A mis 50 años
Yo no quería crecer No quería ser mayor De niño para mí eso era malo
Perder mi yo
Miro el río arder, el mismo río de ayer Hoy en España las casas son tumbas donde dormimos más La cuarentena ha hecho el cielo más azul
Pero pronto crecí, el tiempo pasa y subes Como el lobo montaña, te ves, así, que subes Y ya me encuentro aquí, Iratxe, tú lo sabes, tú que vienes como yo de odiar un mundo Y de proteger la mariposa en la ciudad y de hablar con las cosas más que con los otros niños
Ser dignos lejos de la herrería
Y de ser algo más que lo son los demás
Yo quise, como tú, ser fiel al Sol
Yo no quería crecer, crecer pero mira el viento empujando al azur la brizna Pero mira desde tu ventana la calle
Tú y yo, aquí, con 50, mismo baile
Los perros de la calle son azules y tu mirada en mi guitarra se hace llanto
Yo no quería crecer
Pero como el lobo aquel Me interné entre esa nieve y vine aquí
Hoy en el mundo las tabernas están solas Las casas llenas de nadie y de todos y salen al bancón y sigue habiendo nadie
Los gatos hoy se encierran tan verdes y plegados catalépticos de soledad: he ahí esta primavera He aquí la voz que está temblando Se han alzado sobre cien patas los prados
Canta canta canta pescador olvidaste la caña aquella y te hiciste pintor
Ahora pintas la mar en la tumba que es mi casa y el sol Ya no matas al pez
Los parques están vacíos
Ya no matas los cielos los parques Nueva York no es amarillo Ya no matamos la nieve grande, se renueva y vuela Nueva York y Madrid lloran sus ejes
Nunca nadie vio un día como aquel de hoy
Donde nadie andamos rápido por las calles
Porque como la flor que entras en tu casa la tinta blanca pinta estrellas en Altamira no comas almas nos dice Jane Goodall
Greta lo sabías Greta tú llegaste entre nubes
Aún recuerdo las risas de los fachas en esos congresos Las colas en las calles para acceder a los supermercados
En el coche sólo puede ir uno Moscú, en Moscú no hay canciones
Yo sigo amando amando mi imaginación La que me arrastró de la mano hasta aquí
A una casa que aunque cerrada tiene puerta abierta Iratxe y yo pensamos siempre desde el bosque
Y este Edén en que vivimos y soñamos aunque tenga menos pan que los que tienen más ahora me alegro de haber crecido y seguir siendo un niño
Porque en la mañana cuando la torrentera rosa cruza lo más alto, ella y yo regamos la magnolia
Y los gatos se asoman cuadrados y nos miran desde la ventana de la casa gris azul en nuestros pechos escribir poemas es algún día ser verso
Verso con letras de luz escrito a mis cincuenta Iratxe salva con cuidado un caracol de la acera, lo pone en una rama, le dice "cariño" se aleja de la higuera (así hace la ola) que, a pesar, a pesar, comienza a abrir hojas nuevas
Y Madrid aún se pregunta qué pasó
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