Ante el fin del estado de alarma en todo el territorio español este 21 de junio, muchos se preparan para retomar sus planes de viajes hasta ahora frustrados, entre provincias y, sobre todo, por fin, entre comunidades autónomas. La previsión es que a partir de la próxima semana se pongan en circulación de nuevo miles de vehículos en carretera y, como corresponde a estas fechas del año, habrá un aumento considerable de desplazamientos por carretera.
Desde Grupo Andrés Neumáticos queremos recordar a los conductores la vital importancia de haber puesto o poner a punto los vehículos antes de lanzarse a la carretera, sobre todo teniendo en cuenta que muchos coches casi no se han utilizado en los últimos meses.
Como empresa líder en la distribución de neumáticos y bien conocedora del sector, Grupo Andrés recuerda las comprobaciones imprescindibles de los neumáticos del coche o moto antes salir a carretera. Las contamos con los dedos de una mano.
Cinco revisiones imprescindibles en los neumáticos, vitales para la seguridad
1. Calcular la profundidad de la banda de rodadura. Lo que popularmente se conoce como ‘el dibujo’. Recomendamos observar los testigos de la banda de rodadura o utilizar la prueba del euro, encajando una moneda de 1€. Si puedes ver el dorado del borde exterior, ALARMA, deberías cambiar los neumáticos.
Si el desgaste está por debajo del mínimo legal de 1.6 mm, lo más importante es que es muy peligroso pero es que, además, puede suponer una multa por encima de los 200 euros por cada neumático en mal estado o la inmediata inmovilización del coche.
También hay que vigilar que el desgaste se esté produciendo de forma regular para descartar fallos de alineación o equilibrado del vehículo.
Un desgaste irregular o excesivo del dibujo del neumático también toca el bolsillo porque hace que el coche gaste más combustible.
Desde Grupo Andrés se recomienda sustituirlos cuando empiezan a estar por debajo de los 3 mm y, sobre todo, si estamos a punto de salir de viaje.
2. Vigilar la presión de las ruedas. Siempre es una obligación que debe asumirse siguiendo las indicaciones del fabricante. Circular con una correcta presión, mejora la eficacia del neumático y minimiza el desgaste. Cuando la idea es realizar un desplazamiento largo y encima con el vehículo más cargado de lo habitual es aún más necesario. El neumático responderá mejor a imprevistos y frenazos, con una mejor adherencia al pavimento se aporta seguridad, confort y ahorro.
3. Asegurarse de llevar repuesto. Por un lado, hay que comprobar que la rueda convencional de repuesto esté sana. Y si el coche no la lleva porque dispone de un kit antipinchazos, también hay que revisarlo. Algunos vehículos tienen neumáticos run-flat, en los que hay que tener en cuenta que aguantan circular sin presión de inflado un máximo de 80 kilómetros, a velocidad máxima de 80 km/h.
4. Examinar bien la carcasa. Que no tenga grietas, roturas, ni mellas significativas. La parte exterior del neumático sufre mucho por ejemplo con los baches, bordillos, al aparcar, transitando por caminos rurales, por el impacto de piedras o pequeños objetos durante el rodaje.
5. Tener en cuenta la climatología prevista. Si se prevén temperaturas muy elevadas, el calentamiento del asfalto puede incidir directamente en la resistencia de la goma de los neumáticos que llega a soportar hasta 10 grados más de la temperatura ambiente. Por otro lado, ante una tormenta de verano, la correcta presión de los neumáticos y profundidad de la banda de rodadura reducen las posibilidades de aquaplaning durante el trayecto.
Igualmente, es necesario confiar en los profesionales del taller. Son los mejores asesores y consejeros ante cualquier decisión que debamos tomar respecto a los neumáticos del vehículo, qué modelo elegir, cuándo cambiarlos, cómo revisarlos, por qué se comportan de manera extraña… en definitiva, son expertos con capacidad para detectar con antelación las necesidades o problemas que puedan surgir y por eso es una gran idea llevar en la guantera del coche o en la cartera el contacto de un taller de confianza.
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