Señora Rosario Murillo. Le escribo con el corazón en mil pedazos y con un mar de lágrimas sobre mis mejillas; le escribo en nombre de toda la población nicaragüense, que desde el (18 de abril, 2018), este pueblo está de duelo por defender libertad y paz. Usted y Daniel son los extremos responsables del torrente dolor que vive la patria de Darío y Sandino.
Si realmente adoran a Nicaragua, pausen la represión militar, no sigan asesinando el futuro de la patria, usted sabe a cuántos doctores, maestros, poetas, escritores, cantantes y atletas de fama mundial han asesinado, y todo por avaricia, no se conforman con tanto dinero que le han saqueado al pueblo nicaragüense. Están a tiempo de detener el caos nacional y preocupación, internacional.
Apliquen estos artículos de la Asamblea General de las Naciones Unidas (ONU). Declaración de los Derechos Humanos.
Artículo. 3: “Todo individuo tiene derecho a la vida, a la libertad de su persona”.
Artículo. 5: “Nadie será sometido a torturas ni a penas o tratos crueles, inhumanos o degradantes”.
Es hora de que liberen a los centenares de jóvenes que tienen encarcelados injustamente; ellos cívicamente han defendido sus derechos y ustedes tienen que respetar lo que el pueblo exige.
Ustedes como padres ¿qué dirían?, al recibir la noticia de que uno de sus hijos ha sido asesinado, seguramente sería su peor dolor, sinceramente ojalá nunca reciban esa triste noticia,¿ acaso no tienen sentimientos?. Hagan un alto para el bien de Nicaragua, de sus hijos, nietos y de toda su descendencia…
Artículo 20: 1. “Toda persona tiene derecho a la libertad de reunión y de asociación pacíficas”.
2: “Nadie podrá ser obligado a pertenecer a una asociación”. Han restringido la libertad de expresión censurando muchos medios independientes, los medios deben informar al pueblo la realidad.
Usted el 30 de mayo dijo: “Para nosotros ese compromiso con la paz es inamovible, es un compromiso cristiano. Es un compromiso con Dios. Es un compromiso entre nosotros, y con la divinidad… El compromiso de construir una Patria libre de violencia; el compromiso de seguir avanzando más allá del egoísmo, y más acá, donde podamos entendernos, escucharnos y plantearnos el presente que queremos, mejor, el futuro que todos queremos”. Este ramillete de palabras es totalmente de contenido falso, las acciones que han realizado ustedes es lo contrario a sus palabras.
El 30 de mayo por la tarde, el señor Daniel Ortega dijo: “El demonio está sacando las uñas para destruir a un país que tenía paz, una Nicaragua que era admirada en el mundo por su capacidad de reconciliación.” De qué admiración habla, será de la extrema pobreza que en virtud de invertir el dinero en educación, deporte, salud y trabajo ha invertido el dinero en armamentos de guerra...
Daniel continuó diciendo: “Una paz con justicia, con salud, con educación… con derecho al trabajo”. Humillan a los empleados del Estado como les da la gana, han gobernado al país solo con hipocresía, no saben nada de administración, y lo peor es que tienen alcaldes y asesores mediocres.
El pueblo nicaragüense se despertó el 18 de abril guiado por la juventud universitaria y ha hecho únicamente lo que Daniel Ortega dijo en su discurso cuando no era presidente, este pueblo sigue a sus maestros, en esta ocasión el pueblo ha puesto en marcha este contenido: “Aquí el problema está en que los que actualmente están gobernando, que vienen del somocismo, tienen una mentalidad somocista, piensan que estar en el gobierno les da el derecho de hacer lo que les da la gana, pero para eso están las leyes, para eso está la Constitución, y si ellos violan las leyes, como las han estado violando, si ellos violan la Constitución como la han estado violando, entonces están delinquiendo y el que delinque se convierte en delincuente y el que se convierte en delincuente se pone fuera de la ley, y el pueblo perfectamente está en su derecho de hacer justicia”.
El pueblo está luchando por paz, justicia y libertad, y el pueblo será ganador. Si solo Sandino con pocos hombres derrotó a los norteamericanos, también el pueblo en esta ocasión saldrá victorioso. Acaso ustedes nunca van a morir, dejen que el pueblo muera cuando la vida quiera. Son cáncer incurable y continental. Así como este escrito tiene punto final, también ustedes pónganle punto final al derramamiento de sangre de niños, adolescentes y jóvenes inocentes.
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