Siglo XXI. Diario digital independiente, plural y abierto. Noticias y opinión
Viajes y Lugares Tienda Siglo XXI Grupo Siglo XXI
21º ANIVERSARIO
Fundado en noviembre de 2003
Opinión
Etiquetas | Filosofía | Autores | Hombre

Hombre y gente

Ortega y Gasset insiste en que la vida es cambio
José Manuel López García
miércoles, 19 de febrero de 2020, 12:08 h (CET)

En el libro El hombre y la gente el filósofo José Ortega y Gasset analiza determinadas cuestiones de la sociedad y plantea un cierto número de tesis acerca de lo social y de las relaciones entre los individuos que conforman las diferentes capas sociales.


Y, en este sentido, lo que es evidente es que Ortega se muestra crítico con Weber, aunque reconoce sus grandes aportaciones a la sociología y la filosofía social, también dice que existen formas de integración que van más allá. El pensador español pone énfasis en la significación de los usos sociales como una especie de normas de comportamiento. Y es cierto que existen esquemas de acción prefijados con los que realizan sus conductas una gran cantidad de personas en el mundo occidental. De lo que no cabe duda es de que como escribió Goethe «Solo a través de la iluminación del pasado podemos entrever el significado del presente». En efecto, estamos hechos de pasado todos y todas.


Ortega insiste en que la vida es cambio. Pero, sobre todo, diría que es un dinamismo personal. Los sujetos siempre están transformándose en su trayectoria vital. Fundamentalmente, porque ejercen su libertad de modo pleno. Puesto que como escribe Ortega «Solo la muerte, al impedir un nuevo cambio, cambia al hombre en el definitivo e inmutable sí mismo, hace de él para siempre una figura inmóvil; es decir, lo liberta del cambio y lo eterniza». Indudablemente, la presión social existe en todas las sociedades. Pero, la fuerza de la libertad de cada sujeto es más fuerte que lo social, aunque parezca que no. Frente a las opiniones reinantes existen también otras opiniones que se pueden denominar particulares y que discrepan de las más compartidas socialmente.


Ortega critica que grandes sociólogos como Comte, Durkheim o Weber o un filósofo como Bergson no dediquen unas páginas a explicar realmente lo que es la sociedad. No le parece que sea lo más acertado que se centren exclusivamente en explicaciones o descripciones de los fenómenos sociales o de las circunstancias concretas por las que atraviesan los seres sociales que son los individuos. Es preciso ir a la esencia de lo social o, si se quiere, a lo que define a las sociedades en sí mismas, de un modo profundo.


A mi juicio, la sociedad actual es muy heterogénea y esto implica que existen muy diversos planteamientos y formas de entender la vida. Los prejuicios, la desinformación y la confusión de planos y de ideas es algo que se puede observar en la realidad social. Por supuesto, que existe una cantidad considerable de personas bien informadas y con criterios y sistemas de argumentación sólidos, pero esto no es algo que comprende a todos.

El relativismo y el escepticismo radical forman parte importante de la sociedad del siglo XXI. Estamos asistiendo al derrumbe de una era de la cultura que está siendo sustituida por una era de la diversión y de la superficialidad, de modo general.


La unión o cohesión social está disminuyendo y se puede decir que, en parte, desapareciendo. El individualismo más feroz es lo que domina en la sociedad. Todo o casi todo es efímero y pasajero. Se puede decir que casi todo tiene que ser instantáneo o casi. Es el minimalismo en casi todo y la fugacidad y la rapidez sin más. La aceleración del consumo, de la producción y del ocio llega hasta unos niveles que impiden una vida realmente intensa y cargada de un sentido profundo y real. La eficiencia se ha impuesto junto con la tecnología a la propia vida. Se entiende que se incremente el número de depresiones.


El mundo digital en el que estamos instalados se cobra su factura, ya que, por ejemplo, la ludopatía en sus múltiples formas está haciendo un daño tremendo a jóvenes y adultos y también a familias enteras. Es difícil encontrar la solución a estos problemas, porque las adicciones al tabaco, a las drogas y al alcohol requieren de muchos medios médicos y de prevención. Si se añaden las desigualdades económicas, sociales y culturales y las bolsas de pobreza el panorama no es alentador.


Contra este estado de cosas se lucha desde la formación y con la cultura y el arte. La sociedad debe darse cuenta de que no estamos en el mundo solo para divertirnos. Podemos hacer muchas más cosas de provecho para nosotros y para los demás.

Noticias relacionadas

La guerra en Ucrania ha sumido a Europa en un periodo de tensión económica y política, ya que las naciones lidian con la responsabilidad de proporcionar ayuda a Kyiv. Si bien apoyar la soberanía de Ucrania es una causa noble, un número creciente de voces en Europa, particularmente en España, están abogando por una reevaluación de la estrategia actual de ayuda.

Elon Musk compró la red Twitter por 44.000 millones de dólares para convertirla en el altavoz del ideario neorreaccionario NRx. El NRx es un "movimiento de extrema derecha, antidemocrático, reaccionario y tradicionalista que se considera a sí mismo como la antítesis de la Ilustración" (Ilustración oscura).

Vivimos en un mundo donde el cambio se ha convertido en la única constante. Desde que Tim Berners-Lee presentó su propuesta para la World Wide Web en 1989, la humanidad ha experimentado transformaciones profundas y simultáneas en la forma de comunicarnos, relacionarnos, comercializar y producir.

 
Quiénes somos  |   Sobre nosotros  |   Contacto  |   Aviso legal  |   Suscríbete a nuestra RSS Síguenos en Linkedin Síguenos en Facebook Síguenos en Twitter   |  
© 2024 Diario Siglo XXI. Periódico digital independiente, plural y abierto | Director: Guillermo Peris Peris
© 2024 Diario Siglo XXI. Periódico digital independiente, plural y abierto