El miércoles por la noche, más de mil personas se congregaron en el histórico Cirkus Arena ubicado en el centro de Estocolmo. El motivo no tenía que ver con el propósito original del lugar, un circo de verdad, ni con un concierto de rock, uno de los usos contemporáneos del edificio. Lo que atrajo a esta notable diversidad de sectores de la sociedad sueca, así como a representantes de los más variados rincones del planeta, fueron el activismo, el coraje y la pasión.
A lo largo de las últimas cuatro décadas, durante los cortos y oscuros días del invierno boreal y a principios de diciembre, decenas de personas se reúnen en la capital de Suecia para homenajear a un grupo de personalidades diferente cada año, cuya trayectoria se destaca por haber promovido cambios sociales, por denunciar importantes problemáticas mundiales o ser líderes de luchas sociales: los ganadores del premio Right Livelihood Award. El premio reconoce a cuatro personas u organizaciones, con el objetivo de “homenajear y brindar apoyo a personas que trabajan con valentía para solucionar los problemas que aquejan al mundo”.
No es casualidad que la ceremonia de entrega de premios caiga casi al mismo tiempo que los Premios Nobel, que reconocen logros alcanzados en medicina, química, física, literatura, economía y lucha por la paz.
En una entrevista para “Democracy Now!”, el director ejecutivo de la Fundación Right Livelihood Foundation, Ole von Uexküll, relató: “En 1969, la Fundación Nobel lanzó un sexto Premio Nobel, el de economía. Mi tío, Jakob von Uexküll, comenzó a pensar que, si se podían lanzar nuevas categorías Nobel, no debería ser solo la de economía. También debería haber premios Nobel para la gente que trabaja a favor del medio ambiente y de los intereses de la mayoría de la población empobrecida del mundo”.
Los nuevos galardonados con el premio Right Livelihood de este año son Aminatou Haidar, del Sáhara Occidental; Guo Jianmei, de China; Davi Kopenawa y la Asociación Yanomami Hutukara, de Brasil, y Greta Thunberg, de Suecia. Aminatou Haidar es una activista de origen saharaui. El Sáhara Occidental a menudo es calificado como la última colonia de África, ya que ha estado ocupado violentamente por el Reino de Marruecos desde 1975. Haidar es una de las líderes más destacadas de la resistencia no violenta a la ocupación marroquí y ha defendido los derechos humanos en el Sáhara Occidental durante décadas. Por ello, las autoridades marroquíes la encarcelaron y torturaron durante años.
Guo Jianmei fue homenajeada “por su persistente y pionero trabajo para garantizar los derechos de las mujeres en China”, declaró la fundación Right Livelihood este año. Es la primera abogada que trabaja en asistencia legal en China desde la perspectiva del Derecho de interés público, con un fuerte enfoque en los problemas de las mujeres, como la violencia doméstica y la igualdad salarial por igual trabajo. Su bufete de abogados de asistencia legal fue cerrado por el gobierno chino y ella no pudo estar presente en la ceremonia de premiación.
Von Uexküll explicó: “[Guo] no pudo viajar desde China para asistir a la ceremonia de premiación aquí en Estocolmo. Es una señal de la reducción del espacio para la sociedad civil en todo el mundo. En los últimos años también lo hemos visto con los galardonados de otros países. Estamos en permanente contacto con ella y hemos acordado que no vamos a mencionar las razones exactas”.
Greta Thunberg, la activista contra el cambio climático de 16 años de edad, oriunda de la propia ciudad de Estocolmo, también se perdió la ceremonia de premiación, aunque por motivos muy diferentes. Greta se niega a viajar en avión debido a la gran cantidad de emisiones de carbono que este medio arroja a la atmósfera. En septiembre viajó a través del Atlántico en una embarcación que no producía emisiones, llegando a la ciudad de Nueva York a tiempo para la Cumbre de Acción Climática de Naciones Unidas. Allí amonestó a los líderes mundiales:
“Me han robado los sueños y la infancia con sus palabras vacías y, sin embargo, soy una de las afortunadas. Hay gente que está sufriendo. Hay gente que está muriendo. Ecosistemas enteros están colapsando. Estamos en el comienzo de una extinción masiva y de lo único que hablan es de dinero y cuentos de hadas sobre un crecimiento económico eterno. ¿Cómo se atreven?”
Luego de eso cruzó Estados Unidos y Canadá y comenzó su viaje a Santiago de Chile para asistir a la cumbre climática de Naciones Unidas, conocida como COP 25. Cuando el presidente chileno canceló la COP debido a las protestas masivas contra las medidas de austeridad y la desigualdad, esta fue trasladada a Madrid, España. Decidida a llegar a la cumbre, Greta invirtió el rumbo y zarpó nuevamente de regreso a Europa, tocando tierra cerca de Lisboa, Portugal, el martes; un día antes de la ceremonia de premiación del Right Livelihood Award.
La cumbre contra el cambio climático de la ONU de este año se cambió no una, sino dos veces. Antes de que se agendara para Chile, se había optado por Brasil. Después de que el extremista de derecha Jair Bolsonaro ganara la presidencia, una de sus primeras acciones en el cargo fue cancelar el papel de Brasil como anfitrión de la cumbre. Tanto él como el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, afirman que el cambio climático es un engaño.
El cuarto y último de los ganadores del Premio Right Livelihood de este año es un destacado defensor de la Amazonia de Brasil, Davi Kopenawa, junto con la organización que cofundó, la Asociación Yanomami Hutukara. En una entrevista para “Democracy Now!”, Davi expresó: “El presidente de Estados Unidos, [Estados Unidos como Nación], exterminó a los pueblos indígenas que vivían allí. [Bolsonaro] está haciendo lo mismo. Los está copiando. Quiere matar a nuestra gente. Quiere deshacerse del bosque. Quiere destruir nuestra salud”.
Aminatou Haidar. Guo Jianmei. Greta Thunberg. Davi Kopenawa. Cada uno de ellos realmente procura seguir una forma de vida ética y correcta. Sus ejemplos deberían servirnos de guía para atravesar estos oscuros días.
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