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Cuchillas en la valla

España da para lo que da y nuestra economía no puede admitir más bocas que alimentar
Pedro de Hoyos
domingo, 24 de noviembre de 2013, 09:00 h (CET)
No cabemos todos, España da para lo que da y nuestra economía no puede admitir más bocas que alimentar, más subsidios que otorgar, más sanidad que regalar. Hay que regular la inmigración ilegal que viene de la desesperación africana a la tierra de promisión que es Europa. No caben todos los que proceden de la injusticia humana, del abuso capitalista o de la corrupción infinita de sus propios mandatarios.

Hay que frenarla, sin duda. Descartado el método de aplicar la justicia y pagar precios justos por las materias primas, de derrocar sangrientos dictadores y colocar gobernantes justos, de provocar el desarrollo en toda África hay que buscar otras alternativas.

Las vallas, los controles y las barreras nunca frenarán la emigración del hambre pero pueden reducirla o limitarla; detendrán a los más débiles o pusilánimes pero nunca a los decididos o fuertes. Colocar en ellas cuchillas es impropio de un país sensato, sensible y humano. Es violentamente desgarrador de cuerpos ajenos y de sentimientos propios. Tiene que haber otros métodos menos sangrientos, menos agresivos, menos violentos. Más humanos.

Un país que se defiende así es un país evolutivamente en regresión, tercermundista en leyes, cruelmente medieval en justicia.

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