El recrudecimiento de los combates en la provincia de Idlib, al noroeste de Siria, ha provocado que los tres países encargados en participar en el proceso de Astaná (Rusia, Turquía e Irán), es decir, en el supuesto proceso de “pacificación” del conflicto, establezcan las bases para abordar el conflicto sirio, por lo que representantes de los tres países se darán cita en Turquía para tratar de encontrar soluciones a unos conflictos que llevan dándose desde hace años. Los representantes de la presidencia del país otomano aún no han dado más información sobre este encuentro, pero todo apunta que se dará a corto plazo. La última vez que tuvo lugar una quedada entre representantes de los tres países fue en Rusia en febrero de este mismo año, pero no se pudieron extraer conclusiones tangibles, por lo que los mandatarios de Rusia, Turquía e Irán se emplazan a una nueva cita que pueda llevar a la solución del problema.
A pesar de que no se ha concretado una fecha para la próxima cita, habrá otro encuentro entre los presidentes de los tres países relacionados con el conflicto en el mes de septiembre, tal y como se acordó en la cumbre del G20 en Japón.
Los inicios del conflicto sirio tienen su origen en marzo del año 2011, cuando se produjo un levantamiento pacífico contra el presidente Bashar al Asad, lo que se ha convertido en una sangrienta y duradera guerra civil en la que han intervenido potencias regionales e internacionales con diversos intereses en la zona. Según los datos del Observatorio Sirio para los Derechos Humanos, más de 450.000 personas han perdido la vida desde el inicio del conflicto hasta la fecha de hoy. Además, más de cinco millones de sirios se han visto obligados a abandonar sus casas debido a la guerra civil, uno de éxodos en la historia reciente. A partir del año 2014, diferentes potencias internacionales comenzaron a intervenir en el conflicto con el objetivo de derrocar al Estado Islámico y evitando atacar a las fuerzas del gobierno sirio.
La guerra está teniendo un impacto humanitario muy negativo para Siria, lo que ha hecho que las mejores ong tengan que intervenir con ayudas para los sirios que no han podido exiliarse por la falta de recursos económicos.
Según los datos aportados por la ONU, se requieren más de 3.000 millones de dólares de ayuda para los 13,5 millones de personas, incluidos seis millones de niños, que requieren asistencia humanitaria dentro del país. Cerca de 70% de la población no tiene acceso a agua potable, una de cada tres personas no puede satisfacer sus necesidades alimentarias básicas, más de dos millones de niños no van al colegio y una de cada cinco personas vive bajo el umbral de la pobreza.
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