El día de apertura del tercer juicio político a un presidente en la historia de Estados Unidos, el Senado aprobó normas para el juicio al presidente Donald Trump tras casi 13 horas de sesión mediante una votación que siguió las líneas partidistas. Los senadores republicanos rechazaron once modificaciones propuestas por los demócratas para solicitar la presentación de documentos y testigos, entre ellos el exasesor de Seguridad Nacional John Bolton. Los demócratas acusaron en repetidas oportunidades a los líderes republicanos de estar instrumentando un encubrimiento, al obstruir la presentación de testigos en esta etapa del juicio. Las siguientes son palabras del congresista Jerry Nadler, uno de los fiscales del juicio político.
Jerry Nadler expresó: “El embajador Bolton ha dejado en claro que está dispuesto a declarar acerca de todo lo que presenció, sin embargo, el presidente Trump no quiere que ustedes oigan al embajador Bolton. Y la razón no tiene nada que ver con privilegios del ejecutivo o esas tonterías, la razón no tiene nada que ver con la seguridad nacional. Si al presidente le interesara la seguridad nacional, no habría bloqueado el envío de asistencia militar a un aliado estratégico vulnerable en un intento por obtener un favor político personal para sí mismo. No, el presidente no quiere que oigan al embajador Bolton porque el presidente no quiere que el pueblo estadounidense escuche un testimonio de primera mano del accionar ilícito en torno al que se centra este juicio”.
El juicio del Senado se inicia un mes después de que la Cámara de Representantes aprobara el inicio del juicio político contra Trump por presionar a Ucrania a investigar a su rival político Joe Biden.
Desde que la Cámara de Representantes votó a favor de iniciar el juicio político contra Trump han salido a la luz nuevas pruebas del accionar del Gobierno de Trump, pero no está claro aún si algunas de esas pruebas serán presentadas ante el Senado. Poco antes de la medianoche, la Oficina de Administración y Presupuesto dio a conocer casi 200 páginas de registros extensamente censurados relacionados con el manejo que hizo el Gobierno de Trump de la asistencia a Ucrania.
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