Hoy día la Humanidad se ve asediada por un afán incontrolable de consumo. El ansia incontenible de nuestro modelo de producción ha hecho posible que se implante la cultura de “usar y tirar”.
Este modo de vida ha sido exportado a todos los países por los EE.UU., en los que prima más el beneficio económico que la racionalidad.
Recientemente Donald Trump, su Presidente, ha manifestado, refiriéndose a la pandemia que golpea al mundo, que las personas mayores, deberían de sacrificarse por el futuro de Estados Unidos. Es más ha añadido que preferiría morir antes que ver que las medidas de salud pública dañan la economía del país por lo que antepone esta a la vida, de lo que se deduce que se le da una higa la pérdida de vidas humanas.
Esta cultura a la que nos referimos se refiere especialmente al consumo de cosas materiales, cuya producción enriquece a los fabricantes, tanto es así que, cualquier producto de consumo, lavadora, televisor u otro cualquiera tiene una vida programada, después de la cual cuesta más su reparación que adquirir otro nuevo, de esta manera la producción no se detiene y los ciudadanos nos vemos obligados a adquirir cualquier tipo de bien, mientras las empresas obtienen pingües beneficios.
Se ha implantado con tanta fuerza y enraizado tanto en nuestras vidas que será muy difícil, por no decir imposible, desterrarla, sin tener en cuenta que los recursos de la Naturaleza son finitos y podrá llegar un momento en el que se agoten los bienes que podemos extraer de la Tierra, aunque pasen siglos para ello. Esta será la herencia que dejaremos a nuestros descendientes.
Mientras esta forma de vida se refiera a cosas fungibles y materiales, posiblemente pueda admitirse, pero cuando se emplee con las personas es totalmente inaceptable, y a eso se está llegando en los momentos actuales.
Las personas mayores ya no tienen sitio en la Sociedad, ya han cumplido su cometido y podemos prescindir de ellas, por lo que se han convertido en productos de “usar y tirar”. Se considera que se pueden desechar, como se desprende de lo que hemos expuesto más arriba.
Los latinos decían: venit senectūs cum querēlis omnibus, en español:.
Llega la vejez, con todas las enfermedades. Es cierto en la mayoría de los casos, pero hay que considerar que estos que han alcanzado la senectud, han sido hombres jóvenes, fuertes y llenos de vigor que han contribuido a que su país prospere y avance, por ello no podemos prescindir de ellos como si fuesen cosas inservibles, ni vamos a actuar como hacían los espartanos con los niños que nacían con algún defecto que, desde el monte Taigeto, los arrojaban al río Eurotas, de aguas tan frías, que les causaba la muerte inmediatamente.
¿Acaso queremos poner en marcha un nuevo programa T4 con el que los nazis llevaron a cabo el asesinato de discapacitados y que antecedió a la “solución final”, que eliminó a millones de judíos en las cámaras de gas?
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