El recién celebrado FIB, el Tomorrowland, el Dreambeach...Que el verano es época de festivales es una realidad evidente que lleva a cientos de aficionados a desplazarse cada año en busca de música, diversión y un entorno al aire libre cargado de emociones que constituye un atractivo en sí mismo.
Sin embargo, no es oro todo lo que reluce, sino que acudir a uno de estos eventos puede salirnos más caro de lo que parece. De hecho los precios de los alquileres vacacionales se han disparado -en algunas zonas el coste llega a incrementarse hasta un 130%-, y los antiguos campings han dado lugar a un concepto mucho más glamouroso: el glamping.
A los gastos de alojamiento hay que sumarle el de los billetes de avión/tren/autobús o gasolina, el de las entradas, los de las comidas, etcétera. Para que te hagas una idea, el coste medio por día de acudir a un festival es de 223 euros. Pero los hay que superan los 900, como el Øya Festival en Noruega. Por estas razones el comparador Acierto.com ha recabado algunos trucos que evitarán que nos rasquemos el bolsillo.
Una investigación previa, claveAntes de sacar la entrada lo ideal será que revisemos el cartel para conocer qué día es el que más interesa ir. En muchas ocasiones es preferible sacar una entrada de día en lugar del abono completo, sobre todo en festivales de mayor duración.
Averigua también qué distancia hay desde el alojamiento hasta el festival en sí mismo, si necesitarás transporte alternativo, y qué actividades existen por la zona, especialmente si quieres ir más allá de los conciertos. Investiga también los restaurantes del lugar, supermercados y tiendas, y haz un cálculo aproximado de los gastos. Piensa dónde lo llevarás para tenerlo controlado en todo momento -una riñonera cruzada o similar servirá- y comprueba que tendrás cerca cajeros que operen con tu entidad. Llévate provisionesEn caso de no tener un supermercado cerca, aprovisiónate. Si te quedas en el camping del recinto, opta por alimentos no perecederos, por los frutos secos, las conservas, la fruta -que no esté demasiado madura, eso sí-, por los envasados al vacío y hazte con una bolsa térmica al menos. Descarta lácteos, huevos y similares y; si puedes llevarte una pequeña nevera de playa, tanto mejor. Otro truco para mantener frescas las bebidas es envolverlas en papel de plata. No olvides el menaje de plástico y las servilletas. El desplazamientoOtra buena idea es compartir coche para acudir al festival. En caso de ir en pareja, subir el viaje a una plataforma específica tipo Amovens o BlaBlaCar nos ayudará. Si finalmente conseguimos coincidir con personas que también asisten al evento puede resultar una experiencia todavía más gratificante. Además, esto nos obligará a ahorrar también en otro aspecto: el equipaje.
Una alternativa muy factible es la de aprovechar el día 25 de cada mes, cuando la Renfe saca a la venta billetes a este precio, para comprar el pasaje de tren. En caso de viajar al extranjero, lo ideal será que comparemos precios, preferentemente también con tiempo. Algunas agencias especializadas y touroperadores, por otra parte, ofrecen algunas promociones interesantes y no perdemos nada por consultar. Conseguir alojamiento económico es posibleSi nos centramos en el alojamiento, será fundamental reservar con al menos cuatro menos de antelación para evitar subidas de última hora. Si no hemos podido hacerlo quizás la opción más económica sea optar por una furgoneta grande en la que acoplar unos colchones cómodamente. También podemos recurrir al tradicional camping, al intercambio de casas vacacionales o a otras iniciativas como el coachsurfing.
En esta última plataforma encontraremos a personas que quieren compartir su casa y enseñarnos la ciudad con el fin de conocer a gente, intercambiar ideas, etcétera. De hecho, lo suyo es que nosotros hagamos lo propio. Ahora bien, se trata de un tipo de práctica que hay que cuidar y que va más allá de conseguir casa gratis. En este caso concreto, el seguro de hogar actúa como si los inquilinos fueran amigos del propietario y estuviesen realizando una visita.
Contratar un seguro de viaje, por otra parte, puede parecerte a priori innecesario. Pero los hay muy económicos y merece la pena si tienes cualquier percance que realmente sí podría acabar costándote mucho dinero. Estas pólizas te cubrirán en caso de enfermedad, accidente, e incluso evacuación. Y suelen hacerse cargo de las pérdidas de vuelos y conexiones, de los robos, del extravío del equipaje y otras situaciones. Convertirse en fest masterNo podíamos dejar de hablar de los fest masters. Se trata del festivalero profesionalizado cuyo trabajo es acudir a festivales de música para fomentar un ambiente sano, dinamizar la fiesta, y compartirlo en redes sociales. Algunos llegan a cobrar hasta 1.500 euros por evento. Y no se requiere ningún requisito especial, sino que basta con ser un apasionado, con saber lo que se lleva, qué ver, qué tomar, cómo vestir. Es decir, con tener carisma y disfrutar haciendo partícipes a los demás.
A efectos prácticos lo habitual es que las distintas marcas, patrocinadores del festival o similares, lancen una propuesta en redes para que los interesados se inscriban. A posteriori suele haber un casting en el que se decide quién es el más idóneo para el puesto. Hacerse voluntarioAlgunos festivales ofrecen la posibilidad de inscribirse como voluntario y ayudar en tareas sencillas. A cambio podrás de los disfrutar de los conciertos al aire libre. Lo habitual es que tengas que llevar ciertos materiales, acomodar a la gente, organizar, etcétera. Además es probable que también te paguen algo. Recomendaciones para un festival seguro y saludableMás allá de lo comentado y si nos centramos en otros problemas asociados a los festivales, no podemos dejar de hablar de los que tienen que ver con la salud. Son frecuentes afecciones como las gastroenteritis, las insolaciones y golpes de calor, las enfermedades de transmisión sexual, etcétera.
Para evitarlas habrá que tomar algunas precauciones básicas como seguir cuidando de la alimentación durante esos días, hidratarnos correctamente, protegernos del sol con las gafas y protector solar adecuados, salvaguardar nuestros tímpanos, no abusar de las bebidas alcohólicas, y llevarnos alguna prenda de abrigo para alejarnos de los resfriados.
En cuanto a nuestra integridad física propiamente dicha, trataremos de ubicar desde el principio las salidas de emergencia, evitaremos desplazarnos corriendo en caso de alarma, y trataremos de mantener el orden. Es importante llevar nuestra identificación, establecer un punto de encuentro, no llevar objetos de valor, y mantener los sentidos alerta.
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