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Lo que un satélite artificial hace por ti, aunque no lo sepas | |||
Alzando la vista al cielo al anochecer podemos contemplar el satélite natural que orbita alrededor del planeta Tierra, la Luna | |||
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Esto, que no deja de ser sorprendente, es una constante en los distintos planetas del sistema solar, si bien no todos poseen un único satélite natural, ya que, por ejemplo, Júpiter cuenta con 64. Sin embargo, existe otro tipo de satélites, los artificiales, que orbitan alrededor de satélites naturales, asteroides o planetas y cuyo objetivo y finalidad suele ser muy específico. “Las comunicaciones tal y como las entendemos hoy en día no serían posibles sin el empleo y utilización de los satélites artificiales, sin embargo, son muchos los que no se paran a pensar en ello” indican desde Gimage. Los satélites artificiales nacieron durante la guerra fría, pero no fue hasta 1957 cuando la Unión Soviética lanzó el primero de ellos. Desde entonces, han sido muchos proyectos para diferentes fines, principalmente observación y comunicaciones, promovidos por otras naciones. Quizás sorprenda saber que en los últimos 30 años han sido lanzados al espacio un total de 1.738 satélites, siendo 13 de ellos lanzados por España. De todos estos satélites, el 42% se emplean para las comunicaciones, es decir, para permitir las comunicaciones entre un punto y otro de la Tierra. Sin duda, uso comercial, ya que incluye, por ejemplo, cobertura a radio, televisión, internet y telefonía. Del restante, la finalidad de un 34% de ellos es la observación del planeta Tierra, es decir, se dedican a tomar datos y fotografías que permiten desarrollar desde el planeta distintas investigaciones. Centrándose en los enviados por España, 10 de ellos se usan para comunicaciones, 2 para observación y uno para tecnología. Sin esta nueva y avanzada tecnología el mundo sería muy distinto a como lo concebimos hoy en día. Desde Gimage recalcan que “nuestro trabajo solo es útil si conseguimos llegar a las personas, es de eso de lo que trata la comunicación. Si no dispusiéramos de estos satélites, no podríamos comunicar o dar acceso a la información de la manera que lo hacemos, y por tanto nuestro trabajo y empeño resultaría inútil”. |
Un estudio internacional de siete linajes de plantas vasculares, que ha contado con la participación de investigadoras del Consejo Superior de Investigaciones Científicas en el Real Jardín Botánico, revela que el impulso del viento, las corrientes marinas y las aves han facilitado el asentamiento en las islas subantárticas de flora propia de zonas del hemisferio sur como Australia, Nueva Zelanda o Sudamérica.
Desde tiempos inmemoriales, la humanidad ha levantado los ojos al cielo y se ha sentido sobrecogida ante ese río de luz que atraviesa la noche. La Vía Láctea ha sido espejo de nuestros sueños, símbolo de lo divino, guía de peregrinos, escenario de mitos y, más tarde, objeto de ciencia. Su contemplación nos invita a una experiencia doble: maravillarnos y preguntarnos. ¿Qué es ese resplandor que cruza la bóveda celeste?
Este martes, 22 de abril, se conmemora el 55° aniversario del Día Internacional de la Madre Tierra, una fecha que nació en 1970 como un llamamiento urgente para proteger el medio ambiente y que hoy, ante la aceleración de la crisis climática, se consolida como un símbolo de acción colectiva. Bajo el lema "Nuestro poder, nuestro planeta", este año se centra en la transición hacia energías limpias y la restauración de ecosistemas para asegurar un futuro habitable.
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