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“Actuar y cantar nos da motivos para vivir"

Entrevista al Dúo Dinámico
Teresa Berengueras y Rafa Esteve-Casanova
jueves, 4 de octubre de 2018, 08:19 h (CET)

Ramón Arcusa y Manuel de la Calva, nacieron en Barcelona con una diferencia de dos meses, pero, cosas de la vida, en distintos años, uno nació en el 36 y el otro en el 37. Se encontraron trabajando en una casa en la que fabricaban motores para aviones. Ramón había formado un trío con su hermano mayor y un amigo y Manolo formaba parte de un club de jazz. En las fiestas navideñas de la empresa Ramón y Manolo cantaban villancicos. Aquellos encuentros les dieron ánimos para convertirse en dúo musical. Se llamaban The Dinamic Boys. Se buscan la vida como dúo y la primera actuación la hacen en el programa “La comarca nos visita” programa de Radio Barcelona, el presentador del programa, Enrique Hernández, les dice que no sabe inglés y que les va a presentar como Dúo Dinámico, no se oponen, quieren cantar, ser conocidos y desde ese día, 28 de diciembre de 1958, inician una carrera ascendente y crean impacto en los escenarios, por lo que cantan y cómo lo hacen, nace un dúo pop y con él los grupos de fans, las primeras en España, fueron los pioneros en eso. Delante de la casa de Ramón Arcusa, sede central del Dúo, en la calle Rosellón de Barcelona, las niñas cuando iban y salían de clase, y muchas veces haciendo pellas, esperaban la salida de estos dos cantantes. Sus discos se vendían, en 1959 graban su primer EP y hasta el año 1967 graban un total de 36 discos, 144 canciones en total, la mayoría compuestas por ellos.

Entre 1960 y 1964 intervienen en cuatro películas, les conocen en Argentina, Chile, Perú, Venezuela y México en donde actúan en repetidas giras de conciertos.

En el año 1972 deciden retirarse, la canción protesta les come terreno, dicen adiós desde el programa “Estudio Abierto”, presentado por Iñigo .

Ambos siguen en el mundo de la canción como compositores y productores de otros cantantes.

El Dúo se ha ido pero quedan dos profesionales del mundo de la música. Ellos han determinado no volver ya que su nuevo trabajo, una continuación del que estaban haciendo, les llena completamente.

Antes de irse, en 1968, celebran que su canción, “La, La, La”, cantada por Massiel, gana el festival de Eurovisión, Massiel le gana a un favorito inglés, Cliff Richard, en el Royal Albert Hall de Londres.

En el año 1977 Julio Iglesias entra en la vida del Dúo, hace años que Julio quiere que Ramón Arcusa sea su productor, al final, en 1978, el Dúo compone “Soy un truhán, soy un señor” y creen que esa canción es para Julio Iglesias, es quien mejor la puede defender e interpretar y así es, la corea el mundo entero. Aunque no sólo le han creado esta canción también han escrito para él temas como “Pobre Diablo”, “Quijote” y otros, y además, Ramón, se queda con Julio hasta 1995. Julio, con la colaboración del Dúo, se calcula que ha vendido 150 millones de discos.

Pero el Dúo vuelve, vuelve en 1978 y después de ese año, ha seguido, ahí está cada año dando conciertos por toda España, agotan las localidades en tiempo récord, como cuando empezaron, el público los aclama, se lo pasa bien, conoce sus canciones y las baila.

El próximo año celebrarán sesenta años en el escenario, un tiempo récord, únicos y este próximo sábado cantan en el Gran Teatro del Liceo de Barcelona, no es la primera vez, lo hacen por cuarto año consecutivo, otro récord. El Liceo, es mucho Liceo, como el Dúo.

Hemos hablado con ellos para saber cómo están de ánimos.

Hace unas semanas actuabais en Majadahonda, llovía, pero cinco mil personas aguantaron la lluvia para escucharos hasta el final. ¿Vuestros seguidores os aman hasta ese extremo? ¿Son siempre tan fieles?
Manolo- Fue emocionante comprobar que terminamos el concierto con las mismas personas que nos habían venido a ver, a pesar de la lluvia que, estoicamente, aguantaron, guareciéndose, los que podían, utilizando las sillas. Si, el público es igual en todas partes, nos consideran personas cercanas y nos tratan como si fuéramos de la familia, no hay barreras; lo noto cuando voy al mercado y la gente se me acerca y me ayuda en lo que creen que no soy ducho, en la compra, porque voy solo y claro ¿qué puede hacer un hombre solo comprando en el mercado? ¡Es divertido y muy bonito!

El seis de octubre cantareis en el Gran Teatro del Liceo de Barcelona, con todo el aforo vendido desde hace semanas, ¿qué significa para vosotros estar actuando en este escenario por el que han pasado las grandes voces de la ópera?
Ramón – Este será el cuarto año consecutivo en que acudimos al Liceo. Antes estuvimos en el Palau y en el Auditori. Nunca podíamos haber soñado con cantar en este Sancta santorum de la música, es un honor para nosotros, que empezamos en Piscinas y Deportes o en la brasería del Hotel Majestic, donde nos acompañaba el gran Tete Montoliu. Que nuestro público llene otra vez el Liceo como dicen los de MasterCharge, is priceless, no tiene precio. ¿Podemos pedir más?

Vuestras fans, empezaron a seguiros cuando tenían quince años, ahora ya deben ser madres y abuelas ¿siguen asistiendo a vuestros recitales, lo hacen acompañadas de su nueva familia? ¿Estáis arrastrando a una tercera generación?
Manolo - Nuestras fans-amigas, nos siguen y nos recuerdan como algo bonito que les ocurrió cuando tenían 15 años; asisten a nuestros recitales y hemos podido comprobar que a medida que el concierto avanza ellas van cambiando la expresión de sus caras, y reviven y se transforman a aquellos bonitos años en que eran muy jóvenes y tenían toda una vida por vivir. Volver a tener quince años aunque sea por un par de horas.

Siempre decís que os sentís muy queridos por el público, ¿las Instituciones os han rendido los honores que merecéis?
Ramón – Nunca hemos pedido nada a la vida. Lo hemos hecho todo de la mejor forma que sabíamos, y no nos podemos quejar de lo que hemos recibido a cambio. Decenas de premios que podríamos llamar menores, de emisoras de radio de toda España, de la prensa, de concursos de canciones en los que participamos, y luego, algunos más notorios, como la medalla por ganar Eurovisión en 1968 con el La, La, La, el Premio de la Música de SGAE en 1999, la Medalla de Oro al Trabajo en 2010, o el Grammy Latino a toda una vida en 2014 que recibimos en Las Vegas. ¿Qué más podemos pedir?

¿Sois perfectos?, la voz, después de sesenta años cantando, ¿se quiebra?, ¿se mantiene?, ¿está mejor?
Ramón – ¿Perfectos? Por supuesto que no, nunca lo fuimos, pero una cosa hemos de decir, nuestras voces no han cambiado, tenemos el mismo tono de siempre. Cuando regresamos a los escenarios en 1978, creímos que sería necesario bajar el tono de las canciones, y lo intentamos, pero no sabíamos cantarlas, y volvimos a los tonos originales.

Ramón, vives en Miami y vienes a España para los conciertos con Manolo ¿en algún momento decidirás quedarte en América?
Ramón – No creas que no lo he pensado muchas veces. Yo soy un gran admirador de los USA, porque todo lo que hacemos en Europa lo han hecho antes allí. Primero criticábamos su forma de vivir, pero luego hemos ido asimilando todo lo bueno que tienen, que es mucho: un concepto de vida más fácil. No es una sociedad perfecta, pero es admirable en muchísimos sentidos. Aunque eso sucediera, siempre vendré a visitar mi patria: no hay nada –a pesar de que la política no esté en las mejores manos– como nuestro país, desde Cataluña a Cádiz, de Galicia a Murcia: sus paisajes, su gastronomía, sus gentes. No hay color.

Todo el mundo quisiera saber el secreto que tenéis para poder estar en los escenarios durante casi sesenta años, ¿Cuál ha sido el secreto?
Manolo - El secreto es que no hay secreto, nuestra vida artística ha sido larga y fructífera, ha sido difícil a veces, pero llena de ilusión; hemos trabajado muy duro, sin dejarnos llevar por nadie: hemos seguido el rumbo que nos marcábamos, y todo lo hemos hecho de la mejor manera que sabíamos. Y con el debido respeto el uno por el otro. Eso ha sido crucial.

¿En algún momento os habéis planteado jubilaros?, la jubilación legal llega a los 65 años y vosotros ya la pasáis en 16 años
Manolo -Jubilarse es morir un poco, es dar por sentado que lo mejor ha pasado ya, y me pregunto ¿por qué? En la vida hay que plantearse el porqué de las cosas: ¿estamos físicamente fuertes para continuar? Si, lo estamos; ¿tenemos la suficiente ilusión para hacerlo? Si, la tenemos. ¿El público sigue llenando los lugares donde nos anuncian? Sí, eso sucede; ¿Tratamos de competir con otros artistas? No, al contrario, admiramos a muchos de los nuevos grupos que salen al mercado. ¿Entonces? Entonces actuar y cantar nos da motivos para vivir.

Sois compositores de canciones que han cantado otros cantantes, temas que han barrido en las listas de éxitos y también en ventas, ¿por qué nunca habéis grabado ninguna de esas canciones?
Ramón – Sí que hemos interpretado algunas, especialmente en los conciertos. Ahora cantamos el La, la, la, de Massiel y Soy un truhán que compusimos para Julio Iglesias. Pero es cierto que hay muchísimas otras que compusimos y que quizá ni sabríamos cantar porque fueron escritas para intérpretes con un estilo personal. Tampoco nos preocupa, la verdad.

¿Algunas de vuestras canciones están dedicadas a alguna situación personal vuestra?, ¿vuestras mujeres, vuestra familia, se encuentran reflejadas en alguna de vuestras canciones?
Manolo– Claro que sí; en algunas de nuestras canciones hemos expresado el cariño que sentimos por nuestras mujeres, que han sido nuestra inspiración y nuestra ayuda. Pero en la mayor parte de las canciones hemos tratado de reflejar situaciones del momento y de la vida de otras personas. Compusimos, por ejemplo, Pobre Diablo para Julio en el tiempo en que se estaba divorciando de Isabel Preysler. Definía una situación específica de incertidumbre por la que (suponemos) se pasa en esa situación, aunque quizá llevada al extremo.

El Dúo, se forma en el año 1958 y sois un descubrimiento en el mundo del pop, cantáis con éxito hasta 1972, durante 14 años, os vais porque, en ese momento la canción llamada protesta, es la que tiene demanda, cada uno sigue en el mundo de la música, vuestro adiós era definitivo, pero en 1978, Antonio Asensio, creador del grupo Z, lanza el diario El Periódico y quiere que animéis la fiesta ese día. Os lo propone y vosotros no queréis volver a cantar, insiste y le pedís 500.000 pesetas por esa actuación pensando que os diría que no era accesible para su bolsillo, pero os dijo sí y empezasteis de nuevo hasta hoy, De estas dos etapas, ¿preferís alguna más que la otra?
Ramón – Todo eso es cierto. Creo que no hay nada como los principios, cuando crees que la cosa funciona, es como un flirt, eso que hemos sentido todos cuando te enamoras, y sientes que la otra parte, sea una mujer, o sea un público en este caso, te empieza a querer. Fue un romance entre nuestra música y la gente joven. Eso es único, irrepetible. Pero volver a los escenarios, habiéndote retirado y tener éxito de nuevo, y volver a grabar discos y nuevas canciones es una segunda vida. Pocos podrían presumir de ello. Antonio Asensio nos dio una segunda oportunidad y nunca supimos sus razones. ¡Gracias, allá donde estés!

¿Quién pensáis que mejor ha interpretado vuestras canciones?
Manolo - Los grandes cantantes, aquellos que tienen un éxito con una canción tuya son los que han aportado más a la canción, ya sea por su personalidad o por su popularidad; y claro, estamos hablando de Julio Iglesias, Camilo Sesto, José Feliciano, Ángela Carrasco, Manolo Otero y José Vélez entre otros.

¿Por qué duran tan poco los cantantes actuales?
Ramón – Lo peor que tenemos en estos momentos, quizá obligados por lo deprisa que van las cosas, es la obsesión de estar a la última, obsesión por el consumo, lo que incita a ‘usar y tirar’ lo anterior, como si fuera un clínex. Una canción sustituye a otra: la fantástica comunicación digital de que disfrutamos activa esa, llamémosla, ‘necesidad’ de mirar el móvil 100 veces al día, de estar a la última, de escuchar la última canción de tal y tal. Antes con la radio, la vida era más lenta y las cosas duraban más.

Habéis cantado en varios países Latinoamericanos, pero hace mucho que sólo cantáis en España, ¿por qué?
Manolo- Tienes toda la razón porque en América Latina nos quieren mucho, pero lo de no jubilarse, no quiere decir que hagamos la vida artística que hacíamos a los 25 años; hemos tenido y seguimos teniendo muchas ofertas para actuar en Perú, Ecuador, Argentina, pero nos da bastante pereza tanto viaje.

En el año 2011 Sony os ofrece grabar un disco para celebrar vuestros primeros cincuenta años en el mundo de la canción, os ponéis en marcha y sale “Somos jóvenes”, para los próximos sesenta, sólo faltan dos años, ¿tenéis preparado otro disco?, ¿alguna sorpresa?
Ramón – Pues mira, si: vamos a lanzar a través de plataformas digitales como Spotify y Apple Music un disco en directo que teníamos guardado, y que está muy bien, así como una perla casi olvidada que grabamos en Londres en 1970. De hecho, ya están subidas y accesibles en estas plataformas. Hemos adelantado el lanzamiento.

Para el Dúo Dinámico, ¿la edad está en la mente o en el cuerpo?
Manolo - La edad está en la mente sin duda…pero hay que cuidarse, ambas cosas son completamente indivisibles.



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