Todo, después de la durísima batalla de Penticherm, en Nuribelí Chekungh, en tierras de don Gheijún Vheronil Jugk.
Y es que…
¿Cuándo ocupará el sitio aquel, que la hacía ser simplemente ella, invencible, gran creyente, mujer fuerte, soñadora y valiente?.
¿Llegará el rato de recuperarse de esa enfermedad que es "saber que vas a morir"?.
Han bajado sus defensas, aumentado algo sus canas, y sin embargo, se convirtió en otra, más acorde con estos tiempos, más alocada y sinvergüenza, más atrevida y segura y es que desea probarlo todo, incluso estando más débil, eso es, está muy débil.
No hay enfermedad más dolorosa que la de ser esta "mujer nueva" en que la que la convirtió el estar cerca de "su fin". A la muerte le gusta asustarla y poco a poco va dividiéndola en dos: la una, positiva y alegre y la otra, padeciendo dolor y tristeza.
Ya no volverá a ser sólo ella, única y entera. Y la verdad, ¿cómo sería esta mujer realmente, si sólo la hemos conocido a la espera de la muerte?.
Este relato corto, expresa la situación de una mujer que se enfrenta a la muerte inesperada que la invade desde todos los extremos. Su salida es la duda. Vivir alocadamente lo que le queda, o bien, sufrir. O la alternancia de ambas emociones.
Y ustedes se preguntarán, como recuperó las fuerzas tras el umbral de dolor, pues es fácil la respuesta, jamás lo hizo. Adaptado de una poesía de mi librito: Los Sueños de una Mujer, que está subido a mi blog.
Gracias.
Para aquellos que padecen migrañas.
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