Ante la bajada de las temperaturas, en la gran mayoría de hogares se recurrirá a la calefacción, uno de los gastos de mayor peso para la economía familiar. Y es que, con la llegada del frío aumentan los gastos en calefacción y electricidad. Encender los radiadores o activar la calefacción de gas natural puede conllevar un desembolso de 800 euros anuales en el caso de un piso y alrededor de 1.400 euros en el caso de una casa. Para evitar tirar el dinero y ahorrar al máximo en calefacción, el aislamiento de una vivienda es clave.
La mayoría de las viviendas españolas son una ruina en climatización. Los edificios consumen más energía que el sector del transporte (33%) o el sector de la industria (26%), según los datos del Instituto para la Diversificación y el Ahorro de Energía (IDEA). Esta energía se escapa en la vivienda por las paredes suelos, ventanas y cubiertas, El 30% de la energía se escapa por el tejado y el 25% por las paredes. A esto hay que sumarle que la mitad de las viviendas en España no cuenta con aislamiento ninguno. El 60% del parque de viviendas español es antiguo, construido antes de 1990, con construcciones muy deficientes desde el punto de vista energético. Aclimatar una vivienda suele incluir acciones básicas para conseguir el confort de la vivienda y el ahorro de nuestros bolsillos. Y es que con un buen aislamiento se puede conseguir hasta un 60% de ahorro de energía.
Es fácil intuir que por donde se producen más pérdidas de calor en la vivienda es por las ventanas, pues son los elementos de menor espesor y capacidad de aislamiento. Por este motivo, son los primeros elementos a mejorar, ya que si se dispone de un presupuesto limitado, es una buena opción para ahorrar energía. Para ello, se debe contar con una ventana de doble cristal que integre un sistema de rotura de puente térmico que integran un elemento aislante que impide que el calor saga el exterior a través de la carpintería de PVC que garantice su impermeabilidad y la entrada y salida de aire. El precio medio de instalar una ventana es de 785 euros, según los presupuestos registrados por los profesionales de habitissimo.
Por otro lado hay que tener en cuenta que los edificios antiguos (de más de 50-60 años) no suelen tener aisladas sus fachadas; por este motivo es imprescindible introducir un aislamiento térmico que mejorare sustancialmente el confort y reduzca el gasto energético. “Si las fachadas son de dos tabiques de ladrillo con una cámara de aire en su interior, la solución es inyectar una espuma aislante en su interior a través de unos taladros, un sistema rápido y limpio. Si solo es de un tabique, se adosa en su cara interior un panel o manta aislante y se tapa con placas de yeso tipo Pladur o Placo (algunas de estas placas ya incorporan el aislamiento)” afirma Carlos Naveda, director general de habitissimo en España. El precio medio de aislar una fachada es de 1.537 euros, según los presupuestos registrados en habitissimo.
En cuanto a la calefacción es imprescindible ajustar el encendido de la calefacción al horario real de ocupación de las viviendas y apagarla por la noche, ya que cuando estas acostado y arropado no es necesaria la calefacción ya que con 15-17oC es suficiente para dormir confortablemente. Por otro lado, siempre que sea posible, se recomienda ajustar el termostato a 20-21oC. Ya que hay que tener en cuenta que por cada grado que se incremente la temperatura de un edificio o vivienda, el consumo energético aumenta en un 7%, al igual que el gasto en calefacción y las emisiones de CO2.
|