
París es el paradigma del estilo y la elegancia, una cita ineludible para cualquier amante de la moda. Ahora bien, ¿qué sitios merecen una visita y qué actividades pueden realizarse en esta fabulosa ciudad?
Megan Hess, con su inimitable visión de la moda, nos invita a descubrir sus lugares favoritos de la Ciudad de la Luz para visitar, comprar, comer y dormir. Desde ver pasar a la gente en la rue Saint-Honoré hasta tomar un soberbio cóctel en el Ritz, desde admirar el exclusivo establecimiento insignia de Chanel hasta curiosear entre la mezcla fascinante de productos de Merci, las páginas de este libro nos revelan el París más sofisticado y chic.
Me enamoré de París mucho antes de ir a Francia. De pequeña soñaba con todos los clichés parisinos: desde subir a la Tour Eiffel hasta montar en bicicleta por las calles adoquinadas y, por supuesto, comer baguettes y pasteles a todas horas.
Cuando finalmente fui a la Ciudad de la Luz, con poco más de veinte años, descubrí que París era lo que siempre había soñado. A la sazón no tenía ni un céntimo, pero, aun así, todas y cada una de las experiencias que me brindaba esa romántica ciudad me parecían extraordinarias. Recuerdo que un día, mientras saboreaba un helado en el precioso Jardin des Tuileries, me pregunté si alguna vez llegaría a trabajar en ella. Cuando por fin lo conseguí, ¡no cabía en mí de contenta! Uno de mis primeros encargos importantes fue para Cartier, y consistía en ilustrar la colección Paris Nouvelle Vague de la firma francesa.
Me aconsejaron tomarme el tiempo necesario para admirar la belleza que me rodeaba, en lugar de lanzarme sin más a ilustrar las joyas: una magnífica metáfora sobre la vida que nunca he olvidado. Ello también me permitió comprender la excepcional minuciosidad de los parisinos y su desbordante entusiasmo. Desde entonces, he tenido el privilegio de colaborar con muchas otras firmas de lujo francesas, tan emblemáticas como Dior, Louis Vuitton, Chanel y Le Bristol Paris. La ciudad del Sena se ha convertido en una formidable fuente de inspiración para mi trabajo como ilustradora de moda. La visito varias veces al año, y en cuanto veo un pequeño balcón de hierro forjado, con una original maceta repleta de rosas francesas, me invade la emoción.
Con el tiempo he ido elaborando una larga lista de mis lugares favoritos para estar en contacto con la moda, disfrutar de la gastronomía francesa, ir de compras y explorar mil y un rincones. Desde cenar en los más selectos restaurantes, con cristalería de Baccarat, hasta descubrir pequeños y modestos bistrós, ¡París deleita con innumerables y fabulosas experiencias! Y las compras, tanto en las firmas de alta costura como en eclécticos mercadillos en busca de algún tesoro escondido a un precio irrisorio, son una experiencia fascinante. Al margen de todo lo que París puede brindarle a quien sienta pasión por la moda, como es mi caso, creo que también es la mejor ciudad del mundo para ver pasar a la gente. Mi lugar favorito para ello es el Café de Flore: me encanta sentarme a una pequeña mesa y dibujar las fabulosas creaciones de pasarela que desfilan ante mis ojos mientras tomo, sorbo a sorbo, un delicioso expreso. Confío en que esta guía permita descubrir, no solo un sorprendente lugar del que enamorarse, sino también toda la belleza y esplendor de la Ciudad de la Luz.
Megan Hess nació para dibujar. Tras formarse en diseño gráfico y especializarse en dirección artística, ha trabajado para algunas de las principales agencias de diseño del mundo. En 2008 ilustró el éxito de ventas Sexo en Nueva York, escrito por Candace Bushnell. Desde entonces, ha ilustrado retratos para las revistas Vanity Fair y Time; ha creado emblemáticas ilustraciones para Cartier, en París, y animaciones para Prada, en Milán, y ha ilustrado los escaparates de Bergdorf Goodman en Nueva York. El distintivo estilo de Hess también se puede encontrar en los artículos para el hogar y los grabados de edición limitada que se venden en todo el mundo. Algunos de sus prestigiosos clientes son Chanel, Dior, Tiffany & Co., Yves Saint Laurent, Vogue, Harper’s Bazaar, Cartier, Balmain, Montblanc, Wedgewood y Prada. Cuando no está trabajando en su estudio, se la puede encontrar en un acogedor café de Manhattan dibujando en secreto a toda la gente chic de Nueva York que la rodea.
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