El Toronto Dominion es un banco canadiense que también tiene oficinas en América, con el sorprendente sobrenombre de "Toronto Dominion - el banco más cercano de América®". De Bill Clinton ha demostrado estar curiosamente cercano, desde luego. El Toronto Dominion ha abonado millones de dólares al futuro Primer Caballero de los Estados Unidos durante el paso de su mujer por la Secretaría de Estado y su actual papel de Presidenta en Ciernes.
¿En concepto de qué está pagando, exactamente? ¿Conferencias? Es un orador menos soso que el político medio, o que el expresidente medio (pongamos Gerald Ford). Pero nada de lo que dice merecería, por ejemplo, los 525.000 dólares que pagó a Bill el Toronto Dominion en una única jornada, mejor imposible a nivel de cercanía. Otra vez pues: ¿qué es exactamente lo que compra a sus accionistas el Toronto Dominion a base de meter todo este capital en los bolsillos de los Clinton?
No tengo nada en contra de que los astros o las estrellas fugaces como yo aspiren a cobrar por intervenir en directo, pero tiene algo de raro que un expresidente se prostituya noche sí, noche también, entre emires del Golfo y príncipes saudíes, y no digamos entre banqueros canadienses, a cambio de cifras de seis ceros. Hasta la fecha, nunca había sido necesariamente explícito prohibir tales conductas, porque desenvolverse de esta manera nunca se le habría pasado por la cabeza a, pongamos, Harry Truman.
~ Pero no se preocupe, en lo que respecta a sus robóticas intervenciones, Clinton dona todos sus talones de 225.000 dólares de universidades públicas a la caridad. Entonces está bien. Ah, ya que estamos, ¿a alguna organización de caridad en concreto?
"Todos los pagos han sido donados a la Fundación Clinton, que desempeña sus labores cambiando vidas y salvando vidas", dijo ella a ABC News. "De manera que [el dinero recaudado] pasa de una fundación a otra fundación".
La Fundación Clinton es el eufemismo de la Maquinaria Clinton. La vida que el dinero se destina a cambiar es la de Hillary, a reemplazar el trato de "Madam Secretario" por el de "Madam Presidente". En el ejercicio 2011, la Fundación Bill, Hillary & Chelsea Clinton gastó 12,1 millones de dólares en desplazamientos, cosa que impresiona cuando piensas en lo que gastan en estos desplazamientos el Toronto Dominion, el emir de Dubái y la Universidad de Nevada-Las Vegas.
~ Albergo mínimas expectativas de los comicios de 2016, pero en mis sueños más salvajes sueño que se muda a la Casa Blanca un parroquiano. Siendo niño, siempre escuchaba que "cualquiera puede llegar a presidente en América", pero para cuando llegué aquí yo, la cosa al parecer andaba entre candidatos ricos con apellido y sinvergüenzas evidentes de acusado hedor. Por "parroquiano" pienso en alguien como el australiano Tony Abbott, que viaja en turista hasta siendo primer ministro.
¿Cómo ha pasado totalmente desapercibida entre los escalafones más elevados de la política norteamericana una figura así? A modo de entrevista con mi compatriota F H Buckley, los libertarios de la revista Reason están valorando si la presidencia "no estará degenerando en la especie de 'monarquía electa' contra la que advertía George Mason en la Convención de Filadelfia":
Los primeros ministros son "más proclives a ser motivo de diversión… o la diana de los encuentros de la Cámara de los Comunes". De hecho, la práctica parlamentaria de las sesiones de control al Primer Ministro, durante las que el jefe del ejecutivo es asediado regular y despiadadamente por la oposición, contribuyen en gran medida a explicar la razón de que no exista una Cofradía del Primer Ministro.
Los presidentes pueden aislarse en el interior de una cápsula de sicofantes, hasta de manifestantes de "zonas de libertad de expresión" en las que las pancartas no pueden ofender al amo. Y su papel de responsable del Estado "tiende a hacer parecer bajezas cualquier crítica a un presidente — como descubrió el magistrado que preside el Supremo Samuel Alito cuando se atrevió a mascullar las palabras "no es cierto" mientras Obama se cebaba con la instancia en su discurso del Estado de la Unión de 2010.
~ Hablando de bajezas, hasta cuando nuestro soberano no está presente, faltarle al respeto está fuera de lugar. Por ejemplo, el desfile del 4 de Julio de Norfolk, Nebraska, incluía una carroza con un lavabo de madera con el cartel "Biblioteca Presidencial Obama". Según los caballeros de la prensa convencional, la carroza "ha suscitado críticas". Desde luego lo espero. Daba por sentado que las críticas suscitadas vendrían de ciudadanos libres que esperan algo menos genérico y anodino como burla presidencial.
Pero no, la corte de eunucos que son los medios convencionales están de uñas por lo lejos que han ido esta vez los obsesionados con Obama:
El concejal de Norfolk Dick Pfeil declaró al Omaha World-Herald que estaba descontento con la carroza, y quiso dejar claro que el municipio no había dado su visto bueno.
Porque nada ejemplifica mejor el espíritu del Día de la Independencia que tu carroza tenga que contar con el visto bueno del Estado.
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