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El ascenso del separatismo celta

¿Será Boris Johnson el último Primer Ministro del Reino Unido?
Isaac Bigio
sábado, 14 de diciembre de 2019, 11:43 h (CET)

En las elecciones generales británicas lo más sobresaliente es el triunfo de Boris Johnson quien ha apelado al nacionalismo inglés para lograr la “independencia” ante la Unión Europea. No obstante, esa tendencia ha generado un efecto contrapuesto. En Escocia han arrasado los separatistas del Partido Nacional de Escocia (SNP) quienes van a casi monopolizar la representación de ese país en el parlamento británico.

En Irlanda del Norte Niel dodos, el portavoz del Partido Unionista Democrático (DUP) que fue el pilar que mantuvo a May y Johnson en el gobierno, acaba de perder su banca. Quien le ha derrotado es John Finucane, el primer lord alcalde de Belfast del Sinn Féin (SF), el partido nacionalista republicano que nunca entra a Westminster porque llama a acabar con la “ocupación británica” de Irlanda del Norte.

El SNP va a presionar con todo para un nuevo referéndum por la independencia de Escocia aduciendo que en su país no se quiere que se le imponga contra su voluntad un nuevo gobierno tory y salir de la UE. El SF tiene como estrategia lograr que la mayoría de los 18 parlamentarios de Irlanda del Norte desista en ir a Westminster para hacer como lo hicieron después de la I Guerra Mundial: sumar a todos los parlamentarios irlandeses electos para declarar unilateralmente la ruptura con el Reino Unido.

La UE ha sido un factor clave para garantizar la unidad y no división de todos sus miembros. A otros países del mismo continente pero que no estaban en su bloque los buscó atraer. En el caso de Alemania oriental anexionándole a la Alemania capitalista federal occidental. En el caso de Checoeslovaquia promoviendo la división de esta federación entre checos y eslovacos.

Si el Reino Unido queda pronto fuera de la UE esta última, que antes se opuso a la independencia escocesa, ahora ha de cambiar. Por un lado va a ver con buenos ojos que Irlanda del Norte se reunifique con el resto de la república de Irlanda (tal como antes pasó con las dos Alemanias) y que escoceses e ingleses tengan un divorcio “amicable” tal como el que antes lo tuvieron checos y eslovacos.

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