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Mohammed VI. Dos décadas de liderazgo positivo en el Magreb

Existen pocos ejemplos acerca de cómo un liderazgo positivo puede posicionar a un país que superen al ejercido por el Rey de Marrueco, que cumple este mes veinte años en el trono
Luis Agüero Wagner
miércoles, 24 de julio de 2019, 10:22 h (CET)

Cuando años atrás un atentado terrorista conmocionó a la misma Paris, no fueron los organismos de seguridad de las grandes potencias como Estados Unidos, Inglaterra o Rusia quienes resultaron claves para restaurar la seguridad en una de las más iluminadas capitales de Europa. Fueron los servicios de la inteligencia marroquí quienes permitieron localizar a los líderes del operativo terrorista en un apartamento de Saint Denis.

Dicho éxito llevó a varios otros países a solicitar cooperación de Marruecos, incluyendo otros estados europeos como Bélgica.

Antes Francia había firmado en Tánger un acuerdo con Marruecos, para que los imanes franceses que presentan el islam en el país europeo reciban formación en el país magrebí, conocido por su moderna y tolerante interpretación del islam.

Mohammed 6 también ha buscado sincretizar la cultura europea con la magrebí, auspiciando exposiciones de pintores surrealistas como Picasso en Rabat, al tiempo que se inauguraba un portentoso Centro Cultural marroquí en Paris. Este Centro fue levantado en la antigua sede de Estudiantes Musulmanes del Norte de Africa, propiedad de Marruecos, y su costo superó los siete millones de euros.

Pero el liderazgo del monarca marroquí no se limita a una incansable labor en pro de la tolerancia religiosa, la promoción de la cultura de la convivencia entre civilizaciones y la asociación del conocimiento.

También ha convertido a Marruecos en una potencia espacial, Marruecos ha desarrollado en los últimos años un sistema para observar la Tierra desde el espacio, poniendo en órbita en 2017 y 2018, sucesivamente los satélites "Mohammed VI-A" y "Mohammed VI-B". A la vanguardia de la tecnología, los dos satélites son complementarios y permiten una cobertura más rápida de las áreas de interés. Sirven para una amplia gama de actividades, desde actividades cartográficas y catastrales hasta la planificación del uso de la tierra, el monitoreo de actividades agrícolas, la prevención y el manejo de desastres naturales, el monitoreo de transformaciones ambientales y Desertificación, vigilancia de fronteras y costas.

El febril ritmo de logros incluye la reciente inauguración de una línea de alta velocidad Tánger-Casablanca, presentada como “la más rápida de África” y como alegoría de una productiva asociación entre París y Rabat. Inaugurada en noviembre de 2018 en Tánger por el Rey Mohammed VI y el Presidente francés Emmanuel Macron, el tren de alta velocidad "Al Boraq" Tánger-Casablanca El TGV de Al Boraq reduce el tiempo de viaje entre las dos ciudades en más de la mitad y permiite duplicar el número de pasajeros a más de 6 millones además de contribuir a la seguridad vial y a la protección de los pasajeros, todo ello en un marco de respeto al medio ambiente.

Mohammed VI también se intereso todo este tiempo en el rápido desarrollo de las autopistas, para conectar un número cada vez mayor de ciudades y pueblos a la red nacional de autopistas.

En el transcurso de dos décadas, esta política ha demostrado su plena efectividad, con el 60% de la población ahora conectada directamente a una moderna red de autopistas, que une sin excepción a todas las ciudades del reino que superan cuatrocientos mil habitantes.

Con más de 1.800 km, Marruecos hoy tiene una de las redes de autopistas más largas de África. En el mismo ámbito vial, Mohammed VI también inauguró el bello puente de Rabat, que realza parte de la carretera de circunvalación de la capital.

Conocido como el Puente Mohammed VI, esta estructura es uno de los puentes atirantados más largos del mundo, con sus 950 metros, dos torres de 200 metros de altura y un delantal de más de 30 metros de ancho.

Desde principios de la década de 2000, el desarrollo de la red de autopistas y ferrocarriles en Marruecos ha requerido la construcción de muchos puentes y obras hidráulicas. Entre estos, también se encuentra el viaducto de El Hachef, entreAsillah y Tánger, a lo largo de 3.5 kilómetros.

En enero de 2019, fue inaugurada la segunda línea de tranvía de Casablanca, con lo cual el Reino está expandiendo su red de tranvías en sus dos ciudades más grandes: Casablanca y Rabat-Salé.

En Casablanca, las dos líneas ahora totalizan 47,5 km de red con 71 estaciones. La nueva línea cruza 9 distritos con una población de 1 millón de personas y un corredor directo de 450,000 habitantes.

Ya en junio de 2010, la apertura del túnel Marrakech-Agadir concretó la construcción del primer túnel de la autopista en Marruecos que cruzan las montañas del Alto Atlas. Esta infraestructura, que permite viajar entre Marrakech y Agadir en dos horas, fue construida de acuerdo con las normas europeas de seguridad.

Otra megaestructura, el túnel de Oudayas en Rabat, ha contribuido en gran medida al tráfico fluido entre las ciudades de Rabat y Salé, y otro tanto hicieron los túneles en la ciudad de Tánger.

En materia energética, el respeto al medio ambiente es prioritario en todo proyecto encarado con éxito por el Rey Mohamed VI. Todo se basa en el desarrollo de energías renovables, como la solar y eólica, con el objetivo de reducir la dependencia energética de Marruecos y cubrir la mitad de las necesidades internas en la proxima década.

La modernización del Reino de Marruecos con ciudades inteligentes, trenes de alta velocidad, transporte y telecomunicaciones de última generación, vienen señalando la voluntad de los estadistas de ese país en ubicarse a la vanguardia del progreso y crecimiento, uniéndose al privilegiado club de naciones con alcance espacial y ciudades inteligentes.

Y ejemplo de cómo una nación puede ascender por los escarpados senderos de la modernidad cuando un liderazgo positivo logra cambiar su actitud. El Rey Mohammed 6 es un caso de prueba. LAW

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