Ya saben que soy de los que defienden la libertad de información, con veracidad, independencia y rigor. Pero ¿no creen que nos saturan informativamente durante todo el dia con el mismo tema?
Si ya resulta duro, estar confinado, más fuerte es machacar una y otra vez a la sociedad con información excesiva. La verdad es que ni tanto ni tan calvo. La vida tiene muchas más cosas que el Coronavirus, y la sociedad necesita distracción, evasión, vamos en definitiva “olvidarse” de la cruda realidad que padecemos, y pensar en cosas alegres: musica, programas de juegos y entretenimiento, películas de calidad, teatro, conciertos, cine español de diversión, documentales de viajes, naturaleza, en fin todo lo que contribuye a que la mente de las personas no estén siempre pensando en todos los padecimientos que nos pueden venir si contraemos el susodicho virus.
¿Por que no decir la verdad de que el Coronavirus nos lo han inoculado? Hay que tener la valentía suficiente para contar lo que sucede de verdad, sin mentiras, sin apaños, ni medias verdades. ¿Estamos ante una pandemia con características de guerra bacteriológica? ¿No será que el mundo y el hombre, han abandonado los valores fundamentales y desde lo Alto nos han enviado un mensaje directo?
A diario, son asesinados vilmente niños inocentes, víctimas del aborto, el crimen más vil y crudo que existe, ya que el feto que se está formando, se encuentra totalmente indefenso. Los abusos a menores, es otra piedra que tenemos sobre nuestros tejados, y no digamos ya los malos tratos que sufren mujeres y hombres de toda condición, a manos de verdaderas bestias, que no piensan más que en causar dolor, sobre todo a las artífices de la Vida humana. Y los atentados que producimos contra la Naturaleza y el Medio Ambiente. Todo tiene ese fondo de maldad, contra el que debemos luchar y por supuesto vencer.
Situaciones todas ellas, que van encontra de la vida humana y su entorno. ¿Porque hemos abandonado a nuestros mayores en el rinción del olvido? ¿Somos conscientes de que nos lo han dado todo y que nosotros los condenamos al confinamiento en residencias que más bien parecen recintos carcelarios? Hay sociedades que veneran a las personas de más edad: su sabiduría y sacrificio, ¿no nos resultan suficientes para dar el mejor de los ejemplos? Ellos, deben ser la alegría de nuestros hogares, el pilar donde apoyarnos y escucharles, los mejores consejeros en todas las materias y por supuesto los abuelos más comprometidos con sus nietos.
Todo esto, forma parte de la información que debemos dar. No podemos seguir hablando de muerte, dolor, pandemias y padecimientos variados. Dejemos que en nuestras vidas penetre el aire fresco de la primavera, capaz de terminar con todo lo negativo que nos viene dado por nuestro egoismo y malas actuaciones. Por supuesto, vamos a vencer, pero sin saturación informativa.
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