Uno de los inventos que han revolucionado la historia de la humanidad está de aniversario. La World Wide Web acaba de soplar sus 30 primeras velas y ya nadie imagina su día a día sin su presencia. Uno de sus antecedentes más relevantes, origen de buena parte de las aplicaciones indispensables para nuestras conversaciones virtuales diarias, es aún anterior. Fue en 1988 cuando el finlandés Jarkko Oikarinen creó el IRC o Internet Relay Chat, el primer servidor de chat del mundo, que permitía la comunicación en tiempo real entre dos o más usuarios. Quedaba inaugurada la era de las herramientas tecnológicas que han modificado radicalmente el modo en que nos relacionamos.
Historia del chat en España
Terra, filial de Telefónica dedicada a contenidos y portales de Internet, fue durante años el portal de referencia en España y los países hispanohablantes de América Latina. Además de la publicación de noticias y el servicio de correo electrónico, ofrecía la posibilidad de descargar música online y albergaba un servicio de juegos multijugador en línea.
Su gran apuesta y símbolo por antonomasia fue el Terra chat, una de las actividades en línea más populares cuando los cibercafés eran el negocio de éxito y los politonos y las promociones de SMS eran objeto de deseo de la juventud. No es exagerado decir que la primera experiencia en la “telaraña” de buena parte de quienes comenzaron a utilizar la red entre finales de los años 90 y comienzos del nuevo milenio en España fue a través de este y otros chat.
Sin embargo, paralelamente a la popularización del acceso a Internet en los hogares y la irrupción de nuevas tecnologías de comunicación, entre las que ganaban terreno servicios orientados a facilitar una comunicación de mayor proximidad, como MSN Messenger, los portales de conversación en línea fueron perdiendo relevancia. Fue en 1999, tras 18 años de actividad, cuando el mítico chat de Terra echó el cierre.
El chat en tiempos de Whatsapp La llegada y generalización de redes sociales como Facebook, Twitter, Instagram y de mensajería instantánea como Whatsapp o Telegram ha provocado la desaparición de plataformas pioneras en la cibercharla, como Yahoo, AOL o Lycos. Los nuevos hábitos y necesidades de interacción, más centrados en la conversación privada, con contactos conocidos, desplazó a los pioneros sistemas abiertos en los que se conversaba con internautas sin necesidad de aceptarlos previamente.
No obstante, hay portales de chat que sobreviven como herramienta comunicativa. Muchos usuarios siguen prefiriendo este medio para conocer personas en una sala de chat o para discutir e intercambiar información sobre intereses concretos en foros en los que es posible conversar con muchas personas a la vez.
Las nuevas vidas de la cibercharla En la actualidad la utilidad del chat se ha diversificado más allá del entretenimiento. Es cada vez más habitual que muchas empresas ofrezcan atención al cliente o soporte técnico por esta vía, que universidades y centros de enseñanza recurran a los chat como una herramienta más del aula virtual, orientada al intercambio de conocimientos entre profesorado y alumnado, o que sirvan para mediar entre medios de comunicación y su público lector a través de, por ejemplo, entrevistas con envío de preguntas en tiempo real.
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