El secretario general de Naciones Unidas, Ban Ki Moon, ha enviado una carta al Consejo de Seguridad en la que explica que el grupo de expertos internacionales encargado de supervisar la destrucción de las armas químicas de Siria estará formado por 100 personas y que, probablemente, necesitará la ayuda de los países miembro.
Ban ha explicado que, al primer grupo de expertos internacionales, que se desplazó el pasado 2 de octubre a Siria para verificar el inventario de armas químicas facilitado por el régimen de Bashar al Assad, se sumarán otros hasta alcanzar el centenar.
También ha adelantado que nombrará un "coordinador especial" para supervisar la misión y servir de enlace entre Naciones Unidas, con sede en Nueva York, la Organización para la Prohibición de las Armas Químicas (OPCW), con sede en La Haya, y el Gobierno sirio.
"La misión mantendrá una huella ligera, desplegando solamente al personal necesario en cada momento. En los demás casos, (los expertos internacionales) operarán fuera (de Siria)", ha aclarado, de acuerdo con la misiva, a la que ha tenido acceso Reuters.
Sobre el proceso ha detallado que constará de tres fases: una primera de inspección, que ya ha comenzado; la segunda, para destruir las armas químicas y los equipos de mezcla; y la tercera, para eliminar el programa de armas químicas sirio y verificarlo, que "será la más difícil".
"Del 1 de noviembre de 2013 al 30 de junio de 2014, el grupo de expertos internacionales verificará la destrucción del complejo programa de armas químicas sirio, que incluye múltiples sitios repartidos por un país envuelto por un violento conflicto", ha explicado.
El líder internacional ha indicado que el Gobierno de Al Assad posee "aproximadamente 1.000 toneladas de armas, agentes y precursores químicos que son peligrosos de manipular, peligrosos de transportar y peligrosos de destruir".
"Los expertos internacionales asumirán complejos riesgos de seguridad porque tendrán que moverse a través de las líneas de combate y, en algunos casos, a través del territorio controlado por grupos armados que son hostiles al objetivo de esta misión", ha añadido.
Por todo ello, ha advertido de que "es muy probable que los países miembro tengan que proporcionar ayuda técnica, operativa y de seguridad" a los expertos internacionales en esta tercera fase. Rusia ya se ha ofrecido.
En cuanto a los costes, ha señalado que la ONU y la OPCW costearán esta misión a través de sus presupuestos generales, aunque también crearán fondos especiales para garantizar la financiación, en caso de necesitar más recursos.
Se espera que el Consejo de Seguridad discuta las recomendaciones de Ban a finales de esta semana, según han informado fuentes diplomáticas a la agencia de noticias británica.
Resolución unánime
El pasado 27 de septiembre los 15 miembros del Consejo de Seguridad aprobaron por unanimidad la resolución sobre el desarme químico del Gobierno de Al Assad, superando así el bloqueo que ha sufrido durante los dos años y medio de guerra civil.
La resolución impone a "todas las partes", aunque sobre todo al régimen de Al Assad, como responsable primigenio de la seguridad de los sirios, la obligación de cooperar con la OPCW para inventariar, trasladar y destruir los arsenales sirios.
Además, prohíbe a Gobierno y oposición "usar, desarrollar, producir, adquirir, almacenar, retener o transferir a actores no estatales armas químicas", argumentando que "cualquiera de estas actividades supondría una amenaza para la paz y la seguridad internacionales".
En caso de incumplimiento, el Consejo de Seguridad ha ordenado imponer las medidas contempladas en el Capítulo VII de la Carta de Naciones Unidas", que incluye sanciones diplomáticas y financieras y, en última instancia, el uso de la fuerza.
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