Con una tasa de paro juvenil del 55,48% y la reducción generalizada de los salarios las dificultades de los jóvenes para acceder a una vivienda han aumentado con la crisis, según el último informe del Observatorio de la Emancipación del Consejo de la Juventud de España (CJE).
Estas dificultades han provocado que, de media en el conjunto de España, sólo uno de cada cuatro jóvenes puedan emanciparse. La tasa, no obstante, varía de una comunidad autónoma a otra.
Baleares es la comunidad autónoma en donde la tasa de emancipación es mayor (superando el 30% de los jóvenes entre 16 y 29 años), seguida de la Comunidad de Madrid y Cataluña.
Mientras, las comunidades donde más baja es la tasa son Andalucía, Asturias, Cantabria, Castilla y León, Castilla-La Mancha, Extremadura, Murcia y País Vasco.
El hecho de que en una comunidad autónoma los jóvenes abandonen la casas de sus padres antes que en otras depende de muchos factores, entre otros: la tasa de paro de la región o el precio de las viviendas.
El informe del CJE analiza un factor concreto: el salario que se cobra en cada comunidad en relación al coste de comprar una vivienda. En comunidades como Navarra, que encabeza este ranking, el coste de la vivienda puede llegar a ser 15 veces superior al salario neto que cobra una persona de 16 a 29 años.
Mientras, donde esta relación es más pequeña es en Castilla-La Mancha, Extremadura y Murcia. De media, los jóvenes españoles tienen que destinar el 55,9% de su salario para poder adquirir una vivienda en propiedad y, aún así, la superficie máxima a la que puede aspirar es de 53,7 metros cuadrados.
Sin embargo, también en este caso hay diferencias según las regiones. Las provincias en la que los jóvenes destinan un menor porcentaje de su sueldo a comprar una vivienda en propiedad son Ciudad Real, Cuenca, Lugo, Palencia, Toledo, Badajoz, Lleida, Teruel y Jaén.
Mientras, en donde los jóvenes tienen que destinar más parte de su sueldo es en las provincias vascas de Vizcaya y Guipúzcoa, en donde de media los jóvenes de 16 a 29 años invierten más del 70% de su salario neto a pagar la casa.
Según concluye el estudio, los jóvenes menores de 30 años que quieran comprarse una vivienda en España tendrían que ganar un 86,38% más de lo que actualmente perciben para poder permitírselo.
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