“La democracia no puede soportar delincuentes a los mandos del Gobiernos”, decía el “señor marqués” de Galapagar mientras miraba al entonces presidente, Mariano Rajoy. La audiencia debía traducirlo como que el final del Gobierno de Mariano Rajoy había llegado a su fin. No mucho antes advirtió gráficamente lo mismo con aquel “tic, tac, tic, tac…” El tiempo empezaba a contar para darlo por finiquitado. Y tenía razón. Quiero pensar que ahora lo recuerda, justo en el momento en que las cañas se le han vuelto lanzas. A Rajoy nadie le ha acusado de corrompido o de pretender medrar, pero Iglesias ya llegó envuelto en sospecha y corruptelas. Los ayatolás le abrieron tanto camino que ha acabado inundado y sin poder transitar por él.
Ahora es el momento de que dimita el “señor marqués”. Está en su propio tic, tac, tic, tac… El populismo no perdona. Lo que antes fue humillación al contrario y odio aventado, hoy son lágrimas y va a ser sufrimiento porque esto no se acaba aquí. El portal de transparencia de la formación de extrema izquierda hacía sospechar lo que así ha sido. No había ingresos ni gastos ni…ni… Año y medio es mucho tiempo sospechando. Nadie sabe qué es de aquello del sueldo equivalente a tres SMI: lo han eliminado en cuanto han podido. ¿Esas donaciones se convertían en sobres en negro? Anda, mira, como lo que achacaban a la derecha.
¿Y me dicen que apuntaban con el dedo a los demás porque tenían presuntamente una “Caja B”? Bueno, pero eso eran los demás. La de ellos era “Caja S”. Sí, sí la llamaban “Caja de Solidaridad”. Claro, sin esa caja no hubieran podido repartirse los sobres; es decir, autosolidarizarse. Si llega a haber condena, sentencia firme y prisión, el juez dirá que no es cárcel sino “habitación T” y habrá que adivinar que están en el “talego”. Se ha quedado por el camino la quintaesencia de la limpieza, la elegancia, la dignidad y la ética. Olía a cloacas mal ventiladas y ya son la “casta” que pretendían eliminar. De reyes aspirantes a la regeneración, han demostrado ser esos mismo reyes pero de la degeneración. ¡A los ladrones, a los ladrones…!
No olvidemos que la corrupción fue el argumento clave del PSOE para promover la moción de censura y expulsar a Rajoy del Gobierno. Por aquel entonces decía el “señor marqués” que Mariano no podía continuar al frente del Gobierno ni un minuto más. Ni siquiera supo esperar ni reconocer la presunción de inocencia. Pocos meses después, se demostró que el juez había errado y que era procuerda. El Partido Popular quedó absuelto y ningún izquierdoso pidió perdón: ni medios comprados ni periodistas subvencionados ni programas rojos ni…ni…
En Podemos se ha clarificado lo de la denuncia falsa de acoso contra Juan Manuel Calvente, pero ahí no acaba la historia. Ahora el PSOE tiene a Fernando Valdés Dal-Ré en la cuerda floja, acusado de violencia de género y maltrato.
¿A que lo dejan pasar y miran al tendido? Os recuerdo que fue propuesto por el PSOE como magistrado del Tribunal Constitucional en 2012 y participó en el programa electoral del PSOE con Zapatero. Tiempo tendremos para el análisis minucioso, salvo que dimita. Un dato más: el único precedente de dimisión de un magistrado del TC, que ha presentado su dimisión, fue el de Enrique López, que ahora es consejero de Justicia de la comunidad madrileña. Y fue por dar positivo en un control de alcoholemia. Grave uno y grave otro; máxime por representar lo que representar. Pero verán cómo la ética y la dignidad son diferentes. Me apuesto dos día sin escribir sobre “Hundidas Podemos”. El tic, tac cuenta para muchos…
Posiblemente seamos muy pocos quienes conozcamos aquella absolución del PP. Ahora llega el “caso Iglesias”, antes montaje de cloacas con nombre de mujer (“Dina”). Hay nerviosismo en la extrema izquierda, incluso en el socialismo, pero el “chulo de pasarela”, y plagiador mayor de esta España llorosa, continúa silente en sus vacaciones. El 12 de septiembre puede ser su tic, tac particular.
Ya nadie confía en este Gobierno, al que lo mismo le da abandonar ancianos con negligencia de muerte y mirar al tendido que “robar” los ahorros a los consistorios. Malgasta el dinero y pretende que sea la ciudadanía quien llene esa caja que volverán a malgastar. Por cierto, siempre que salga en TV la ministra, María Jesús Montero, métanse la mano en el bolsillo y no la saquen mientras esté en antena: arrasó Andalucía y aún estamos buscando los 890M de la corrupción de los ERE. ¿Empezamos ahora a buscar la “Caja S” de la extrema izquierda?
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