las partes, el timing, las potencialidades, los riesgos, los protagonistas, la comunicación, las percepciones de los ciudadanos, etc., y puede producirse un win-win, un win-lose, un lose-win o un lose-lose.
En las negociaciones también pueden entrar a valorarse coaliciones y alianzas lo que puede modificar de manera notable el tablero. Para negociar se debe tomar en cuenta el presente y también el futuro y las posibles consecuencias de la negociación PERO sin olvidar el pasado. Analizar qué ha ocurrido antes, los antecedentes e historia de las otras partes es importante para poder prevenir sus movimientos.
Las conveniencias también son variadas. Una cosa es lo que le conviene al representante público (a la persona de manera individual), otra a su partido, otra a su región o país, otra a sus votantes, otra a sus socios y otra a los ciudadanos. Por lo general cuando hablamos de política muchas de estas conveniencias entran en contradicción, quiero decir, que en muchas ocasiones lo que le conviene a un partido no le conviene a los ciudadanos, lo que le conviene a una persona con un cargo público no le conviene a su partido y así sucesivamente.
En la reunión de hoy entre el presidente de España, Pedro Sánchez, y el presidente de la Comunidad Autónoma de Cataluña, Quim Torra, hay muchos aspectos a tomar en cuenta. Uno importante, y el primero, es que no es una reunión entre iguales. No es una reunión entre dos presidentes de dos países diferentes. Es lo mismo institucionalmente que una reunión entre el presidente de España y el presidente de la Comunidad Autónoma de Andalucía, Extremadura, Canarias, Galicia o Madrid. Otra cosa es la parte mediática y las consecuencias para cada una de las partes involucradas en la negociación.
¿Por qué el título del artículo “Comprar el Tiempo”? Si el presidente de España y el de la Comunidad Autónoma de Cataluña quieren un win-win habría que buscar los aspectos donde ambos ganan/ceden una cantidad similar de algo que cada uno necesita/tiene.
Por las características del gobierno de Sánchez que está en minoría en el congreso, con unos presupuestos presentados por el gobierno anterior y como máximo dos años de legislatura, lo que necesita hacer son muchos gestos, muchas pequeñas decisiones pero que comuniquen a los suyos, tener logros simbólicos, etc., que permitan aparecer diariamente en los titulares de los medios de comunicación, porque de esa manera puede producir la percepción en los ciudadanos de un gobierno que hace cosas, que actúa, que resuelve, que se mueve, en contraposición al inmovilismo del que ellos mismos acusaban al gobierno de Mariano Rajoy. En realidad no tienen por qué ser acciones efectivas o necesarias, pero tienen que ser visuales, simbólicas, que movilicen opinión y que tengan resonancia en los medios. Por el otro lado tenemos a Quim Torra, encabezando una coalición de partidos y movimientos ciudadanos independentistas de muy diferentes ideologías, con compañeros de su movimiento en la cárcel, con una legislación que no le deja llegar más allá de donde han llegado políticamente PERO con unos votos en el congreso que le han servido al presidente de España, Pedro Sánchez, para desalojar a Mariano Rajoy del Gobierno y posiblemente le servirán para mantenerse allí por el tiempo que pueda/quiera/le convenga…
Entonces, ¿qué puede convenirle a cada uno para lograr una negociación win-win? Hay diversos temas sobre la mesa, pero luego de estar muchos años como consultor de políticos, creo que Pedro Sánchez va a buscar TIEMPO. La situación en esa región de España llamada Cataluña es uno de los temas donde Sánchez puede conseguir los mayores escollos para tener mejores resultados en las próximas elecciones (2019 y posiblemente 2020). Ceder al gobierno de Cataluña puede implicar entrar en contradicciones con las otras regiones de España donde el PSOE también obtiene sus votos. Si das al gobierno de Cataluña lo quitas de algún otro sitio, y esos sitios serán regiones donde el PSOE y Pedro Sánchez también obtiene votos.
Para evitar esa contradicción que les dé oxígeno a los adversarios políticos de Sánchez no hay nada mejor que chutar el balón hacia adelante. Si es tan adelante como para después de las elecciones será lo ideal para Sánchez. El presidente de España no puede hacer mucho porque lo que pide Torra tiene un límite claro, la legislación vigente. Sánchez no puede traspasar ese muro, y adicionalmente, lo que piensen (y sientan) sus propios votantes de otras regiones de España, también es otra barrera relevante que impide a Sánchez ceder lo que Torra quiere.
Por eso se me antoja pensar que Sánchez buscará “comprar” TIEMPO a Torra, meter el tema de Cataluña en el “refrigerador” hasta las próximas elecciones. Chutar hacia adelante es ganar tiempo. Torra sabe que si calienta el tema catalán, Sánchez se verá en una tesitura que no desea, que no le conviene, porque tendrá que actuar contundentemente contra cualquier paso del independentismo fuera de la ley y se quedará sin los votos independentistas en el congreso de los cuales depende. Torra sabe que le puede dar a Sánchez lo que necesita, el tiempo, PERO ESO NO VA A SER GRATIS. Como contrapartida, Sánchez tiene algo que Torra necesita que es DINERO. Como sabemos, Cataluña tiene una gran deuda con el Estado y Sánchez sabe que Torra necesita mucho dinero también para tapar agujeros, resolver problemas creados y tener la capacidad de seguir financiando su proceso independentista que requiere muchos millones de euros. Por lo que el dinero Y LA POSIBILIDAD DE QUE NO SE LE CONTROLE CÓMO LO GASTA son sonidos celestiales para Torra.
Así que ya tenemos lo que ambos necesitan y lo que ambos pueden ofrecerse el uno al otro, TIEMPO Y DINERO. Por eso yo estoy casi seguro que la negociación se basará en que Sánchez ofrezca dinero de todos los españoles (incluyendo los catalanes) para que Torra le ceda tiempo y que no le caliente el tema catalán hasta tal punto que comience afectar el conflicto de intereses de Sánchez y su posición política en vistas a las siguientes elecciones (2019 y posiblemente 2020).
La reunión entre Sánchez y Torra será una compra-venta de tiempo. La “post-reunión” Una cosa es el acuerdo REAL y otra cosa es lo que las partes quieran que se transmita y se comunique sobre el acuerdo. Muchas veces el problema de los acuerdos entre partes no son los términos de la negociación en sí, sino cómo acordar que se comunique lo que les conviene a ambas partes y que ninguno quede como perdedor ante los suyos.
Posiblemente la comunicación posterior al encuentro sea muy diferente a lo que REALMENTE se haya acordado, porque comunicar un win-win puede convertirse en un lose-lose para los suyos en términos de percepción.
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