Ole von Uexkull, director ejecutivo de la Fundación Right Livelihood Award, dijo: “El trabajo pionero de los Laureados para la rendición de cuentas, la democracia y la regeneración de tierras degradadas da una tremenda esperanza y merece la mayor atención del mundo. En un momento de deterioro ambiental alarmante y liderazgo político deficiente, muestran el camino hacia un futuro muy diferente".
Thelma Aldana (Guatemala) e Iván Velásquez (Colombia) reciben el premio honorario de este año «por su innovador trabajo al exponer el abuso de poder y enjuiciar la corrupción, reconstruyendo así la confianza de las personas en las instituciones públicas».
Desde Estocolmo, Aldana comentó: “Guatemala se había organizado para enriquecer a los actores de poder y eso es lo que hemos empezado a derrotar. Hoy en el país se sabe que sin importar de quien se trate, la justicia puede operar bajo un estado de derecho como factor clave para fortalecer la incipiente democracia”. A horas de recibir la distinción, Velásquez expresó: “La corrupción es un delito contra la humanidad y contra la dignidad humana. La lucha contra la corrupción es la lucha por la vida digna de todas las personas, pero especialmente de las mayorías excluidas”.
Los premios monetarios son para: Los saudíes defensores de derechos humanos y civiles Abdullah al-Hamid, Mohammad Fahad al-Qahtani y Waleed Abu al-Khair son distinguidos por el jurado «por sus esfuerzos visionarios y valientes, guiados por los principios universales de derechos humanos, para reformar el sistema político totalitario en Arabia Saudita». Es la primera vez que el Right Livelihood Award se entrega a personas de Arabia Saudí.
Los laureados que comparten este premio se encuentran actualmente en la cárcel. Estarán representados por miembros de la familia de al-Qahtani y el defensor de derechos humanos saudí Yahya Assiri. La Fundación Right Livelihood Award y Amnistía Internacional Suecia piden a Arabia Saudita que no solo libere a los tres laureados, que actuaron por medios pacíficos, sino también que deje de acosar y asesinar a defensores y activistas de derechos humanos.
En representación de los laureados, Yahya Assiri dijo: "Al-Hamid, al-Qahtani y Abu al-Kheer no solo están mejorando los derechos humanos, sino que inspiran y animan a muchos otros a seguir sus pasos. Si Arabia Saudí está interesada en reformas genuinas, como afirma el régimen, estos valerosos reformistas deberían ser celebrados como héroes en su país de origen en lugar de pasar años tras años en prisión".
El burkinés Yacouba Sawadogo, conocido como "el hombre que detuvo el desierto", recibe el premio «por convertir tierra estéril en bosque y demostrar cómo los agricultores pueden regenerar su suelo a través del uso innovador del conocimiento local e indígena».
Sawadogo destacó la importancia vital de la acción comunitaria, declarando: “Los seres humanos son los primeros responsables del deterioro del medio ambiente, los que hacen daño a la naturaleza, ya que todos lo presenciamos. Todos tenemos que trabajar por un mejor ambiente".
El agrónomo australiano Tony Rinaudo, conocido como el "fabricante de bosques" es reconocido por el jurado «por demostrar a gran escala que las tierras secas pueden ser reverdecidas a un costo mínimo, mejorando la calidad de vida de millones de personas».
Rinaudo, pionero de la Regeneración Natural Gestionada por Agricultores, dijo: “La regeneración natural administrada por los agricultores es vergonzosamente simple y está siendo adoptada por millones de los agricultores más pobres del mundo porque ven los beneficios: mayor producción de alimentos y forraje y mayor generación de ingresos. Uno de los mayores beneficios es invisible: la restauración de la esperanza".
Los tres premios monetarios equivalentes a 1 millón de coronas suecas (EUR 96,000) cada uno se usarán para respaldar el trabajo exitoso de los laureados.
El programa de premiación incluye, además de la ceremonia de entrega del Premio Right Livelihood, una semana completa de actividades y reuniones de alto nivel en Suecia, Suiza y Alemania.
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