Desde la filial española de Scalian Group, tienen la mirada puesta en una fecha: el 17 de enero de 2025, cuando las autoridades competentes de los distintos países de la Unión Europea comiencen a supervisar la aplicación de la directiva comunitaria en materia de ciberseguridad, DORA. Esta norma busca la operatividad en el área digital de las organizaciones financieras y convive con otras regulaciones como la directiva SRI2, PCI, NIS o la más antigua y para las empresas cotizadas norteamericanas, SOX. Un entorno hiperregulado, con una vocación cada vez más exhaustiva y para perímetros concretos de las compañías, en el que, sin embargo, no se logra poner fin a los hackeos, la suplantación de identidad de empleados y gestores, y que afecta a los clientes, que sienten que su dinero no está seguro en estas entidades.