La clasificación de Croacia a la final del Mundial se tradujo en una victoria económica para el país, donde el gasto alcanzó niveles récord a medida que los aficionados se apuran a comprar cervezas, televisores y comida para seguir las acciones en Rusia.
Konzum, la cadena minorista más grande de Croacia, dijo que la venta de patatas fritas aumentó un 100% en comparación con el año pasado, un snack que los hinchas consumieron en masa en la victoria (2-1) ante Inglaterra en el tiempo de prórroga.
Muchos también verán la final del domingo contra Francia en un televisor nuevo, ya que algunas tiendas informaron de un aumento del 400 por ciento en sus ventas durante la Copa del Mundo en comparación con el año pasado.
Esas ventas contribuyeron a las cerca de 12.950 millones de kunas (unos 1.756 millones de euros) gastados por croatas y turistas desde que comenzó el Mundial a mediados de junio, según datos de la oficina de impuestos publicados este jueves por el diario Vecernji List.
Los ministros del gabinete croata vistieron las camisetas rojas y blancas a cuadros de la selección en su reunión del jueves, y el primer ministro Andrej Plenkovic dijo que el camino a la final de la Copa del Mundo es "la mejor promoción posible a nivel global para el país".
Analistas coinciden en pronosticar un impulso en el turismo, que ya aporta casi el 20% del Producto Interno Bruto del país. "Esta es una gran promoción para Croacia a nivel mundial que se reflejará sin dudas en un mayor interés en el país", dijo el analista económico Mladen Vedris.
"Espero que tengamos aún más turistas, aunque no debería ser el único foco. Debemos aprovechar esta oportunidad para atraer más inversiones también", añadió.
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