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Y usted preocupado con lo de Crimea

En medio del conflicto de Crimea, hay algo de tan difícil solución como cambiar el sistema electoral español: el alcohol y los adolescentes españoles
Pedro de Hoyos
domingo, 9 de marzo de 2014, 10:36 h (CET)
Llevo un rato dándole vueltas en la cabeza al asunto con el que dirigirme a ustedes esta semana. He ojeado mi larga lista de periódicos, agencias y blogs habituales, numerosos temas de interés nacional e internacional se dan codazos por ser objeto del presente artículo… pero al final me decido por algo tan preocupante como la imposible guerra en Crimea o de tan difícil solución como cambiar el sistema electoral español: el alcohol y los adolescentes españoles.

Llevo más de treinta años dedicado a la enseñanza y mi vida profesional, como la de tantos otros, es un observatorio de los cambios que ha ido dando la sociedad española. Nuestra sociedad es naturalmente dinámica, nada parece permanecer invariable, los cambios de actitudes y costumbres son continuos y un reflejo a la vez que una premonición de los cambios de la sociedad. No sé en qué momento, desde luego antes de los pasados momentos de bonanza económica, pero alguien dijo a nuestros chavales que la vida es jauja, que a este mundo hemos venido a divertirnos y a pasarlo bien, que eso del esfuerzo, el trabajo y, sobre todo, la austeridad eran cosas del pasado, propias de una generación obsoleta y que debían ser renovadas por la fuerza de los acontecimientos.

Y así, sé que soy simplista, nació el botellón de fin de semana, obligatorio en algunos sectores si quieres ser guay, los problemas de autoridad en colegios y la barra libre de sexo. Ah, e insisto, pongan varias veces el indefinido “algunos” entre las palabras anteriores, que ni todo el monte es orégano ni todo son cactus, cada cosa en su proporción adecuada.

El caso es que ahora nos encontramos con que la Encuesta Estatal sobre Uso de Drogas en estudiantes de secundaria nos muestra un panorama desolador sobre el consumo de alcohol en menores. Ha aumentado en los dos últimos años hasta el punto de que el 82 % de los jóvenes de entre 14 y 18 años admite haber consumido alcohol en los últimos doce meses. Les doy otro dato por si les ha pasado desapercibido: el 63 % de los menores de 14 años lo ha consumido en el último año, y uno de cada cuatro ha participado ya en un botellón. Para el delegado del Gobierno para el Plan Nacional sobre Drogas, Francisco Babín, estas cifras reflejan la magnitud del problema al que nos enfrentamos. Y nosotros preocupados por la crisis de Ucrania.

Sí, sí, ya sé que el problema no es nuevo y que usted ya lo ha oído o leído antes. El caso es que aquellos chavales de entonces ya se han incorporado a la sociedad, aportando su sentido de la responsabilidad… Y ellos y las siguientes hornadas esperan el relevo generacional hasta alcanzar puestos de alta responsabilidad como padre de familia, maridos, maestros o policías. Para echarse a temblar.

O incluso alcaldes.

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