Siglo XXI. Diario digital independiente, plural y abierto. Noticias y opinión
Viajes y Lugares Tienda Siglo XXI Grupo Siglo XXI
21º ANIVERSARIO
Fundado en noviembre de 2003
Opinión
Etiquetas | Columna humo

Mourinho, somos como un niño

Toda sociedad, por muy avanzada que sea necesita sus mitos, sus ídolos, seres reales
Pedro de Hoyos
lunes, 20 de mayo de 2013, 09:36 h (CET)
Entiendo que toda sociedad, por muy avanzada que sea necesita sus mitos, sus ídolos, seres reales o imaginarios que colocados por encima del nivel del homo vulgar representen para él un ideal inalcanzable. Los futbolistas cumplen esa misión.

En la más rancia antigüedad el sol, el trueno o el rayo eran temidos y adorados; a medida que el hombre ha comprendido e incluso dominado la naturaleza ha desmontado esos mitos. Hoy la religión cumple una misión semejante, tratando de provocar en nosotros una imitación de posturas, acciones o actitudes dignas de ser seguidas por aquellos que quieran ser mejores. Como los lectores conocen sobradamente mi postura de implicación y respeto en este terreno no tengo más que decir.

Sin embargo se me hace cuesta arriba comprender cómo hombres hechos y derechos, grandes padres de familia, encargados de subsección e incluso responsables jefes de sección de importantres empresas, tengan por ídolos o por demonios a estos nuevos gladiadores endiosados que en un día de alegría y vino se podrían comprar con su sueldo al aludido jefe de sección con toda su familia y empresa, dejarlos en cualquier vertedero y decir que se les ha perdido. Seguir las vicisitudes de un campeonato de fútbol –o pongan ustedes el deporte que quieran- y ocupar las horas de barra de bar o de partida de mus desmenuzando filosóficamente las declaraciones de la novia del portero del edificio donde vive el utillero del equipo de sus amores me parece de un infantilismo propio de una sociedad que está… como está la nuestra.

Y si ya puestos a ello hacemos análisis social y filosófico del comportamiento de un entrenador, elevándole a los altares de la actualidad, diseccionando la profundidad de su mirada, analizando si le ha salido un grano en sus últimas declaraciones o sus palabras en realidad venían a cuento de un malentendido con el novio del amante de la novia del que pinta las rayas del campo… me encuentro con una sociedad enferma y necesitada de largas sesiones de terapia en el diván de un siquiatra, una sociedad que mejoraría grandemente con un trasplante de células grises provenientes de cerebros tan preclaros como el de Belén Esteban.

Que un personaje prescindible como Mourinho sea objeto de debate por sus afirmaciones o negaciones, por su presencia o ausencia, por sus decisiones o indecisiones es propio de una sociedad mentalmente tercermundista; que abra portadas o que encabece páginas es muestra de que el sistema educativo español ha fracasado… si es que alguna vez ha existido. Que un impresentable como Mouriño sea objeto de filias y de fobias demuestra que nuestros dirigentes, desde hace generaciones, han conseguido su objetivo: que las taras mentales, culturales y sociales de los concursantes de Gran Hermano se impongan en la sociedad.

Noticias relacionadas

Cuando pasan ya treinta días de la catástrofe que asoló varias zonas de la provincia de Valencia, con la muerte de más de doscientas personas y algunas aún sin aparecer sus cuerpos, sorprende la supervivencia política de Carlos Mazón. Representa un caso único de inoperancia, ineptitud y negligencia que se corona con la resistencia a dimitir.

En la convivencia humana se aprecian diariamente "delitos" que no tienen pena legal, pero sí la condena social. También hay faltas humanas de perjuicio casi nulo a la población, que tienen pena jurídica. El ardor de los políticos en tiempos electorales no debería encubrir bajezas como la mentira, que por acumulación y dureza generan un ambiente condenable, indigno de un Estado de derecho con monarquía parlamentaria.

Hace algunos días, el señor Mikhail Zygar publicó en “The New York Times” (reproducido por el diario “Clarín” de Buenos Aires), una columna que reavivó algunas elucubraciones mágico religiosas que están dando vueltas en el ambiente con respecto a la guerra en Europa. El escrito del periodista ruso parece no tener esa intención, pero deja el tema flotando en la atmosfera.

 
Quiénes somos  |   Sobre nosotros  |   Contacto  |   Aviso legal  |   Suscríbete a nuestra RSS Síguenos en Linkedin Síguenos en Facebook Síguenos en Twitter   |  
© 2024 Diario Siglo XXI. Periódico digital independiente, plural y abierto | Director: Guillermo Peris Peris
© 2024 Diario Siglo XXI. Periódico digital independiente, plural y abierto