Las consecuencias del acoso escolar continúan siendo patentes en el ámbito social de las víctimas, ya que el 45% de ellas manifiesta que ha perdido amigos a causa de la situación que se ven forzados a vivir. De ellas, además, el 22% manifiestan estar solas, sintiéndose por lo tanto con menos apoyos para afrontar el problema.
Esa sensación de soledad, además, se hace todavía más acusada en el caso del ciberbullying, teniendo en cuenta la especial vinculación o incluso dependencia de jóvenes y adolescentes a las redes sociales. En este caso, el porcentaje de chicos y chicas afectados que expresan haber perdido amigos o sentirse solos aumenta hasta el 65%.
De estos datos de un nuevo estudio sobre el acoso escolar realizado por las fundaciones Mutua Madrileña y ANAR se desprende, por lo tanto, la necesidad de seguir incidiendo o propiciando un mayor apoyo de los compañeros a las víctimas de acoso, aún insuficiente debido probablemente, tal y como ponía de manifiesto otro informe realizado el pasado año, a la mayor violencia ejercida sobre los acosados en algunos casos, y a la mayor implicación de los colegios en atajarlos, por otro.
Por otro lado, según la última encuesta realizada por Fundación Mutua Madrileña y Fundación ANAR entre los casi 10.000 niños que cada año son objeto de las acciones de prevención contra el acoso escolar en más de 200 centros de toda España, el 80% de los alumnos cree que la movilización de los compañeros es la medida más eficaz para frenar al acosador.
Los nuevos estudios sobre la situación del acoso escolar en España realizados por la Fundación ANAR y la Fundación Mutua Madrileña evidencian, no obstante, que el apoyo de los compañeros a los chicos y chicas que sufren acoso en las aulas sigue siendo, según afirman las víctimas, reducido, ya que solo alrededor del 20% de quienes lo sufren manifiesta sentirse apoyado por ellos.
Insistir en la prevención y la sensibilización Conscientes de este problema, Fundación Mutua Madrileña y Disney suscribieron una alianza el pasado año para, por un lado, intentar favorecer un mayor apoyo a las víctimas de acoso escolar por parte de sus compañeros y, por otro, trabajar sobre los más pequeños para prevenir que surjan estos comportamientos en el futuro.
Fruto de este acuerdo es la iniciativa “Activa tu poder”, por el que muchos de los personajes del universo Disney son los protagonistas de una serie de iniciativas en sus redes sociales y canales de televisión en los que invitan a los jóvenes a tomar una nueva actitud de oposición al acoso escolar.
El primer video de la iniciativa “Activa tu poder”, en el que personajes Disney inspiraban a la acción a los testigos de las situaciones de acoso, llegó a través de la televisión Disney al 63% de los niños de entre 4 y 12 años de España (2,7 millones) y al 45% de las amas de casa con niños (1,9 millones). Además, en el conjunto de las redes sociales de Disney y Fundación Mutua Madrileña, el video acumula cerca de dos millones de visualizaciones.
Ahora, coincidiendo con las primeras semanas del nuevo curso académico, Disney y Fundación Mutua Madrileña ponen en marcha una nueva acción en redes sociales en la que, a través de un vídeo, niños y niñas de un colegio madrileño adoptan diferentes roles (acosadores, acosados …) y se enfrentan a esas actitudes y los sentimientos que los generan.
Esta iniciativa será trasladada por Fundación Mutua Madrileña y Fundación ANAR a los más de 200 colegios españoles sobre los que actúan cada año en el programa de prevención contra el acoso escolar que, de forma conjunta, vienen desarrollando desde 2015, de forma que pueda servir de motivo de reflexión y debate entre niños y adolescentes.
El miedo a reaccionar de los testigos Benjamín Ballesteros, psicólogo y director de programas de la Fundación ANAR, confirma la importancia de la implicación de los compañeros en defensa de las víctimas de acoso escolar. “De todas las acciones que se pueden llevar a cabo en los centros escolares para prevenir y proteger a las víctimas -asegura-, la más eficaz es la implicación de los compañeros testigos puesto que sin su apoyo el agresor se queda solo y se logra evitar que un problema de convivencia se convierta en acoso escolar”, añade el director de programas de ANAR.
“Sin embargo -continúa Ballesteros-, muchos de ellos no reaccionan ante el acoso por temor a ser etiquetados como chivatos, por las posibles represalias que puedan tomar contra ellos o por no querer ser el centro de atención en un problema que creen que no es el suyo, razonamientos que debemos contribuir a cambiar”.
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