“El proyecto de Jaume Vallcorba, de crear un catálogo transversal, desacomplejado y cuidadoso no sólo en la elección de los textos, sino también en su factura, se ha materializado en estas dos décadas. Es un festejo de veinte años de amor a la literatura, al pensamiento, al diálogo, al buen hacer y, sobre todo, a la libertad y naveguemos juntos por nuestro catálogo, que es a la vez historia y presente, compartiendo la fascinante capacidad de transformar el mundo que tienen los buenos libros”. Afirma Sandra Ollo, editora de Acantilado.
Como inicio de esta celebración, Acantilado acaba de publicar textos de dos brillantes y reconocidos autores: Fernando Pessoa y Stefan Zweig.
El mendigo y otros cuentos. Edición de Ana Maria FreitasTraducción de Roser Vilagrassa.
Reúne doce relatos que brindan al lector la oportunidad de descubrir otra faceta del vasto y cambiante universo narrativo de Fernando Pessoa. Estos cuentos, ora paradójicos, cuando las situaciones presentadas desafían el sentido común, ora incluso cercanos a la fábula, cuando concluyen con una moraleja, o filosóficos, cuando plantean diálogos con enigmáticos maestros que asumen distintos rostros de un cuento a otro (el mendigo, el eremita, el borracho), enigmas impenetrables, hipótesis metafísicas o temas de la tradición esotérica. Con ellos, Pessoa nos invita a realizar un viaje iniciático a una dimensión distinta, sorprendente incluso para los lectores más familiarizados con la obra del escritor lisboeta.
Fernando Pessoa (Lisboa, 1888-1935), poeta y ensayista, se ha convertido, con una obra tan heterodoxa como extensa, en una de las cimas literarias de todos los tiempos. Publicó en vida poemas y ensayos literarios en diferentes revistas de vanguardia, y pasó sus días anónimamente como traductor de cartas para distintas empresas de Lisboa. En Acantilado han aparecido Libro del desasosiego (2002, nueva edición ampliada en 2013), Crítica: ensayos, artículos y entrevistas (2003), La hora del diablo (2003), La educación del estoico (2005), El regreso de los dioses (2006), Escritos sobre genio y locura (2013) y Quaresma, descifrador (2014).
Américo Vespucio, Relato de un error histórico Traducción de Joan Fontcuberta
Américo Vespucio, que legó su nombre al Nuevo Mundo, no participó sin embargo en su descubrimiento, ni tampoco pretendió jamás bautizarlo. Entonces, ¿por qué lleva su nombre el continente? En este ensayo, escrito en 1941 y publicado póstumamente, Zweig reconstruye el conjunto de circunstancias, casualidades y malentendidos que explican el extraño error que inmortalizó a Vespucio. Paradójicamente, Colón descubrió América, pero no la reconoció, mientras que Vespucio, que no la descubrió, fue el primero en reconocerla como un nuevo continente. Y es que lo decisivo de un hecho es el conocimiento que tenemos del mismo, y por eso, como señala Zweig, quien «lo narra o lo explica puede resultar más importante para la posteridad que quien lo llevó a cabo».
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