Conste que no pensaba escribir sobre esto, pero he leído un tuit de conocido exdirigente del PSOE y de Público (y vecino mío para más inri) y me ha provocado el cambio de opinión.
Yo no apoyo el matrimonio homosexual, creo que eso que el tuitero llama igualdad para todos es una injusticia. Empecemos por aclarar que justicia es una cosa e igualdad es otra, a veces es la opuesta. ¿Si queremos justicia nos deben dar a todos lo mismo o dar a todos según capacidad, esfuerzo u otras cualidades de cada uno? Pues eso. De entrada, igualar a todos en derechos puede ser una enorme injusticia. Que lo de dos señores o dos señoras pueda ser un matrimonio como el mío… es una injusticia para mí. Denme tiempo para explicarme, no se me lancen todavía a escribirme improperios.
La cosa viene por ese millón de personas (300.000 dicen otros, como siempre) que convocados por la derecha y la extrema derecha (“EL País” dixit) han salido a la calle a manifestarse contra el matrimonio homosexual. Resulta que hay un mogollón de franceses, con lo liberales y ‘sexualizados’ y ‘desreligiosidados’ (perdonen por las palabras que voy inventando, pero ustedes me disculparán y comprenderán, espero) que son estos europeos, que ni van a misa ni tienen Semana Santa digna de tal nombre ni na de na, y resulta que salen a la calle a protestar… cuando en España la derecha no dice ni mu al respecto, no vaya a ser que les llamen “la caverna” o “trogloditas”, no vaya a ser que la SER (Uf, un juego de palabras…) les eche “El País” encima y pierdan las próximas elecciones porque lo quiere el país” (Vaya, ¡otro!).
A Rajoy le llaman de derechas y se pone a temblar de miedo; la SER, El País o PÚBLICO le montan una campaña de una semana llamándole derechista y dimite. Antes borracho o cornudo que de derechas. Le saca en Guayomin en prime time y el luego el otro, ese que saca los escándalos de Bárcenas pero se calla lo de los EREs de Andalucía… ¿cómo se llama? (Un cuarto de hora después: “Jordi Évole”) …le sacan un par de fotos ridiculizándole y tenemos crisis de gobierno, crisis matrimonial en la Moncloa y crisis de nervios en la calle Génova.
La derecha española es una acomplejada de tres pares. Les da miedo que les digan que son de derechas. O que les gobierna el Vaticano. Bueeeeeeno, empieza el Guayomin a cachondearse mostrando fotos trucadas de Rajoy vestido de monaguillo o de Papa barbudo y dimiten hasta las señoras (y señores, no se me cabreen los progres) que barren el despacho del secretario del asesor del funcionario que le hace todas las mañanas los recortes de prensa a Rajoy. Pues mira por dónde los gabachos –con lo jodíos que son- se han librado de complejos y han salido a la calle a pararle los pies a François Hollande. Que un español se manifieste contra el matrimonio homosexual es dejarse señalar por el dedo acusador: facha, franquista, retrógrado, analfabeto, atrasado… sin embargo me da la impresión de que a ningún francés de derechas le preocupa que le llamen franquista. Todavía hoy tenemos mucho que aprender de Francia, quizá todavía hoy Europa acaba en los Pirineos.
Estoy convencido de que hay –había- muchos derechos que regular entre homosexuales, herencias, por ejemplo, seguridad social, permisos laborales y muchos otros. Pero eso no es un matrimonio. No. No lo es. Y no, las adopciones no se pueden dar –no deberían darse- a parejas del mismo sexo. No creo que el derecho a adoptar sea anterior que el derecho a ser adoptado en las mejores condiciones: Los niños primero. Y como los experimentos –los sociológicos también- se han de hacer con gaseosa para que nada estalle sin control, parece que es idea mucho más brillante entregar los niños en adopción a familias… ( iba a decir normales, pero lo retiro para que nadie me arroje una piedra a la cabeza) con un padre y una madre. Todo lo demás son experimentos con resultados desconocidos de los que niños inocentes pueden ser víctimas. Así que (Sí, ahora ya pueden empezar los insultos) muchas regulaciones y reconocimientos podrían ser convenientes y necesarios, pero ni matrimonio ni adopciones.
Eso sí, en España a la derecha le faltan tegumentos procreativos para defenderlo en la calle y en el Parlamento, no vaya a ser que nos digan que somos conservadores, vade retro, Satanás. A la izquierda le puede estar permitido defender todo, incluso a Castro, o llenar sus arcas particulares, partidistas y sindicales con dinero ilegítimo, porque para eso tiene una superioridad ética y moral superior a la de la derecha, esos vendidos al capitalismo internacional, sionista, imperialista y merkeliano.
Al final siempre nos quedará Paris, me voy a repasar el verbo être y el avoir. Ça fait beaucoup de temps que je ne parle pas français habituellement. Il faudra recommencer à etudier. Aujourd’hui, par exemple, peut être un beau jour.
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