La alergia al polen es de las más frecuentes y en primavera es cuando tiene su mayor auge, especialmente en las grandes ciudades. Tal y como ha confirmado la Sociedad Española de Alergología e Inmunología Clínica (SEAIC), en los últimos años se ha duplicado el porcentaje de alérgicos a los pólenes más fuertes. Millones de conductores tendrán que ponerse al volante bajo sus efectos. Y es que se calcula que en España aproximadamente el 20% de la población es alérgica. Con motivo del próximo Día Mundial de la Salud, Norauto, la cadena de mantenimiento y equipamiento integral del automóvil, hace hincapié en sus efectos y ofrece una serie de recomendaciones para que no afecte a la conducción.
Estos son sus efectos:
-Estornudos. Durante los estornudos, el coche sigue circulando a cierta velocidad sin la completa atención del conductor que, en muchas ocasiones, se ve obligado a cerrar los ojos y a realizar movimientos bruscos con la cabeza. Una serie de estornudos puede hacer retirar la atención de la conducción hasta 20-30 segundos.
-Ojos llorosos y picor. El conductor es incapaz de observar adecuadamente todo lo que ocurre a su alrededor. Su vista no se encuentra en buenas condiciones y circula sin ver correctamente. A esto hay que añadir la aparición de picor y que el conductor no deje de frotarse los ojos persistentemente.
-Moqueo. El conductor tiene por ello un malestar general que también afecta a su buena conducción, siendo en muchos casos necesario recurrir a pañuelos desechables y, por lo tanto, se deja de tener la atención puesta en la carretera.
-Fatiga. Nunca se debe conducir con cansancio y somnolencia. Muchos alérgicos no duermen bien debido a los anteriores síntomas, lo que afecta directamente a la seguridad al volante.
-Medicamentos y sus efectos secundarios. Muchos de los fármacos que se toman para combatir los síntomas de la alergia pueden provocar somnolencia. Por este motivo, se suele recomendar no conducir durante el tratamiento, especialmente con los antihistamínicos. El médico puede recetar medicamentos específicos que sí permiten la conducción, se desaconseja en todo momento la automedicación.
El conductor ve sus capacidades mermadas por estos síntomas y se incrementan así las posibilidades de sufrir un accidente de tráfico.
Cinco consejos para conducir sin riesgos 1-Mantener las ventanas del coche subidas. Se evita así que el polen entre en el habitáculo.
2-Revisión especial del vehículo: el filtro de habitáculo debe estar en buen estado, ya que evita la entrada de partículas de polvo y polen del exterior. Norauto recomienda su cambio una vez al año. Igualmente se debe revisar el sistema de climatización. Se debe comprobar todos los años y realizar un mantenimiento cada dos años, especialmente si el conductor es alérgico.
3-Evitar conducir al atardecer, al amanecer y en zonas húmedas, momentos y lugares donde se puede producir una mayor concentración de polen. En este sentido, se recomienda consultar con frecuencia los niveles de polen para estar al tanto de aquellos momentos con mayor presencia.
4-Se aconseja el uso de gafas de sol para evitar la máxima capacidad de luz y que no se produzcan estornudos mientras se conduce.
5-Limpiar el vehículo con frecuencia para eliminar ácaros de moquetas y tapicerías. Norauto aconseja realizar una desinfección en profundidad del habitáculo.
Conscientes de la importancia de mantener el vehículo en perfectas condiciones para minimizar los efectos de la alergia, Norauto ofrece el programa ‘Air Vitality’ con el que se ofrece carga de aire acondicionado, higienización del habitáculo y cambio de filtro de habitáculo.
La higienización del habitáculo es muy importante para evitar la proliferación de baterías y otros microorganismos que entran por el aire acondicionado. Estos organismos son, a menudo, los causantes de las reacciones alérgicas.
De esta forma, el automóvil está en perfectas condiciones y el conductor nota en menor medida los síntomas de la alergia primaveral.
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