Cientos de miles de manifestantes salieron a las calles de Estados Unidos el fin de semana, como parte del levantamiento en todo el país contra la violencia policial y el racismo contra los afroestadounidenses. En Nueva York se produjeron protestas a gran escala en toda la ciudad y muchas de ellas continuaron hasta la noche, desafiando el toque de queda impuesto a las 20.00 horas. En la ciudad de San Francisco, miles de manifestantes paralizaron el tráfico el viernes y el sábado en el puente Golden Gate.
En Richmond, capital del estado de Virginia, manifestantes derribaron la estatua del general confederado Williams Carter Wickham y la rociaron con pintura. Numerosas personas en Virginia, entre ellas algunos de los propios descendientes de Wickham, habían solicitado durante años que la estatua confederada fuera derribada.
El viernes, manifestantes de todo Estados Unidos celebraron el cumpleaños número 27 de Breonna Taylor, quien fue baleada a muerte en marzo por la policía de la ciudad de Louisville, en el estado de Kentucky, mientras se encontraba en su propio departamento. Estas son las palabras expresadas por un manifestante en una protesta en Los Ángeles.
Robert McQueen sostuvo: “Hoy nos pronunciamos en contra de la brutalidad policial y nos pronunciamos en contra del sistema de opresión que observamos en el Departamento de Policía. Y no es que se trate de un policía blanco o un policía negro o un policía mexicano. En el Departamento de Policía no tienen color. Solo tienen un color. El azul”.
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