El periodo estival no solo conlleva un cambio de armario, sino también de despensa. Así lo confirman los últimos datos del XIII Panel de Hábitos Saludables de Herbalife Nutrition, y es que el 72% de los españoles confiesa cambiar su alimentación en verano. Sobre todo las mujeres (77%), que se muestran más dispuestas que los hombres (69%) a cambiar su alimentación durante este periodo del año. Sin embargo, ¿es conveniente y saludable cambiar nuestra alimentación en verano?
“Deberíamos adaptar nuestra alimentación a cada etapa del año, incluyendo alimentos de temporada que se encuentren en el momento perfecto para su consumo, debido a que nos ofrecen una mayor cantidad de nutrientes”, señala el Dr. Julián Álvarez, especialista en medicina deportiva, nutricionista y miembro del Consejo Asesor de Herbalife Nutrition. “Si bien es cierto que nutricionalmente asociamos al verano con un mayor consumo de alimentos saludables, como frutas, verduras y hortalizas, también debemos tener en cuenta que llegan alimentos típicos del verano ricos en grasas y azúcares, como helados y bebidas azucaradas y alimentos fritos”, añade el Dr. Julián Álvarez.
La llegada del verano también implica un cambio en las técnicas de cocina y procesado de los alimentos. Los platos de cuchara, como las sopas, purés o guisos, son menos apetecibles en esta época, ya que buscamos alimentos más frescos y de más sencilla digestión No obstante, no se debe cometer el error de dejar totalmente de lado ciertos alimentos saludables, como las legumbres, ya que se pueden incluir a través de otro tipo de elaboraciones. 5 sustituciones sencillas para hacer tu verano mucho más saludable
- Ensalada de judías o garbanzos en lugar de fabada o cocido: las legumbres son uno de los alimentos asociados con el invierno. No obstante, debido a su valor nutricional podríamos seguir consumiéndolos durante el verano. Una de las opciones más sencillas es prepararlas en ensalada junto con vegetales, como zanahoria, tomate y cebolla.
- Sopas frías en lugar de sopas calientes: la sopa es uno de los primeros platos más habituales en invierno. En verano, tenemos la posibilidad de recurrir a sopas frías si queremos complementar nuestro plato principal. Más allá del gazpacho, el salmorejo y el ajo blanco, existe una infinidad de recetas que harán las delicias de todos, como la sopa fría de pepino, yogur y menta, o la sopa fría de tomate y almendra.
- Smoothies proteicos en lugar de refrescos: la hidratación es uno de los aspectos más importantes de nuestra dieta durante los meses de verano. La reina de las bebidas saludables es el agua, pero si queremos prepararnos una bebida especial podemos optar por smoothies o batidos de fruta. La clave es recordar incluir algún ingrediente alto en proteínas como leche, yogur o, si lo preferimos, podemos añadir un preparado de proteínas vegetales como PRO 20 Select de Herbalife Nutrition. De esta forma será un alimento mucho más equilibrado y no solo nos aportará hidratos de carbono, sino también proteínas.
- Helados frutales en lugar de helados tradicionales: las altas temperaturas invitan a consumir este alimento con una mayor asiduidad, sin embargo los helados tradicionales suelen ser altos en azúcares añadidos y grasas poco saludables. Si queremos consumirlos con mayor asiduidad podemos hacer nuestros propios helados caseros, para ello solo necesitamos congelar dos plátanos cortados en rodajas junto con la misma cantidad de nuestra fruta favorita. Más tarde, con toda la fruta congelada, la ponemos en una batidora, añadimos un poco de leche vegetal y trituramos hasta que se forme una crema con textura de helado.
- Té frío en lugar de infusiones: mantener una correcta hidratación es un asunto clave en nuestra alimentación en verano. Si bien no nos va a apetecer una infusión por su temperatura, el té sigue siendo un poderoso aliado de nuestra salud e hidratación que podemos consumir en verano haciéndolo en frío. Podemos prepararlo en mayores cantidades y guardarlo en la nevera.
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