La XXIV Cumbre Iberoamericana, que aspira a ser la de la refundación,
ha arrancado este lunes en la ciudad mexicana de Veracruz con
destacadas ausencias, entre ellas la de los presidentes de Argentina,
Brasil, Cuba, Bolivia, Venezuela y Nicaragua.
A pesar de las expectativas generadas por el hecho de que fuera
México el anfitrión de la cita de este año, el mismo país donde hace 23
años se lanzó esta asociación entre América Latina con España,
Portugal y Andorra, un año más la cumbre ha dado muestras de que no
interesa a parte de la región, donde en los últimos años han proliferado
otras asociaciones regionales que reúnen con frecuencia a los líderes
latinoamericanos.
Para adaptarse a la competencia que representan otras asociaciones
regionales, la cumbre de Veracruz será la última que se celebre de forma
anual pues la siguiente cita será en Colombia en 2016 y pasarán a tener
lugar una vez cada dos años, alternándose con las cumbres entre la UE
y el bloque de América Latina y el Caribe.
Uno de los ausentes a la reunión, el boliviano Evo Morales, ha dejado
claro el motivo de su ausencia en Veracruz. En un discurso este
domingo en su país, puso en valor la organización de Unasur frente a
otras creadas, a su juicio, por influencia externa como la Organización
de Estados Americanos (OEA) o la Cumbre Iberoamericana, que
fundaron "especialmente los monarcas de España, Europa, para sus
propios intereses".
Frente a este visión, este lunes tanto Felipe VI como Rajoy han
insistido en subrayar que lo iberoamericano no es un invento, sino una
identidad que existe por las relaciones de unos pueblos que comparten
raíces, lengua y cultura, y han defendido que la unidad entre los países
iberoamericanos es una fortaleza en el mundo globalizado de hoy.
"Juntos constituimos uno de los más grandes espacios de civilización que existen en nuestro planeta. Pero sobre todo, los iberoamericanos
compartimos un corpus de principios y valores, una vocación
humanista y universal cargada de solidaridad, -el acervo
iberoamericano-, que nos identifica en lo más hondo de nuestro
espíritu", ha señalado el monarca en su primera intervención en la
cumbre.
"Iberoamérica es una familia", ha añadido el Rey, para quien no es algo
malo que los países iberoamericanos no coincidan siempre en los
mismos objetivos concretos al pertenecer a áreas geopolíticas y
económicas distintas. "Con visión e inteligencia, y con realismo y
pragmatismo, debemos saber sacar el mejor partido a nuestras
afinidades, podemos identificar con generosidad los intereses comunes
y las metas en cualquier ámbito posible sobre las que podamos trabajar
juntos", ha propuesto después de ponerse "al servicio de Iberoamérica".
En opinión del monarca, la educación y la cultura son dos de los
ámbitos en los que Iberoamérica tiene más potencial de cooperación.
"Iberoamérica unida tiene mucho que ofrecer al mundo y a la
Humanidad, aportando su visión y su energía en la construcción de un
futuro mejor; contribuyendo a los debates globales con el inmenso
capital de su experiencia, talento y de su capacidad para convivir en la
diversidad, para conciliar las diferencias y para ir haciendo más justas y
participativas nuestras sociedades", ha incidido.
Antes que el Rey, en la inauguración el presidente mexicano, Enrique
Peña Nieto, también ha hecho hincapié en reivindicar que Iberoamérica
es una comunidad "unida por principios y valores", a pesar de las
especificidades propias de cada país. "La pluralidad es una fortaleza de
Iberoamérica y una característica reconocida" desde la fundación de la
Comunidad Iberoamericana de Naciones en 1991.
La nueva secretaria general iberoamericana, Rebeca Grynspan, se ha
referido a la desigualdad como "uno de los retos" pendientes de la
región y ha hecho un llamamiento a luchar por que en esta época de
desaceleración económica se continúe por la "senda del desarrollo con
equidad".
LOS ASISTENTES
Entre los asistentes a esta cumbre, se encuentran el Rey de España y
el presidente del Gobierno español, Mariano Rajoy; el presidente y
primer ministro de Portugal, Anibal Cavaco Silva y Pedro Passos
Coelho; el primer ministro de Andorra, Antoni Martí, y los presidentes de
Costa Rica, Luis Guillermo Solís; Chile, Michelle Bachelet; Paraguay,
Horacio Cartes; Perú, Ollanta Humala; Colombia, Juan Manuel Santos;
Uruguay, José Mujica; Ecuador, Rafael Correa; Guatemala, Otto Pérez
Molina; y Panamá, Juan Carlos Varela .
La práctica mayoría de los jefes de Estado y de Gobierno, entre ellos el
Rey y Rajoy, se han presentado en el centro de convenciones World
Trade Center vestidos con guayabera, camisa blanca que se usa en
actos formales en buena parte de los países latinoamericanos,
principalmente en los caribeños.
En la cumbre de Veracruz, los líderes iberoamericanos tienen previsto
aprobar un nuevo reparto de cuotas a la Secretaría General
Iberoamericana (Segib), el órgano con sede central en Madrid que sirve
de apoyo a la organización de las cumbres y da seguimiento a los
programas de cooperación que en ellas se aprueban.
LAS DECISIONES
Los países latinoamericanos aceptarán aumentar su cuota del 30 al 35
por ciento durante 2015 y 2016, para que la Península Ibérica (España,
Portugal y Andorra) baje la suya del 70 al 65 por ciento. El plan es que
en 2017 se vuelva a revisar el reparto de cuotas para pasar a un 60%
(Península Ibérica), 40% (América Latina).
De esta manera, en el horizonte de 2018 España se ahorraría unos
400.000 euros en su cuota a la Segib, que en la actualidad asciende a
unos 4 millones de euros. También está previsto que los líderes
aprueben descentralizar esta organización, para que sean las oficinas
regionales las que asuman parte de la carga de trabajo que se lleva en la
actualidad en Madrid.
Se avanzará así en lo que la nueva segib, Rebeca Grynspan, denomina
una relación "más horizontal", "más de igual a igual" entre la Península
Ibérica y América Latina, al tiempo que demuestra que todos los países
latinoamericanos, en mayor o menor medida, apuestan por mantener
vivo el espacio de concertación iberoamericano.
La cumbre de Veracruz también aspira a lanzar varias iniciativas
destinadas a facilitar la movilidad de estudiantes, profesionales e
investigadores por la comunidad iberoamericana, pero también de
trabajadores entre empresas. Se lanzará asimismo el proyecto de
creación de una Tarjeta Joven Iberoamericana, que ofrecerá descuentos
a los beneficiarios al estilo del Carné Joven Europeo.
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