Los hábitos alimentarios
cambian con cada estación del
año al igual que la oferta de
alimentos que nos ofrece la
naturaleza se adapta a la
orientación de la tierra respecto al
Sol. El origen geográfico además es
clave también para la conducta
alimentaria.
Según explica a Infosalus la doctora Maribel
Lopera, de la Unidad de Antiaging de la Clínica
Beautyderm de Barcelona, según de dónde
proceden y viven los seres humanos son diferentes
no sólo en raza sino en conducta alimentaria.
"De poco sirve compararnos con otras razas y cómo comen a pesar de que no
engorden. Cada zona tiene un clima muy distinto al mediterraneo. Nuestro clima es muy
variable, de suaves cambios, pero con cuatro estaciones", apunta la doctora que añade
que cada tres meses tenemos un cambio de estación que nos obliga a adaptar todo
nuestro organismo y mente, lo que nos convierte en una especie muy avanzada e
inteligente.
"Los animales que nos rodean estos meses están cambiando su cabello, ganando
calorías y peso para hivernar y mantenerlo y se 'emborrachan' comiendo frutas maduras
fermentadas. Siguen un patrón alimentario muy distinto al norteamericano o canadiense",
señala Lopera.
En otoño cambia nuestro escenario climático, las horas de sol y la oferta alimentaria
natural (no la del supermercado, que ofrece de todo sea la estación que sea) y aparecen
las hortalizas, verduras y frutas que debemos ingerir.
LOS A LIMENTOS MÁS PROPIOS DEL OTOÑO SON:
* Champiñones y setas: forman parte del grupo de alimentos inmunoestimulantes que
refuerzan nuestro sistema inmunitario para protegernos del frío del invierno. Al igual que
la penicilina, que procede de un hongo, estos alimentos subirán nuestras defensas. "Por este motivo en ocasiones los especialistas suplementamos con reishi, maitake o shitake".
* Calabaza, berenjena o brócoli: son verduras y hortalizas ricas en color por su alto
contenido en vitaminas y minerales como betacarotenos, ácido folico o vitamina C. El
perejil y muchas plantas medicinales aparecen también en esta estacion.
* Frutos secos y frutos rojos: castañas, nueces o avellanas, integrar los frutos secos en la
cocina y la alimentación siempre es un acierto así como la posibilidad de incluir fresitas,
arándanos o moras y sus productos fermentados.
* Uva: la vendimia se realiza en los meses de otoño y su consumo y el de sus productos de
fermentación contrarrestan el decaimiento psicológico y la fatiga propios de esta estación.
En cuanto a los suplementos es la epoca de siropes, resveratrol o de las dieta de ayuno.
* Aceites de pescados azules: como bacalao o salmón de mares fríos que tienen ácidos
grasos omega 3, un potente inmunomodulador que también puede tomarse en
suplementos de aceite de higado de bacalao, salmon, tiburón del polo norte o krill del polo
sur.
* Grasas animales: del cerdo, cordero o de lácteos como quesos y mantequillas, que
apetecen más en estas fechas para "engordar el tejido adiposo abdominal y así
protegernos del frío que llega. "Es por ello que en estos días de otoño todos ganamos peso
y sobretodo, volumen", apunta Lopera.
CÓMO EVITA R COGER PESO EN OTOÑO
Los alimentos del otoño son calóricos y produciran un aumento de tejido adiposo y peso.
Para evitar ganar peso o incluso perderlo la doctora Lopera aconseja:
1. Abrigarnos: sobretodo las zonas distales del cuerpo, para ello debemos usar guantes
para las manos, calcetines para los tobillos y llevar siempre zapatos. También la espalda
debe estar abrigada y en concreto la nuca en las horas de sueño, sobretodo al amanecer
cuando refresca.
2. Evitar cambios bruscos de temperatura: se debe huir del calor excesivo en locales
cerrados y del exceso de frío en el exterior "para no disparar los avisos fisiológicos para
entrar en calor, es decir, no estimular el apetito por todos los alimentos calóricos de esta
epoca como chocolates, frutos secos o dulces.
3. Comer alimentos calientes y cocinados: para calentar antes el cuerpo y aumentar su
absorción, recordando que los triturados (cremas y zumos) engordan más que lo entero o
troceado. Los crudos son alimentos de veranos mientras que los alimentos cocinados
serán más adecuados para epocas de más frio. Caldos vegetales, cebolla, tomate y ajo
deben estar presentes siempre. El horno y el wok son idóneos para preparar los alimentos.
4. Respetar los horarios y acostarse pronto: se puede tomar triptofano o alimentos ricos en
este aminoácido a la caída del sol, cuando más se acusa el descenso del neurotransmisor
serotonina, clave en el estado de ánimo, y por la noche melatonina a dosis muy bajas (0,5
a 1 mg). El bajo estado de ánimo y fatiga acompaña a los mediterráneos en otoño: "dormir
mas horas ayuda a recuperar el animo y tener pensamientos más alegres y positivos",
apunta Lopera.
5. Disfrutar del momento: pasear y tomar el sol, disfrutar de la nieve y de la altura, de la
brisa marina y el ejercicio físico, * "ademas de reír, darse cariño, amar, todo ello suponen
fuentes de producción de endorfinas mejores que los alimentos ricos en triglicéridos y
colesterol de los picoteos de la tarde, que también suben las endorfinas.
|