Diego Armando Maradona siempre se mantuvo en la fina línea que separa el bien del mal. La victoria de la derrota. La vida o la muerte. Y esto es algo que el director del documental, Asif Kapadia, plasma a la perfección en las casi dos horas que dura el metraje.
El autor de otros documentales como 'Senna' y 'Amy' ha conseguido hacer un retrato casi perfecto de quién es Diego Maradona centrándose en su etapa como estrella del Napolés, club en el que pasó de héroe a villano y viceversa tantas veces que es fácil perder la cuenta.
De hecho, sólo se menciona brevemente los antecedentes a su llegada a la ciudad del sur de Italia, y ni siquiera se hace referencia a la etapa posterior a salir de Nápoles. Esto indica la fuerza que tiene la historia que Diego escribió en Nápoles, una historia de luces y sombras.
Llegó como un Dios, con el estadio San Paolo con casi 80.000 personas recibiéndolo, y se fue sólo tras una campaña de acoso y derribo contra su figura, sin aficionados ni periodistas esperándolo en el aeropuerto. Así era Maradona, el 'pibe' de Villa Fiorito, el barrio más pobre de argentina, capaz de lo mejor y de lo peor.
¿Diego o Maradona? Diego era el niño con esperanza e ilusión de llegar a lo más alto; Maradona, el personaje que tuvo que inventarse para permanecer en la cima.
A diferencia de otros documentales realizados previamente sobre 'el pelusa', el que ha hecho Kapadia si que se sumerge en la intimidad del protagonista y relata desde los goles y las celebraciones de títulos hasta su adicción a la cocaína y a su estrecha relación con el clan Giuliano, los 'capos' de la camorra napolitana por entonces.
El director no se quiere dejar nada en el tintero y la voz de Claudia, la esposa de Diego, es vital para la historia. Su perspectiva es necesaria para que podamos entender la trascendencia de la figura del que muchos consideran el mejor jugador en la historia del fútbol.
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