A partir de este próximo miércoles, cuatro, y hasta el domingo, 8 de marzo, todavía se puede ver la última comedia de la actriz Concha Velasco, en su divertida e hilarante interpretación en la obra “El Funeral”, escrita y dirigida por su hijo mayor Manuel M. Velasco, en el barcelonés teatro de El Borrás, en la Plaza Urquinaona de Barcelona.
Con estas últimas actuaciones les quedará el final el veinte de marzo próximo en la ciudad de Zamora.
De esta forma, “El Funeral”, Concha, Manuel y todo su equipo, dirán adiós a dos años de representaciones en los teatros españoles.
A Concha hacía años que no se la veía tan divertida en un escenario al estar tan acostumbrados a hacernos llorar en sus interpretaciones dramáticas, también de grandes éxitos.
Hemos hablado con Manuel M. Velasco, que es el autor de esta obra tan divertida y también nos ha explicado cómo ha sido trabajar al lado de su madre en un cometido tan difícil como es ser autor de la obra y al mismo tiempo su director. Antes de entrar en la conversación querría dejar constancia de que Manuel no acaba de llegar en estas lides, puede y digo puede, porque la vida es cómo es, que a Manuel, el gran público, le conozca a través de esta obra pero Manuel tiene en su haber multitud de trabajos realizados, tanto en el mundo del cine, como en el teatro.
Es tan largo su “curriculum” que de publicarlo la entrevista se nos iría por los aires y no lo queremos porque sus palabras, sus manifestaciones, son interesantes y muy cabales.
Manuel M. Velasco escribió esta locura teatral que ahora acaba, una locura que todos han gozado, pero ahora llega otro texto de Manuel, otro texto que ha escrito para su madre, será el próximo, casi inmediato, trabajo de Concha, y se trata de un monólogo dramático, “La Habitación de María” en donde se habla de un tema temido por todos, la soledad.
Concha, a través de la segunda obra de Manuel, ahora llorará, todos lloraremos. Mientras, aprovechemos “El Funeral” para seguir riendo, ensancha los pulmones, dicen.
Esta semana acaban las representaciones de “El Funeral” en Barcelona, ¿cómo les ha ido? Acabamos en Barcelona y nos quedará una última función el 20 de marzo en Zamora, y ya terminamos la gira de “El Funeral”. Habrán sido dos años de función y estamos muy contentos porque hemos gustado en muchísimos teatros, al público le ha encantado la función, se han reído mucho y han visto que es un espectáculo popular, sobre todo para fans de Concha Velasco. Más que una obra de teatro es un encuentro de Concha con el público en una comedia muy disparatada, ella tenía muchísimas ganas de hacer comedia, no le gustaba ninguna de las que le proponían, después de hacer monólogos dramáticos pedía urgentemente un cambio de registro, y se lo dimos con “El Funeral” , y estamos muy contentos.
En alguna declaración suya he leído, que, a su juicio, no todos los cronistas habían entendido “El Funeral” Mi humor es el mismo que el de mi madre, a ambos nos gustan mucho el cine de comedias locas americanas, como “Aterriza como puedas”, es un humor que no gusta a todo el mundo. A mí me gusta mucho “El Jovencito Frankenstein”, y las películas de Mel Brooks, es un humor absurdo, complicado, que no gusta a todos. Pero nosotros, desde el principio, apostamos fuerte por ello y ahora vemos que en todas las representaciones el público se lo pasa bien y se divierte a pesar de ser unos códigos de humor complicados. Esta es la propuesta que queríamos hacer, y, por encima de todas las cosas es, exactamente, la obra que mi madre quería hacer, una obra hilarante, loca, caótica, absolutamente disparatada. Porqué los grandes artistas no quieren encasillarse. Después de hacer “Reina Juana” no podía hacer a continuación una obra dramática porque habrían habido comparaciones, por eso desde el principio la apuesta fue hacer algo completamente distinto como era la vuelta de Concha Velasco a la comedia porque llevaba muchísimo sin hacer comedia sobre las tablas.
El texto de “El Funeral” en algún momento cita nuevos medios como en el caso de “Netflix. ¿Cree que puede suponer algún problema de desconexión con aquellos espectadores que tan sólo siguen conectando con los medios clásicos? No lo sé, porqué no puedo ir preguntando uno por uno a los miles de espectadores que han visto la obra en qué momento reían más o si sabían algo de lo que mi madres decía sobre el escenario, la comedia es un género muy arriesgado. Este espectáculo no es sólo mío, en su día se sumó Antonio Resines que aportó muchísimas cosas y por eso quiero citarle. Junto con Jesús Cimarro, el productor y con mi madre, entre todos, decidimos hacer “El Funeral”, sabiendo que la comedia es el género más arriesgado que hay, cuentas un chiste en un bar delante de 30 personas y a lo mejor se ríen 12, el humor es así, esta obra funciona porque en algún momento algún gag va a hacer gracia, no puedes ir a hacer una encuesta por la calle preguntando , ¿usted cree que se reiría si hiciéramos una mención de Netflix en una obra de Concha Velasco?, eso es imposible, pero en general, estamos todos muy contentos, “El Funeral” es una de las obras más taquilleras de la historia de Concha Velasco sobre las tablas, es un dato totalmente objetivo, los números no mienten. Es una de sus obras de más éxito porque el público tenía ganas de verla en un registro completamente distinto de lo que había hecho hasta ahora. Que cierto público no sepa lo que es Netflix, una de las plataformas más conocidas del mundo, es posible, pero nosotros, a nivel general, estamos muy contentos de la aceptación de “El Funeral”
¿Es difícil hacer reír al público? Aunque parezca un género menor la comedia es un género muy complicado. Hacer reír al público durante hora y media es difícil y agotador, en esta obra el humor es un humor particular y desde el principio todos sabíamos que era una propuesta muy arriesgada. Pero el público ríe, y al final siempre hay gente esperándonos a la salida para decirnos lo bien que se lo han pasado y que recomendaran la obra a tías y abuelas porque se trata de un humor blanco, naif. Cuando alguien me dice que es una obra naif siempre contesto que eso es lo que pretendemos con esta obra blanca, en la que no nos metemos con nadie, no faltamos al respeto a nadie y nos reímos de nosotros mismos, incluso en algún momento hacemos una parodia de la función que estamos representando. Concha dice “es que estoy haciendo esta función de risa y me regañan si me equivoco”, y en ese momento no es el personaje, en ese momento es la actriz quien dice la frase. Lo hemos queridos así, una obra sin la cuarta pared y en la que la interacción con el público fuera total.
¿Concha se ha cansado más en esta obra que interpretando un drama? Si, físicamente se ha cansado más que haciendo drama, porque esta es una obra que le exige mucho esfuerzo de movimiento. Es una obra muy compleja, con muchos efectos especiales, y Concha siempre tiene que estar en su posición para que no fallen estos efectos. Pero mentalmente para mi madre ha sido un bálsamo, han sido dos años en los que ha podido estar totalmente relajada, primero porque ha habido otros cuatro compañeros en escena, hemos estado con Pepe Ocio, con Jordi Rebellón, con Jorge Sanz, con Antonio Resines, con Emmanuel Medina, Clara Alvarado, Cristina Abad, todos estos compañeros que, en estos dos años, han pasado por “El Funeral” la han apoyado, la han arropado en escena, y eso la hace estar muy tranquila sabiendo que no recaía sobre sus hombros todo el peso de la función, y segundo porque hacer una comedia en la que todos los días le entra la risa de manera natural es mucho más agradecido, para una persona mayor como es mi madre, que un monólogo dramático intenso.
Ha escrito otra obra que interpretará su madre. Si, ya la tengo escrita. Es totalmente distinta a ”El Funeral” en esta ocasión se trata de un monólogo dramático que dirigirá José Carlos Plaza con el que mi madre ha trabajado en muchísimas ocasiones, ambos tenían ganas de volver a hacer alguna cosa juntos, no encontraban nada para hacerlo y me preguntaron si tenía alguna cosa preparada. Les ofrecí “La Habitación de María” un monólogo sobre la soledad, leyeron la obra, les gustó y decidieron llevar adelante el proyecto. Mi madre está sola en escena, en esta ocasión sí que existe la cuarta pared, y es totalmente diferente a la obra que ahora está representando porque cada producto debe hacerse en su momento, y ahora toca hacer esta nueva obra.
Su madre me dijo que a la hora de trabajar era muy precisa, medida y meticulosa, incluso pesada. ¿Con usted dirigiéndola también es así? La relación ha sido fantástica, ella es la que más sabe de teatro, en estos momentos no conozco a nadie que sepa más que ella. No es nada pesada, yo lo he sido más, la conozco de toda la vida tanto en escena como fuera y para mí es muy fácil trabajar con ella, no es la primera cosa que hacemos juntos, es muy fácil y divertido trabajar con Concha. En “El Funeral” ha aportado mucho humor, muchos gags de la función son suyos, como no puede ser de otra manera, e incluso es más fan que yo de este tipo de humor. La gente no la conoce, conoce a la estrella pero no a la persona. Me ha contagiado su humor, el que a ella le gusta, y queríamos probar a hacer en un teatro algo basado en ese tipo de humor a ver si salía bien. Ha sido una apuesta de muchas personas, no un capricho.
¿Cuándo finalicen las representaciones de “El Funeral” descansaran? Concha ya está estudiando la nueva obra y ya nos estamos preparando para llevarla a escena. Así que cuando terminemos “El Funeral” ya nos pondremos a ensayar, y cuando decida el productor, Jesús Cimarro de Pentación, volveremos a los escenarios, nosotros estamos muy contentos con Cimarro y él con nosotros y, obviamente, hemos acabado con éxito “El Funeral”, Barcelona es la ciudad donde mejor ha ido.
El público de Barcelona adora a su madre Muchísimo, además en escena aparecen dos actrices catalanas: Irene Soler e Irene Gamell, Irene Soler en la obra también es ayudante de dirección desde los inicios de las representaciones, es mi mejor amiga, hemos trabajado junto muchas veces, hemos realizado proyectos conjuntos y espero seguir trabajando con ella. El hecho de contar sobre el escenario con dos actrices catalanas y que hablan catalán nos ha permitido hacer en Barcelona una versión a la carta de “El Funeral”, incluyendo expresiones en catalán que dan lugar a momentos graciosos como cuando entre ellas hablan en catalán y el personaje de “el fantasma” no las entiende.
¿Se ha dedicado al mundo del espectáculo por venir de una familia de actores? Siempre es lo que más me ha gustado, desde niño lo he visto en casa, no lo veo nada raro, es como los que se dedican al transporte de muebles porque su familia son transportistas, es lo más lógico y natural.
¿Tuvo otra opción? No, mi trabajo es completamente vocacional, nunca me ha gustado otra cosa, a mi me gusta más el cine, soy muy cinéfilo, no me quiero dedicar a otra cosa.
¿Trabajando con su madre puede compaginar su trabajo con otros proyectos? Ahora estoy con mi madre en “El Funeral”, pero estoy preparando una pequeña película fantástica de terror, también trabajo mucho en la radio, hablo de cine en una emisora de Madrid. Afortunadamente trabajo mucho y también hago muchos fashion films para Ágata Ruiz de la Prada y Devota y Lomba. Estoy muy contento porque hago muchas cosas, pero trabajar con mi madre es siempre un honor, si Concha Velasco te llama para trabajar con ella hay que dejarlo todo, es una oportunidad que pasa una vez en la vida.
¿Ser hijo de Concha Velasco le ha abierto o cerrado puertas? No quiero generalizar. Yo lucho por mis proyectos, como todos mis compañeros, estudié Comunicación Audiovisual en la Universidad Europea de Madrid, UEM, estudié Dirección Cinematográfica en la Escuela de Cine de la Comunidad de Madrid, ECAM, y como a todos mis compañeros nos cuesta llevar adelante nuestros proyectos. Es un autentico honor ser hijo de Concha Velasco, pero yo me llamo Manuel Martinez Velasco, tengo 43 años y llevo toda la vida haciendo cosas, algunas han tenido más repercusión por estar trabajando con mi madre, pero estoy muy contento con lo que he hecho, y pasito a pasito voy trabajando. El apellido puede hacer que siempre tengas una lupa encima, una enorme responsabilidad y que siempre tengas que demostrar el doble que otros, pero creo que esto pasa en todos los países. Habrá gente que siempre esté con el cuchillo preparado sencillamente porque tienes un apellido conocido y otras personas que se dirán vamos a ver su trabajo sin que tener en cuenta su apellido, como en un examen de selectividad donde el examinador no conoce al examinado. Algún trabajo gustará y otro no.
¿Recuerda cuando siendo un bebé iba con sus padres de teatro en teatro? Tengo muy buena memoria, tanto para lo bueno como para lo malo, en eso soy como mi madre. Recuerdo perfectamente donde he estado en cada momento, en qué teatro, en cada función que ha hecho mi madre, en cada teatro de España, ahora en Barcelona tengo presentes los camerinos de el Goya, de el Borràs, todos los hoteles en los que aquí hemos estado, conozco muy bien este mundo.
¿Cómo son sus recuerdos de infancia? Maravillosos. De mi infancia mis recuerdos son maravillosos, son recuerdos de unos padres que eran unas personas completamente maravillosas que nos han dado, a mi hermano y a mí, una educación espectacular.
Sus padres siempre han sido muy divertidos y generosos Generosos a más no poder, de niño prefería estar con ellos que con mis propios amigos del cole con los que algunas veces me aburría. Estar con mis padres y con toda la gente interesante que con ellos se relacionaba era un tesoro. Conocí a toda la profesión, y muchas veces, escuchándoles, me quedaba con la boca abierta mientras hablaban de cine o de teatro. Eran gente tan interesante que yo prefería estar escuchándoles mientras aprendía de ellos que jugando a la pelota con mis amigos. Fui un chico privilegiado.
Por lo que explica creció en un ambiente en el que las personas tenían una mente abierta. Llegaba a casa, me ponían la merienda y hacia deberes, pero siempre había alguien en casa, llegar a casa y que estuviera Alfredo Landa, Berlanga o Adolfo Marsillach, Pepe Sacristán, o Paco Valladares, o Manolo Escobar, era encontrarse con gente maravillosa, como también Antonio Gala, yo quería estar allí, embobado escucharles, y si, todos eran personas de mente abierta.
¿Ha pensado alguna vez en ser actor? Prefiero siempre estar detrás, soy muy vergonzoso para ponerme delante. Lo que si hago es hablar de cine que es lo que más me gusta en el mundo. En el programa “Madrid Directo” me llaman para que comente los estrenos, tengo la cartelera controlada. Pero creo que no valdría para ser actor, hay que ser coherente con las propias posibilidades, y tampoco me ha picado nunca el gusanillo de la interpretación.
¿Hay alguien que pueda ser la sucesión de Concha? Su sobrina Manuela Velasco, hija de mi tío Manolo. Es una actriz fantástica, tiene un Goya, es una tía estupenda y una actriz como la copa de un pino, ahí está el relevo de Concha Velasco. También está Carlota Velasco, que se dedica al periodismo deportivo, lleva ahí muchísimo tiempo y le queda mucho por hacer, luego está mi hermano, Paco, que es un tío fantástico que hace videos y muchísimas cosas, también en el mundo de la publicidad.
¿Cómo está su madre? Estupenda, de cabeza está fantástica, alargaría “El Funeral”, que la ha vuelto a conectar con su público. En esta obra, al no ser un drama, puede hablar con el público, encontrarse con él, como si fuese una merienda, en esta obra hay un momento en que ofrecemos “medias lunas” a los asistentes. La gente va a ver a Concha, están con su estrella, meriendan, se echan unas risas, y ese era nuestro objetivo. Ahora que ya estamos finalizando en Barcelona mi madre dice que le gustaría estar un mes más en esta ciudad. No quiere terminar las representaciones de “El Funeral” porque dice que se lo pasa muy bien, y con ella también el público se lo pasa bien.
¿Alguna otra vez la había visto tan ilusionada con una obra? Ella se conoce y yo también la conozco bien, como es natural. Los demás de Concha sólo conocéis algunas cositas. Nunca en ninguna otra función la he visto diciendo que seguiría trabajando dos años más con la misma obra, como ahora la he visto con “El Funeral” y eso es porque representado esta obra se ríe y es la función que quiere hacer.
Después de cada función debe acabar agotada. Acaba muy cansada, pero es mucho mejor acabar cansada contando chistes que llorando. Físicamente acaba cansada, es una persona de 80 años, pero acaba riendo junto con sus compañeros. Ahora tenemos un compañero, Pepe Ocio, que es fantástico, el día de su debut mi madre preguntó de dónde había salido, era tan divertido que en la función mi madre no paraba de reír. Esto es “El Funeral”
|