"Por orden del Ministerio de Seguridad del Estado se declara el toque de queda en toda la ciudad al caer el sol. Cualquier ciudadano que se encuentre en las calles después del atardecer será detenido". Cualquier ciudadano, ¡Joder!, ¡Jooóder! Pude meter una o con tilde y frenar el siguiente improperio, que se cargaba con fuerza semántica y prosopopeya mentando a la familia: ¡La madre que lo parió!
Cualquier ciudadano. No ciudadano y ciudadana, que sería la expresión del Presidente del Gobierno. No era el teletexto de televisión que simultaneaba con el 'Aló presidente' de Sánchez y la lectura de INFILTRADA, la novela del galés D.H. John que se anuncia en portada con "Mientras lo leas creerás estar en Corea del Norte, y al acabarlo te jurarás que nunca pondrás los pies allí". Estaba oyendo a Sánchez en RTVE mientras leía el teletexto. Pero me topé con el mendrugo coreano 'cualquier ciudadano'. En la novela de John, la acción se desarrolla en el tren del novelesco protagonista Kim Jong-il. Allí se lee "la Estrella para el siglo XXI, el Amado Líder,... lo cantaban coros del ejército, lo invocaban los niños al dar las gracias por la comida en la mesa, lo loaban los oradores ante las multitudes... Era el nombre que gritaban los cuadros del Partido, en un acto de lealtad".
Pero leí "Cualquier ciudadano". Eso me tranquilizó. De momento. Sin ciudadana al lado, sin coros del ejército ni niños que den gracias por comida. Todavía no. No estamos aún como en la Corea del Norte que retrata John. Aunque haya oradores que loan ante multitudes, las que se dejan, como si estuvieran ante la Estrella del Siglo XXI. No hay nada más. De momento.
Por no obsesionarme con la Estrella, o por enredar con algo ajeno a los mítines de Sánchez, al teletexto y al 'Aló presidente', atendí al pipipí del teléfono que anuncia un mensaje ¡Joder!: "NO MIRES, NO PREGUNTES, NO PIENSES, SIMPLEMENTE, OBEDECE ". Decía. Cinco líneas bajo la fotografía de Pedro Sánchez, en plan cofrade de Hitler con bigote, nariz torcida, arrugas en la frente, corte de pelo militar y cara de pocos amigos.
Más de lo mismo. Ahora con tufillo nazi, medios de comunicación con credibilidad dudosa que andan a lo suyo con noticias: Sanidad solo permite a la mitad de los españoles pasar a la fase I. En la desescalada se pueden cometer errores muy traumáticos. Vía libre a la nacionalización temporal de empresas en la UE. Los jóvenes arrasados por la crisis. Permitido viajar a una segunda residencia en la misma provincia. El fin de la revolución conservadora. Los vascos podrán moverse entre sus territorios históricos. Ahora nos tenemos que liberar del nacionalismo. El TC facilita al Gobierno la pretensión de suprimir las manifestaciones. Sobra propaganda y falta confianza. Nacionalizar no es la solución. Se autoriza en el BOE la geolocalización a través del teléfono móvil.
Y los chats, más radicales, sin censura. Contaban la intervención de la Policía Nacional en una cacerolada que pedía la dimisión del Gobierno. Es llamativo y muy grave uno de los vídeos: Luz diurna, en la calle hablaba un hombre de mediana edad. Chaqueta de cuero, gafas de concha negra y, "bajaba por mi calle y me iban a sancionar porque en el sitio en el que salía estábamos haciendo grupo y los que hacían grupo eran ellos, que tapaban la calle y no dejaban caminar. Es que tiene cojones la cosa; y todo porque unos tíos sacaban desde unos balcones una bandera de España. Esto es indignante, esto es un golpe de Estado en toda regla. Eso para que lo sepáis todos".
La siguiente era una locución grabada y muy larga de una mujer (M.R.): Es un abuso de autoridad, no me estoy negando a darle el DNI, solo quiero saber por qué me está pidiendo mis datos... Me pongo a llorar de la impotencia y le digo: Por favor, déme los motivos. No tengo ningún problema pero me tengo que ir a mi casa sabiendo qué es lo que ha pasado, que es lo que hemos hecho mal... Cuando nos estábamos yendo, se acerca un montón de gente ofreciéndonos su testimonio y ayuda. Justo después ha venido un juez que ha dicho a mí también me han parado y yo les he dicho que soy juez y hago lo que me sale de los huevos...Ha sido todo tan injusto. Daba miedo. Me parece un abuso de autoridad y un asco que es una impotencia total.
Creerás estar en Corea del Norte, leí la portada de la novela. En la tele seguían hablando. De Sánchez, Amado Líder.
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